CAPÍTULO 24

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EMMA

Cada parte del cuerpo me duele mientras mi cabeza retumba con dureza, como si me estuvieran golpeando con un martillo. ¿Cómo engañarme para dejar de creer lo que acaba de pasar? ¿Cómo puedo encontrar la solución para quitarme este dolor de cabeza? y ¿Cómo podre secar las lágrimas que arden sobre mi rostro?

Siempre pensé que todo sería igual hasta mi muerte, no de poder encontrar a un chico guapo que moviera mi mundo y me hiciera abrir los ojos de una manera tan extraña, tampoco que mi madre aceptara mi libertad, menos que mi padre después de tantos años pudiera estar buscándome para pedir perdón tan repentinamente.

Mi pecho es como una locomotora que no deja de presionarme, con el corazón a punto de explotar después de ver a ese hombre que tanto espere por años; con el que soñaba que me diera un beso y un abrazo de buenas noches. Todo dentro de mi exploto cuando vi su rostro y su peculiar voz gruesa; la voz que por mucho tiempo era la amenaza de mí madre y la misma voz que se despidió de nosotras antes de abandonarnos.

Todo ha sido como una descarga eléctrica que pasa por todo mi cuerpo, dándome una sacudida llevándome a un mundo desconocido, un mundo que no pensé vivir. Ver a mi padre y saber que no ha venido no solo a pedirme perdón, sino a vengar lo que sucedió, es como volver al primer día cuando saque a la luz las veces que ese hombre me violaba. Y esos ojos tan malvados que me da mucho miedo ¿Por qué ahora? sus ojos llenos de odio fue como ver el diablo que me causo daño.

Escuchar sus mentiras fue como una bofetada por cada palabra que pronunciaba y saber que mi madre sabía que él estaba cerca y quería encontrarme. Me hace saber que no puedo confiar en ella después de esto. Siempre me ha ocultado el motivo de la separación de nuestra familia, ¿por qué esconde los exámenes médicos y la llamada de mi padre? Y yo pensando que la noticia le podía causar mucho dolor, pero ahora lo único que me queda es enfrentarla y buscar la verdad de todo esto.

Mi vida está hecha de mentiras envuelta por circunstancias dolorosas y muy perturbadoras. Mi madre quiere que supere todos los traumas que he generado a trasvés de los años, pero creo no poder salir de esta con sus mentiras y sus patéticas escusas. Nunca sabrán lo mucho que sufrí, los años que me encerraban en el sótano oscuro y mal oliente mientras ese hombre Jaime me violaba, por más de tres años.

No sé cómo a una persona se le pasa por la cabeza causarle daño a alguien y más a una niña. ¿Que los hace cometer esos delitos tan atroces y perturbadores, como si fuéramos de piedra y no sintiéramos dolor? Y siempre me pregunto; ¿porque tuve que vivir eso como si estuviera pagando algo? igual me pregunto, porque muchas mujeres tenemos que vivir con esto.

Después de la conversación con mi padre, salí atrapa por los brazos de Alan mientras lloraba y lloraba en silencio pegada a su pecho. Lo único que pudo reconfortarme un poco, fue sentirme atrapada por él. Alan propuso ir a cenar los tres juntos, pero me opuse y dije que prefería ir a casa, quiero enfrenta a mi madre justo ahora para que habrá su boca y me cuente todo, al igual que encararla y decir lo que hable con mi padre. Sé que no es bueno que me deje llevar de la rabia que llevo ahora, pero tengo que hacerlo.

Mientras espero dentro del auto que Alan encuentre a Sara que se ha perdido de vista por un rato, pego mis rodillas al pecho y entrelazo mis brazos mientras meto la cabeza dentro de ellas y pienso que decirle a mi madre cuando llegue.

Las puertas de abren y sobresalto del susto. Miro por el retrovisor el rostro de Sara hecho un dolor y su mirada triste. Sé que quiere decirme lo siente por lo ocurrido, y yo le dedico una sonrisa cálida. Alan entra al coche, se ajusta el cinturón y pone una mano en mi pierna mientras me sonríe con cariño. El frio de su piel pálida traspasa la tela que me cubre.

ESTARÉ CONTIGO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora