CONTROL [void stiles] #1

xvii.

𝐃𝐄𝐓𝐎𝐍𝐀𝐓𝐈𝐍𝐆;

❝𝑃𝑟𝑜𝑣𝑜𝑐𝑎 𝑜 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑛𝑐𝑎𝑑𝑒𝑛𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑎𝑐𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑜 𝑢𝑛 𝑝𝑟𝑜𝑐𝑒𝑠𝑜.❞

—Está bien —escuchó decir Scarlett al Sheriff luego de un largo silencio. —Creo, que se de que hablas—. Murmuró y de su bolsillo sacó una pequeña libreta dejando ver una página con una lista de palabras dentro. —Estuve escribiendo esto las dos ultimas semanas—. El hombre estiró su mano con la libreta y se la entregó a Melissa la cual inmediatamente comenzó a leer. —Creo que, hay que hacerle pruebas. 

Scarlett la cual esperaba a una corta distancia de ellos frunció el ceño al escuchar aquella conversación, ¿hacerle estudios? ¿Stiles sufría alguna enfermedad? La pelirroja soltó el aire que tenía retenido y cerró los ojos antes de dar el primer paso, atrayendo las miradas de ambos padres. Si, buena idea de ponerte tacones Scarlett.  

—Ahora deberías de estar en la escuela, ¿Qué sucedió? —preguntó Melissa luego de ver a la chica. 

—Te dijimos que te fueras a descansar. —alegó esta vez el Sheriff.

—Lo se, lo se —murmuró. —No pude descansar nada y no podía ir a la escuela sin haber dormido nada, hubiera estado como zombie y de todas formas no hubiera entrado a las clases.

—Ah, vale que lógica —soltó sarcásticamente Melissa, a lo que le recordó a Stiles. 

—¿Cómo está? 

—Te dijimos que está bien, está durmiendo. 

—Bien, tan solo me sentare en esa silla y no notarán mi presencia lo juro—. La chica trató de dar silenciosos pasos pero era imposible se podía notar que venía desde el estacionamiento sin problema alguno. 

Scarlett se acomodó en su asiento y guardó silencio. Así pasaron las tres horas la pelirroja sentada, viendo su celular y leyendo un par de revistas viejas que tenían en las pequeñas mesas, por último estando lo suficientemente cansada recargó su brazo sobre el agarre de la silla y en su brazo apoyo su cabeza a punto de conciliar el sueño. 

—Scarlett —Scott gritó y para la chica fue la voz más irritable en el momento. 

—McCall estaba a punto de dormir, ¿sabes hace cuanto no he dormido? —dijo molesta. 

—Si, pero preferiste venir a quedarte en una sala de espera —contestó el Sheriff e inmediatamente la chica se acomodó correctamente. 

—¿sueño? ¿Quién dijo sueño? 

—Ven, vamos a entrar —pronuncio Scott luego de hacerle una seña con la cabeza, Scarlett se levantó de un asiento y comenzó a seguirlos detrás. Los pasos eran lentos y parecía que entre más pasos daban, más aumentaba el nerviosismo.