El destino de Portgas D Ace no era otro que el de convertirse en el mejor alero de la NBA, aquello era algo que el muchacho sabía muy bien. Sus habilidades, carisma y atractivo lo habían convertido en uno de los estudiantes más influyentes y deseado...
<< La gente que duda no puede poner en marcha sus propias capacidades y terminan destruyéndose ellos mismos. >>
YOSHIHIRO TOGASHI
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El médico tamborileó su taza de chocolate con los dedos, sus ojos plomizos desviándose hacia los tatuajes que le encriptaban la piel. De todas las peticiones que podría haberle hecho la muchacha, no esperaba que tuviera que contarle lo que sabía sobre la vida de Ace. De hecho, ni siquiera estaba seguro de que ____ quisiera escucharlo.
Se llevó la taza a los labios y dio un pequeño sorbo, disfrutando de la agradable sensación del líquido discurriendo por su garganta. Definitivamente, no había nada mejor que un buen chocolate caliente en un día nublado para aplacar el estrés y el cansancio de una intensa semana de trabajo en el hospital.
Se limpió las comisuras de los labios con una servilleta y volvió a cruzar miradas con ____, quien lo observaba con sincera expectación.
— Estás estudiando medicina. Conoces bien la Ley Orgánica de Protección de Datos. ¿Por qué vienes a preguntarme a mí?— suspiró.
La chica frunció los labios, comprensiva: entendía que Law intentase ampararse en la legislación sanitaria para esquivar el tema. A fin de cuentas, era un asunto bastante delicado. Lo más probable es que el azabache estuviera escondiéndole alguna verdad desagradable, pero la muchacha no esperaba otra cosa teniendo en cuenta todos los rumores que había escuchado sobre Ace.
— No necesito que me hables sobre su expediente médico— explicó ella antes de darle un sorbo a su taza.
Law arqueó las cejas, inquisitivo.
— Para eso podrías haber llamado a Sabo. O a Marco— insistió, recostándose en el respaldo de la butaca—. Cualquiera conoce mejor a Ace que yo...
— Estoy segura— se apresuró a refutar la joven— que Ace también les escondió la verdad durante un tiempo. Sé que todos llegaron a dudar de él en algún momento, y también que tú fuiste el único que se quedó a su lado cuando más lo necesitaba.
Law le sostuvo la mirada durante unos instantes, intentando descifrar las intenciones de la chica. No se había equivocado en nada de lo que había dicho, y aquello le daba a entender que estaba más preparada para deshilvanar el pasado del pecoso de lo que él había imaginado. Empezaba a comprender por qué había acudido a él.
— Necesito saber qué volvió a Ace tan inseguro. Necesito entender por qué decidió ocultarme algo tan importante— declaró ____, los puños apretados sobre su regazo—. De esa forma, creo que estaré preparada para volver a mirarlo a los ojos y tomar una decisión.
Law asintió levemente con la cabeza antes de inspirar profundamente y esquivar la mirada de la muchacha, pensativo. Sí, ____ no pretendía descubrir los detalles sobre el cáncer de Ace, ni había quedado en aquel café con él para pedirle consejo sobre el asunto. La joven solo quería conocer la verdad a través de los ojos del cirujano para saber cómo filtrar sus emociones la próxima vez que se encontrase con el pecoso.