xix.

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𝐄𝐗𝐏𝐋𝐎𝐒𝐈𝐎𝐍;

𝐴𝑐𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑒𝑥𝑝𝑙𝑜𝑠𝑖𝑣𝑜 𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑙 𝑒𝑥𝑐𝑒𝑠𝑜 𝑑𝑒 𝑝𝑟𝑒𝑠𝑖𝑜́𝑛 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟.

La pelirroja abrió la puerta de la comandancia y su ceño se frunció completamente cuando vio a los oficiales correr apresurados de un lado a otro y lo hizo más cuando observó a Derek y al señor Argent esposado a sus asientos

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La pelirroja abrió la puerta de la comandancia y su ceño se frunció completamente cuando vio a los oficiales correr apresurados de un lado a otro y lo hizo más cuando observó a Derek y al señor Argent esposado a sus asientos.

—¿Qué diablos está pasando aquí? —preguntó cuando llegó hasta aquellos dos. Pero únicamente consiguió el silencio incómodo de ambos y la presunta mirada de confusión y terror de Derek. —¿Derek qué pasa? ¿Derek?

—Una bomba —murmuró apenas audible.

—¿Qué? —volvió a preguntar Scarlett después de darle una larga mirada a Argent tratando de averiguar si el entendía algo.

—¡Todos al suelo! —gritó Derek segundos antes de que la oficina del Sheriff se hiciera pedazos. Scarlett no reaccionó pero los cuerpos de ambos hombres la cubrieron perfectamente cuando cayeron al suelo. Y ninguno se puso de pie, no hasta que se aseguraron de que la explosión había acabado por completo.

—¿Estás bien? ¿Están bien? —preguntó Argent al hombre y a la chica. Ambos aturdidos solamente asintieron pero los ojos de Scarlett se abrieron cuando observó los vidrios encajados por la espalda de Derek.

—¡Dios! ¡Derek! —pronunció alarmada. Y dio pasos rápidos hasta el para sostenerlo.

—Estoy bien —hablo con quejidos entre en medio. —Llamen al Sheriff, Scott, ambulancias, ellos no están bien. —señaló y entonces Scarlett se dio cuenta de la gran película de terror que había a sus espaldas, gente herida en el suelo, sollozando por ayuda, todo completamente hecho pedazos. La pelirroja llevó una mano a su boca sorprendida y sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Okey —murmuró y suspiró tratando de tranquilizarse, tomó su celular y marcó a Scott. Avisándole de la explosión en la oficina del padre de Stiles.

No pasaron más de cinco minutos cuando Scott, Stiles, el Sheriff y varios oficiales más llegaron al lugar, quedándose totalmente confundidos, aterrados y llenos de nostalgia.

—¿Llamaron al hospital? —preguntó desorientado el Sheriff. Y todos asintieron con pena.

—¿Están bien? —murmuró Scott cuando se acercó al círculo de Derek.

—Fuera de peligro, si —respondió.

— Salvo nuestras vidas —contó Argent.—Derek nos salvo.

—¿Scott? —interrumpió Stiles con un hilo de voz, atrayendo la atención de todos. El chico realmente parecía afectado y al parecer ver aquel hombre casi muriendo en el suelo lo destrozó por completo. —¿puedes hacer algo? ¿Quitarle el dolor? —mencionó y con lentos pasos llegó hasta aquel hombre colocándose en cuclillas alado de el. Scott se acercó a el, y después Scarlett lo hizo también. —Para que sea menos difícil.

Scott entendido a la perfección las palabras de su amigo, sabía exactamente lo que quería que hiciera algo que para el era difícil; quitarle el dolor a alguien para que pudiera morir en paz, era doloroso para cualquiera pero Stiles estaba dolido también, Stiles estaba sufriendo y su mejor amigo haría lo que fuera por ayudarlo, por quitarle el dolor a él. Así que tomó la mano de aquel hombre el cual ya sollozaba, y lentamente comenzó a quitarle el dolor pasando por las venas de McCall por un momento sintió el sufrimiento de aquel hombre, lo hizo hasta que finalmente paró, terminó de sufrir y los ojos de aquel oficial se cerraron.

Scarlett miró asombrada y aterrada, no entendía con exactitud que era lo que había hecho Scott con aquel hombre, no sabía si su intención había sido matarlo antes de que sufriera más o era cualquier otra cosa, pero jamás había sentido aquello; una extraña ráfaga de tristeza la inundó por una persona que nunca tuvo el placer de conocer y pensó en su esposa, sus hijos, cualquier persona de su familia e inmediatamente pensó en la suya, en sus padres que de alguna u otra forma pudieron haber pasado lo mismo que ese hombre. Muriendo por errores de terceros, sufriendo y sin despedirse de todas las personas que realmente amaba. Todo eso la destrozaba, la destrozaba muchísimo. Cuando menos se dio cuenta ya estaba inundada en lágrimas y el leve movimiento de Scott tratando de levantarla la saco de su trance, levantándose al tacto.

—Los oni llegaron —un Kira apurada llegó a los tres adolescentes agobiados. —Vienen por ti —señaló a Stiles.

—Stiles tenemos que sacarte —dijo Scott, mientras lo empujaba para salir del lugar pero el chico parecía aún en trance mientras miraba a Scarlett la cual no se movía de su lugar.

—¿No vendrás? —murmuró finalmente y la tomó de la mano haciendo el tacto de suave a brusco. Scarlett comenzó a sentir un miedo por su cuerpo pero no dijo nada y observó a Stiles directamente a los ojos.

—No, me quedaré aquí, Derek necesita ayuda. —le dijo. —Pero vayan ustedes, rápido.

—Stiles, amigo vamos tenemos que sacarte —volvió a insistir Scott.

—Vas a estar bien. Scott protéjanlo.

—Vale —concluyó y soltó lentamente la mano de la chica mientras se alejaba y salía de aquel lugar. Y cuando lo hizo al tener Scarlett el último tacto con el, una especie de corriente corrió por todo su cuerpo, centrándose en sus manos. La chica observó confundida y vio cómo sus manos se llenaban de chispas rojas, su cuerpo, sus poderes le estaban avisando algo pero no entendía el que ni el por qué.

—Scarlett, ¿está bien? —preguntó Derek y la pelirroja cerró sus puños, para finalmente girarse para verlo.

—Perfectamente —murmuró y sonrió. —Más que bien.


CONTROL [void stiles] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora