CAPÍTULO 15

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EMMA

FLASHBLACK

Tengo miedo, ¿Qué me está haciendo? Es muy desagradable lo que me hace. Quiero a mi mami y a mi papi aquí, quiero que me rescaten. No quiero que me haga más daño, me duele.

-Deja de llorar, maldita chamaca.- dice con odio quitándome la camisa con brusquedad. Me revuelco en el suelo intentando que deje de hacer lo que está haciendo.

-Quiero a mi mami.- lloriqueo. Y el hombre grande y tenebroso revira alzándome del suelo y me tira hacia una mesa del sótano, vuelo por el aire hasta caer sobre la mesa, recibiendo un fuerte golpe en el hombro, y un líquido caliente sale de mi piel. Es sangre. El dolor se amplía por mi brazo.

Quiero a mi mami. Lloro.

Con los ojos llenos de lágrimas busco por todos lados a mi amigo de peluche para que me rescate, pero no lo puedo ver. La luz del sótano no es muy iluminada. Hago más esfuerzo en buscarlo, pero no lo encuentro. Me arrastro hasta la parte más oscura intentando huir e ir a buscar a mis papis pero el hombre grande me agarra del pelo y me tira hacia él, sentándome en sus piernas.

-Ven para acá hermosura inocente.- empieza a deja huellas de lambidas en mis espalda mientras mete sus manos en mis pantalones. La sensación es muy incómoda cuando me toca, y me duele cuando introduce sus dedos en mi interior.

Me agarra con fuerza mis manos, inmovilizándome para que no pueda huir.

-Si intentas gritar, te golpeare con fuerza. ¿Entendido?- lo miro con temor, y me da una bofetada en el rostro, me arde y tengo mucho miedo. Su odio es tan grande que me quedaría callada para siempre. Encojo los hombros y bajo la mirada hacia sus botas grandes marrones.- ¿Qué si has entendido?- dice más golpeado zarandeando mis manos y el dolor en el hombro se aumenta haciéndome llorar.

-Sí, señor.-murmuro bajo. Suelta mis manos dejándome libre y me tira de nuevo al suelo.

Arranca mis pantalones y tapa mi boca con una mano.

FIN DE FLASHBLACK...

-¡Suéltame, no me hagas daño!- grito.- ¡No por favor!

Lo siento, siento a ese hombre grande y miedoso, cuando me toca sin piedad causándome daño. La imagen se evoca en mi mente, sacándome de casillas y sintiendo el olor a sudor que venía de él, y el dolor que me provocaba.

-Aléjate de mí.- digo con pánico a que me haga daño como él lo hacía. No, no y no.

-Ey, calma.- dice con suavidad pasando sus manos por mi rostro. Intento quitarme de su lado, pero él me sostiene con preocupación intentándome calmar.

El corazón me late a mil con cada recuerdo que se me viene en mente, que podría salir volando en cualquier momento y la cabeza me duele generándome vértigo. Alan me toca con delicadeza entre sus manos y me pega a su pecho sintiendo su corazón y las lágrimas salen de mis ojos como una cascada. Me retiro de su pecho manoteándolo para que me suelte.

-¡Déjame!- el miedo se incorpora en mi cuerpo, como lo hacía hace años. Miro a Alan que me observa desconcertado por mi actitud.

Limpio mis mejillas, para después volver a un mar de lágrimas. No importa las personas que pasan junto a nosotros que nos observa como si fuéramos un par de payasos llamando la atención, bueno en cierta parte es verdad. Ignoro cualquier mirada de las personas al igual que Alan, con los ojos puestos en mí.

ESTARÉ CONTIGO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora