CAPÍTULO 13

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EMMA

-Cuéntamelo todo y no me ocultes nada.

-¡Ya te lo dije! Solo cenamos y nos fuimos a dormir. Cada uno en distinta habitación.- le explico a Sara por teléfono después de llegar a casa y darme una relajante ducha. Entré como un fantasma despreciando la cena de mis abuelos encerrándome en mi cuarto a perderme en la soledad. Sé que no debería de sentirme mal después de todo, por un caprichoso egocéntrico. Pero, bueno... bueno, aquí estoy sintiéndome mal y no por la rubia, sino por el cambio de Alan.

Por más de tres veces le he dicho lo mismo, pero la chica se pone pesada y no me cree. No quiero ponerla al tanto de la discusión que tuve con él, ni lo mal que me sentí cuando vi a la rubia prepotente de pechos grandes. Me fue fatal y tengo un nudo en la garganta con las ganas de explotarlo, pero me conozco y sé que si le cuento lo demás, me pondré a llorar.

Fue una noche extraña por que no logre poner mis pensamientos en orden, porque no fui capaz de seguir con Alan, porque no cumplí su último deseo antes de "morir"- lo quería hacer, pero a la vez sentía que no puedo volver hacerlo- soy torpe.

-¿Te gusta, Alan?- pregunta detrás de la línea.

Esa pregunta es la misma que me hago como un CD rallado. No tengo respuesta para esa pregunta, no se definir lo que siento. Solo sé, que es incómodo cuando estoy a su lado, cuando me mira y cuando me besa.

-No me interesa en absoluto.- respondo en tono amargo.- Creo que tu noche con Dylan fue sobrepasada.- apunto con la intención de cambiar de tema.

- ¿Por qué me hiciste mentir de que te quedabas conmigo en la noche? Sé que me ocultas algo, Emma.- dice idónea, planteando el tema.

-Deja de ser tan pesada, te repito que solo cenamos.- suelto fuera de lugar.

-El tono de tu voz me dice otro cosa.

No entiendo como hace la vida para soportar la intensidad de Sara. No estoy de humor y creo que si permito que siga, explotare y tirare toda la rabia que cargo sobre ella.

-No te soporto, cabezota.- murmuro seca y ella ríe.- Iré al parque con mis hermanos. Adiós.- me invento lo primero que pienso.

Quisiera contarle a Sara lo que pasa, pero el problema es que yo ni sé que es lo que realmente pasa. Mi cabeza esta revuelta de cosas que no se aclarar, como el por qué decidí quedarme con Alan ayer en la noche, cuando tenía la posibilidad de irme.

Aun envuelta en la toalla de baño, me tiro a la cama para pensar. Pienso, pienso y pienso intentando concentrarme en solo una cosa, pero todo se me distorsiona pensando en cosas incoherentes hasta el punto que me rindo y decido buscar algo de ropa cómoda. Encerrada en mi habitación por casi todo medio día, organizo el desastre que me rodea, pongo un poco de música movida que me permita hacer algo por mi vida, aunque sea hoy. Después de tenerlo todo bien organizado, hoy salgo por primera vez de mi cuarto con el estómago hecho un nudo de hambre.

Mi madre esta sonriente con unos papeles en mano, mientras que mis hermanos gritan "Paseo..., paseo" de alegría corriendo de un lado a otro

-¿A qué se dedica esa sonrisa?- pregunto cuando me paro a su lado. Sigue con la mirada fija en el papel, doy una mirada por encima pero no logro ver bien la letra pequeña.

-Han hecho un sorteo en la oficina y lo he ganado.- murmura emocionada fijándose en mi.- Nos iremos de viaje en dos días.- su comentario me impresiona. No recuerdo la última vez que fuimos de viaje. No sé cómo reaccionar, si mostrar que me agrada la noticia o estar neutra. Creo que la segunda.

ESTARÉ CONTIGO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora