xxii.

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𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒; 

𝑅𝑒𝑠𝑡𝑎𝑢𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝑙𝑜 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜, 𝑢𝑛𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎, 𝑢𝑛𝑎 𝑐𝑖𝑟𝑐𝑢𝑛𝑠𝑡𝑎𝑛𝑐𝑖𝑎, 𝑢𝑛 𝑠𝑢𝑐𝑒𝑠𝑜.

Las horas pasaron como segundos, la noche desapareció para dejar ver la luz del sol y Scarlett no cerró los ojos en todo aquel tiempo

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Las horas pasaron como segundos, la noche desapareció para dejar ver la luz del sol y Scarlett no cerró los ojos en todo aquel tiempo. Su mirada se había quedado encajada en aquella puerta blanca que la separaba de todo lo exterior.

—¿Te quedaste despierta toda la noche? —la melodiosa voz adormilada de Malia la saco de su trance y luego ella asintió. —Que rara eres.

—Supongo que no tienes idea de cuando abren las puertas ¿cierto? —preguntó Scarlett y cómo si aquellas fueran las palabras mágicas la puerta se abrió dejando ver a aquella señora que acompañó a la chica hace unas horas.

—Justo ahora —murmuró divertida Malia mientras se levantaba de su cama y comenzaba a caminar hasta fuera con Scarlett persiguiéndola.

—Malia, ¿no es peligroso salir por aquí? —comentó nerviosa la pelirroja. Tenía miedo de que algún tipo realmente afectado las atacara, Scarlett no temía por ella realmente, temía por Malia, no sabía si la chica podría defenderse y Scarlett no podría hacerlo, no se arriesgaría a exponerse tan fácilmente.

—No —rio. —Creo. La mayoría aquí están bien, los violentos están en una unidad cerrada.

—Vale —suspiro la chica. —¿Y que sueles hacer aquí? —preguntó cuando llegaron a lo que parecía ser el "patio de descanso". La pelirroja observó todo a su alrededor, en ese momento el lugar no parecía ser tan malo.

—Nada, solamente dejó que pase el tiempo. Suena solitario pero te acostumbras. —murmuró provocando que Scarlett se sorprendiera. ¿Cómo la chica podía vivir así? ¿Y por qué parecía no afectarle?

—Malia...¿Por qué estás aquí? —preguntó lo más suave que pudo.

—Es una larga historia, si te la cuento pensaras que verdaderamente estoy loca.

—Créeme que soy la peor persona para hacer eso o para juzgar. No creerías la vida que tengo. —murmuró. —Yo nunca te juzgaría.—Scarlett tomó la mano de Malia suavemente tratando de mostrarle apoyo y Malia por un momento sintió confianza y apoyo de una persona, una persona verdadera. —Malia, ahora regreso. —Aviso Scarlett mientras comenzaba a caminar hasta Stilinski.

—Scarlett —Stiles apenas observó a la chica corrió unos pasos para poder abrazarla. —¿Estás bien? ¿Estás bien? —preguntó preocupado mientras quitaba los cabellos que estorbaban en la cara de la pelirroja.

—Si, si estoy bien. ¿Y tú? ¿Cómo estas?

—Yo bien, pero Scarlett creo que deberíamos de irnos de aquí. No creo que sea seguro, ni para mi ni para ti. Para nadie de hecho.

—¿Qué piensas hacer? —preguntó.

—Estoy esperando a que desocupen el teléfono —susurro y con la cabeza señaló a una chica de cabello corto y rizado, la cual parecía hablar con alguien.

—Hola soy Oliver —hablo el chico el cual esperaba atrás de Stiles.

—Oh —Scarlett soltó una risita al percatarse cómo el chico trataba de hacerse notar, ya que su compañero no lo presentaba.—Soy Scarlett.

"No, no. Creo que te equivocas, en verdad creo que deberías decirles. Querrán saber la historia, toda la historia. En serio creo que deberían saberla. Si, lo se dos de ellos están parados atrás de mi."

Aquella chica que se ocultaba tras el teléfono dijo e inmediatamente los tres chicos se giraron a verse entre sí. La chica dejó el teléfono y luego camino rápidamente sin voltear a ver a los otros.

—¿Quién es ella? —susurro Stiles.

—Ella es Meredith —contestó Oliver. —Es un poco rara.

—Tu eres un poco raro, ella es muy rara —comentó Stiles y luego tomó el teléfono para tratar de llamar a su padre o a Scott pero solo se quedó callado.

—¿Qué sucede? —preguntó Scarlett.

—No hay línea.

—Si, apagan todas los teléfonos por 24 horas después de un suicidio.

—¿Por qué no lo dijiste antes? —hablo en voz baja la pelirroja.

—Tu no preguntaste.— Stiles miró indignado a Oliver y luego soltó el teléfono molesto, mientras comenzaba a caminar. —¿Qué vas hacer ahora?

—Salir de este manicomio.

—No es una manera de describir instalaciones así.

Stilinski pareció ignorar las palabras de Oliver y por un momento se quedó perplejo mientras observaba a la chica que esperaba de espaldas a unos pasos de el.

—¿Malia? —murmuró confundido el chico.

—Stiles, ¿la conoces? —Scarlett preguntó pero no hubo respuesta alguna.

Malia se giro tras su llamado y observó sin expresión alguna a aquel chico.

—Hola, Stiles. ¿Me recuerdas? Soy amigo de Scott, fuimos los que te ayudamos con lo de... —Las palabras de Stiles fueron interrumpidas por el golpe de Malia en todo su rostro. Scarlett abrió los ojos sorprendida e inmediatamente corrió para ponerse entre medio de los dos.

—¡Malia! ¡Malia! —Los guardias gritaron y tomaron a los tres de los brazos deteniéndolos.

—¡Oye! ¡Ella me golpeo! —se quejó Stiles.

—Si esto se repite te tendremos que llevar a la unidad cerrada.

—Espera, espera, yo no hice nada y ella tampoco ¡Suéltenla! —gritó Stiles tratando de que soltaran a Scarlett. —¡Déjenla en paz! ¡Basta!

Stiles por los agujeros que tenía aquella rejilla en el piso pudo observar el sótano y recordó que el en algún momento ya había estado ahí. Así que asombrado se quedó observando el lugar, tratando de entender que era verdaderamente aquella habitación oscura.

Y entonces un flashback inundó su cabeza, el día que había desaparecido por culpa del insomnio aquella noche había estado ahí, encerrado y con una trampa para osos enterrada en su pie. Aquella noche había estado encerrado en ese sótano junto con el nogitsune y aquello había sido una de sus experiencias más aterradoras en su vida.

CONTROL [void stiles] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora