<< Si tú eres la chica de mis sueños, yo soy las legañas de los tuyos >>
XHELAZZ
Ace se dejó caer sobre el colchón de su cama. Cruzó las piernas, apoyó un codo en la rodilla y el mentón en la palma de la mano, sus ojos observando con sincera curiosidad a ____. Ella, por otro lado, no tenía idea de cómo esconder su nerviosismo del pecoso.
____ dejó el vaso de agua en la bandeja de la merienda y alzó la vista lentamente para cruzar miradas con el muchacho, quien la contemplaba con una sonrisa a la espera de una explicación, divertido.
-- No te preocupes, puedo sacar mis propias conclusiones -- rió Ace tras comprobar que ____ no tenía intenciones de hablar --. Veamos... -- se llevó un puño a los labios y frunció el ceño, fingiendo una expresión de concentración --, estás colada por él...
Aquello último lo dijo con un tono pícaro, ofreciéndole a la muchacha una sonrisa ladina y una mirada de complicidad. ____ sintió un nudo en el pecho, pero consiguió disimular su nerviosismo lo suficientemente bien como para no levantar más sospechas en el pecoso.
La joven se levantó ignorando el comentario del pelinegro con una sonrisa, dispuesta a desviar la atención de Ace hacia otro tema y comenzó a explorar su dormitorio, paseando los ojos por los estantes abarrotados de trofeos y figuritas de acción. Sus pies se detuvieron frente a la última leja de la hilera de estanterías que había distribuidas por la pared, sus orbes fijos en una fotografía que le llamó la atención. Extendió el brazo y examinó la imagen de cerca.
No le fue difícil reconocer al mejor equipo de baloncesto de la universidad a la que asistía. Los jugadores estaban agrupados -- algunos de pie; otros arrodillados --, formando dos filas y posando para el fotógrafo. ____ reconoció el rostro sonriente de Marco, quien rodeaba con el brazo los hombros de Thatch. Estuvo a punto de perfilar el contorno de su rostro con el pulgar, pero logró contenerse. Después distinguió al entrenador del equipo y profesor de educación física, Edward Newgate, que se encontraba a la derecha de los muchachos, sujetando un cuaderno de anotaciones. Todos vestían el uniforme del equipo y lucían unas brillantes medallas doradas a la altura del pecho.
-- Fue nuestro último partido -- la voz de Ace casi consiguió sobresaltar a la chica.
El pecoso se había levantado sigilosamente y se había colocado detrás de ella para observar la fotografía por encima de su hombro, nostálgico.
-- Antes de que todo se fuera a la mierda y me sometieran a la operación -- añadió. Su tono era monótono.
____ bajó la vista y localizó a Ace en la foto. Estaba en cuclillas, sonriente y abrazando una gran copa plateada mientras alzaba una medalla por encima de su cabeza. Tenía la frente perlada por el sudor -- a diferencia del resto de los jugadores -- y se le marcaban las venas en los antebrazos y el cuello.
____ se culpó por no haber sido capaz de reconocerle antes, ¿pero cómo podría haber imaginado que aquel chico de mirada distraída podía ser capaz de sonreír de aquella forma? Lo contempló detenidamente, reparando en todos los rasgos de su rostro y entristeció la mirada involuntariamente cuando advirtió que el pecoso era el único que parecía haberse sometido a un gran esfuerzo.
<< Ya estaba enfermo por aquel entonces... >> pensó apretando los labios, un nudo en su pecho.
Ace se situó al lado de la chica y frunció el ceño cuando reconoció su expresión. Ya había visto aquel gesto de lástima y pesadumbre en otra gente, y no pensaba lidiar con aquella actitud compasiva por más tiempo.
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𝐄𝐥 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐨 [Ace x Lectora]
De TodoEl destino de Portgas D Ace no era otro que el de convertirse en el mejor alero de la NBA, aquello era algo que el muchacho sabía muy bien. Sus habilidades, carisma y atractivo lo habían convertido en uno de los estudiantes más influyentes y deseado...