CONTROL [void stiles] #1

ⅱ.

𝐖𝐞𝐥𝐜𝐨𝐦𝐞 𝐭𝐨 𝐁𝐞𝐚𝐜𝐨𝐧 𝐇𝐢𝐥𝐥𝐬;

❝𝐵𝑒𝑎𝑐𝑜𝑛 𝐻𝑖𝑙𝑙𝑠 𝑒𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑢𝑛 𝑓𝑎𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑡𝑟𝑎𝑒 𝑎 𝑡𝑜𝑑𝑎𝑠 𝑙𝑎𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑠 𝑦 𝑐𝑟𝑖𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎𝑠 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒𝑛𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎𝑙𝑒𝑠.❞

Las manos de Scarlett sudaban, podía sentir su corazón latir un poco más rápido de lo normal pero la sonrisa que contenía en su rostro no desaparecía. En verdad anhelaba ir a Beacon Hills, le alegraba el hecho de conocer a mas gente de su misma sangre, quería y ansiaba poder abrazarlos y poder convivir como cualquier otra familia. Quería saber que era lo que era tener una, donde no fuera solamente su hermano y su tía.

La chica comenzó a balancearse sobre sus propios pies, mientras esperaba a que avisaran sobre su vuelo.

—Estás segura de que quieres ir? —la inconfundible voz de su hermano se hizo presente.

—Ya hablamos de eso —balbuceó ella, sin moverse de su sitio.—La verdadera pregunta es, ¿Estás seguro de que no irás tú?

Después de una larga charla combatiendo de si iría o no iría, se llegó a la conclusión de que Andrew no iría porque no estaba seguro ni preparado para conocer a los demás, ni tampoco quería abandonar a su tía la cual era prácticamente como su madre. El se quedaría por mas tiempo en su ciudad y tal vez después iría a Beacon Hills. Por otra parte Scarlett iría y se sentía completamente segura de hacerlo, no solo por su nueva familia, sino porque creía que todo eso tenía de alguna forma correlación con las cosas que le estaban ocurriendo últimamente, y quería terminar con todo eso.

Los altavoces se hicieron presentes anunciando su vuelo. Con un poco de nervios volteo a ver a su pequeña familia los cuales la observaban con nostalgia. Era la primera vez que se separaban por un gran tiempo, habían pasado toda su vida juntos y ahora Scarlett simplemente se iría.

La pelirroja corrió y los abrazo a ambos, escucho como su tía comenzaba a sollozar y una parte de ella comenzaba a sentirse egoísta por dejarlos.

—Voy a estar bien —añadió deshaciendo el abrazo.

—Cuando estés allá, vas a descubrir muchas cosas nuevas Scar —hablo su tía, Jane —. Ante todo tienes que mantenerte firme. Recuerda que no todos los que parecen...

—...Los villanos es porque verdaderamente lo son –interrumpió la chica concluyendo aquella frase que, aunque hace mucho no escuchaba la recordaba perfectamente pues, desde pequeña se le indicó aquello.—Lo recuerdo.

Suspiro y por última vez le dio una abrazo a su tía, su hermano le dejó un ligero beso en su frente. Y entonces camino directo a su viaje.

El vuelo tardo muchísimas horas pues aquel lugar no se encontraba tan cerca de su ciudad. Durante todo el vuelo había decidido no dormir pues su cabeza le daba vueltas pensando en que dirían las personas si la escucharan jadear, mientras dice el nombre de Stiles, y se mueve desesperadamente. Nada bueno seguramente.

Con sus ojos casi cerrándose recogió sus maletas y empezó a andar buscando algún taxi o algo en lo que se pudiera transportar, pero aquel letrero con su nombre escrito en el, atrapó su atención. Atrás de aquel letrero estaba de pie una señora no de mucha edad unos treinta y tantos le ponía como mucho. Inmediatamente una sonrisa se dibujó en su rostro y comenzó a caminar hasta llegar a ella, sus miradas chocaron y Scarlett la envolvió en un cálido abrazo.

—Bienvenida a Beacon Hills Scarlett —le dijo aquella señora con una ligera sonrisa en su rostro.

Scarlett le regalo una sonrisa nuevamente.

—No estoy segura de si Jane te lo dijo —murmuró provocando que a la chica se le borrara la sonrisa al recordar a su tía. —Mi nombre es Natalie, y estoy más que feliz de finalmente poder conocerte.

La pelirroja no dijo nada solamente se dignó a mirarla con alegría.

—¿Qué te parece si vamos a casa?

—Por supuesto.

Ambas mujeres partieron aún ligero viaje del aeropuerto a la casa de los Martin. Durante el recorrido no hubo ningún tipo de silencio incómodo, ambas conversaron sobre cómo eran sus vidas, de lo mucho que Scarlett ansiaba conocer Beacon Hills y sobre cuánto extrañaría a su familia. De verdad simpatizaron mucho.

Al llegar a aquel hogar, Natalie le ayudó a Scarlett con sus maletas y se adentraron al lugar.

–¡Lydia! —gritó la señora Martin. A los segundos una chica con el cabello rubio fresa oscuro, apareció bajando las escaleras.

—¿Qué ocurre? —respondió un poco soñolienta.

—¿Puedes saludar? Ella es Scarlett la chica de la que te estuve hablando, parte de nuestra familia, tú prima.

A Scarlett le dio una agradable sensación al escuchar que Natalie haya estado hablando de ella y que haya dicho que era parte de su familia lo multiplicaba.

La chica con el aparente nombre de "Lydia" llegó a donde se encontraban y sonrió.

—Scarlett –murmuró. —Soy Lydia. —Se presentó, después darle una ligera mirada de arriba hacia abajo a la chica.

No era la presentación que había imaginado Scarlett pero aún así sonrió.

—Mucho gusto —dijo de igual manera.

—¿Es en serio Lydia? ¿Esa es tu forma de presentarte? —se quejó su madre luego de acomodar las maletas a lado de las escaleras.

—¿En serio Madre? ¿Qué dije de malo? —respondió Lydia lo más simple posible mientras acomodaba un mechón de su cabello atrás de su oreja.

Lydia volteo a observar a Scarlett, señalando uno de los sillones para que se sentase.
—¿Entrarás a estudiar a la escuela de Beacon Hills? —preguntó.— Puedo presentarte a mis amigos. Creo que les agradarías. Aunque son un poco raros, pueden llegar a asustarte.

Scarlett río irónicamente, la idea de que sus amigos fueran personas normales y Lydia les llamara raros le pareció graciosa porque, qué pensaría cuando supiera lo que era ella?
—¿Qué tan extraños pueden ser? —preguntó pensando que Lydia tan solo exageraba.
Por qué, qué tan raros podían ser su grupo de amigos para que la asustaran? ¿Unos hombres lobos acaso?

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Hey, si estás leyendo esto es porque te llego la notificación o tal vez eres nuevx leyendo la historia, solo quería avisarte que estoy editando los errores ortográficos y de gramática, además también cambiaré algunas cosas mínimas, no te preocupes. Sin más que decir espero tengas una buena lectura.

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