CAPÍTULO 32

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ALAN

-Te he comprado un departamento con todo amueblado, estarás cómoda con la pequeña y si te falta algo es solo que me llames que yo lo solucionare.

-No tenías por qué hacerlo. Ya tenía el dinero para comprarlo yo.

-Acéptalo como un regalo. Ah... ya hablé con el rector de la universidad y me ha dicho que no hay problema que empieces a estudiar.

-Gracias. - le doy un beso en la frente.

Comprar un departamento fue lo menos que pude hacer por mi hermana y su hija, además que ya era hora que hiciera su vida en privacidad y para que Emma, este cómoda antes de irme.

Por fin de tanta insistiera Emma accedió quedarse en mi casa, no voy a permitir que este por cualquier lado sin saber si está bien. Necesito estar pendiente de todo y controlar cada paso que da Scott. Seguiré las pistas junto con sus amigos, no voy a permitir que se salga con la suya, ni que le hagan daño a Emma.

-Ey, Alan. - grita Jesús. - Tu sala de juegos la veo más gigante y con nuevos juegos fabulosos. Eh combatido el décimo mundo y compré armas y bombas con facilidad ya que encontré el tesoro, ahora podre matar el monstruo de las tinieblas con mucho poder. - dice con furor. - Me ha gustado los dos vídeo jugos, quisiera quedarme más tiempo acá, pero mi madre no me deja venir a menudo.

-Lo vamos a solucionar.

- ¿Cómo? si mi madre solo me quiere tener en casa estudiando

-Mañana te haré llevar cuatro vídeo jugos incluido el de fútbol, originales. - le revuelco el cabello.

Da un brinco abrazándome de la cintura. Hago un mohín fingiendo dolor y Victoria se ríe.

-Jesús, andando que llegamos tarde a tus clases de fútbol. - dice fuerte mi padre dándole un beso a mi hermana de despedida y a mí un golpe en la espalda. - Compórtense bien y Alan tenemos que hablar para el viaje a Alemania.

Asiento, apretando los labios.

Mi padre sale agarrando por el cuello a Jesús e indicándole la salida. Odio que traten a mi hermano como lo hacían conmigo, no poder tener su vida libre, salir con sus compañeros ni venir a mi casa y solo porque mi madre lo quiere tener estudiando para que sea alguien de bien, y haciendo actividades como el fútbol, y la natación.

Vuelvo a mi hermana que tiene las manos en jarra.

-No me has dicho que Emma va quedarse unos días.

- ¿Cómo lo sabes? - me acerco a la estantería y sirvo dos copas de vino tinto.

-La nana te ha empacado la maleta porque te iras de casa por ella. ¿Es verdad?

No puedo mentirle a mi hermana acerca de todo lo que ha pasado con Emma, ella me conoce más que nadie y sabe cuándo estoy encaprichado con algo, y sea como sea se entera de mi vida personal, peor que un detective.

-Es difícil de explicar y una historia muy larga, solo te digo que se vendrá unos días para acá, tiene algunos problemas que resolver y quiere estar sola.

Le entrego la copa de vino y agradece.

-Si necesita tiempo, ¿porque en esta casa?

-No voy a permitir que se meta en cualquier rincón de esta ciudad, prefiero que este los días o meses necesarios, pero que yo sepa que está bien cuidada. Le dejare con la nana y los escoltas para que estén pendiente de algo.

-Si tú lo decides. – alza los hombros. - Sabes que estoy para ti y prometo estar viniendo para que Emma no se sienta tan sola. Bueno, si ella me lo permite.

ESTARÉ CONTIGO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora