El viento golpea la pantalla del casco con fuerza, como si lo fuera a romper. Stefan acelera la moto haciendo que mi cuerpo se balancee hacia atrás. Lo abrazo fuerte de la cintura procurando por no caer y pego mis rodillas a sus caderas que me las maltrata con los taches de su correa, pero no las retiro.
Su camiseta de lino sin mangas deja a mí vista sus brazos firmes y su espalda ancha con unos pequeños lunares que, para mí es una perfección.
Aprieta el acelerador y la moto corre con agilidad que hasta puedo pensar que podría volar.
Esquiva varios autos en la carretera.
Después de un largo viaje, llegamos a una zona solitaria llena de árboles y una gran malla de metal que divide el cementerio con la calle. Los árboles se zarandean con agresividad cuando los ventarrones los golpea, dejando caer hojas resecas contra el sementó, al igual que los candados de la malla que se mueven, provocando un sonido escalofriante.
Bajo de la moto me cuelgo la mochila en mi espalda sin dejar de mirar todo lo que nos rodea.
Cuando Stefan baja de la moto caminamos juntos pisando las hojas resecas, dejando pequeños chisqueos al pisarlas, hasta la malla grande y ancha.
Poso una mano en ella y el frio del metal entra por mis poros, dejando una sensación fantasmal que eriza mi piel enseguida.
-Dame la mochila, para que puedas subir.- sugiere.
No lo miro, solo me concentro en el metal intentando adivinar como podrías entrar sin tener que subir la gran malla y tirarnos de allí. Zarandeo el gran candado como si intentara poder zafarla y miro cada extremo del metal intentando buscar una solución para entrar, pero para mi desgracia no las hay.
- Sube rápido, antes que un guardia nos pueda ver.- dice mirando a cada lado en la oscuridad.- nos podrían acusar por ser cómplices de sectas satánicas.
Me fijo en lo que nos rodea, los árboles son tan grandes que tapan la vista hacia el cielo y tan unidos entre sí que solo se puede ver oscuridad. Solo se puede ver las luces de un auto al pasar. Pero ninguno nos ve.
Con solo pensar la idea de hacer sectas satánicas e invocar espíritus, me dan las ganas de ir al baño.
Sacudo la cabeza quitando el miedo y le entrego la mochila a Stefan que la tira por encima de las mallas cayendo al otro lado.
Junta sus manos y pongo un pie sobre ellas, sostiene mis piernas mientras llego a la punta de arriba y antes de tirarme cierro los ojos, y ciento un vacío en el estómago cuando caigo sobre la mochila. Me levanto del suelo y tengo a Stefan frente a mí.
Todo está oscuro y tenebroso lleno de lapidas con nombres y frases; algunas tiene flores frescas, otras resecas, mientras que las demás no tienen nada. Me pregunto si alguno de esas lapidas tendrán familiares quien los visite y les haga una oración, que triste es uno morir ser olvidado por las personas.
Me da una pulsada en el estómago cuando pienso en las palabras que alguna vez Sara me llego a decir "Cuando muera no quiero que te olvides de mí" se activa su voz en mi casa, y el dolor en el estómago se aumenta. No quiero que ella muera, no sé qué sería de mi ¿En quién podrá confiar? ¿Quién podría ser mi cómplice, amiga y hermana? La idea me rompe el corazón.
-Creo que los chicos deben de estar en la parte trasera, en donde hacen los rituales y hay gatos colgados de la cabeza.- lo dicho me saca de los pensamiento y abro los ojos sorprendida.
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ESTARÉ CONTIGO #1
Romansa[COMPLETA] ¿Sabes que se siente que te roben la inocencia?, ¿Qué dejen marcada tu vida con un sabor desagradable? No, no lo sabes. Jugaba con mis muñecas cambiándoles la ropa a diario y creando casas imaginarias debajo de la mesa de comer, jugaba co...