𝐄𝐥 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐨 [Ace x Lectora]

CAPÍTULO 20

<< Quiero decirte "te quiero" como si un niño pequeño no lo hubiese hecho jamás. >>

BERET 

____ tuvo que hacer un acopio de toda su fuerza de voluntad para seguir con los ojos clavados en su plato, en un vano intento por ignorar los comentarios de su madre a Sabo, los cuales estaban empezando a poner nervioso al rubio. El comportamiento de la mujer era similar o incluso peor que el de Luffy cuando Sabo rondaba en un radio no superior de un kilómetro, y eso ____ lo sabía perfectamente. 

En segundo lugar, la presencia de Deuce la incomodaba bastante, aunque debía reconocer que la historia que encriptaba la prótesis del muchacho había despertado su curiosidad. Había tenido que ahogar una exclamación de sorpresa cuando el peliazul había mostrado la nueva pierna que le habían regalado los avances tecnológicos, y aunque la joven había tenido la oportunidad de contemplarla durante lo que Deuce tardó en narrar su historia, lo cierto es que se moría de ganas por pedirle al chico que volviese a subirse el pantalón por encima de la rodilla para observar los mecanismos de la prótesis. 

Y como si la actitud infantil de su madre y la incomodidad que le producía la presencia de Deuce no fueran ya suficiente, estaba cenando en la misma mesa que Portgas D Ace. ____ casi había conseguido excusarse de la cena gracias a los exámenes de la universidad para esconderse en su cuarto hasta que pasara el peligro, pero Sabo había insistido en que los acompañara, a lo que no pudo negarse. 

Al fin y al cabo, ¿qué culpa tenía Sabo de que su hermano fuera un provocador insolente?

____ masticó tediosamente el trozo de carne que ya llevaba un rato haciéndose una pasta intragable en su boca y se aventuró a levantar la vista de su plato por segunda vez, pero volvió a bajar la mirada cuando sus ojos se toparon con Ace. 

Se sentía verdaderamente estúpida. ¿Cómo podía ponerla tan nerviosa sin ni siquiera mirarla?

Y es que, para el desconcierto de la muchacha,  Portgas D Ace no se había molestado en volver a hablar con ella desde que intercambiaron sus últimas palabras en el pasillo. Se había sentado frente a ella y se había limitado a escuchar y hacer alguna intervención durante la animada conversación que mantenían Sabo, Deuce y la madre de ____. No había hecho ningún comentario insinuante, ni había bromeado con ninguna estupidez, ni espiaba furtivamente a la chica frente a la que se había sentado. Se dedicaba a comer tranquilamente y a sonreír cuando Sabo o Deuce se tomaban el pelo el uno al otro.

De hecho, ____ casi pensó que estaba ante un muchacho normal y corriente que aparentaba la madurez que implicaba su edad, casi. 

-- ¿Te pasa algo, ____? -- la voz de su madre sacó a la chica de su ensimismamiento --. Estás muy callada.

La joven alzó la vista y sus ojos se cruzaron por primera vez con los de Ace, quien la observaba expectante. Ella solo trató de ignorarlo.

-- No es nada -- y sonrió al tiempo que hacía un gesto con la mano para quitarle importancia --. Química me lleva un poco de cabeza, eso es todo.

-- Medicina tiene que ser horrible -- añadió Sabo, comprensivo.

-- Bueno..., no es tan mortal si te gusta lo que estás aprendiendo -- reconoció la chica mientras se encogía de hombros --. Pero es verdad que una acaba por perder la cabeza con tanto estrés.

Ace arqueó ambas cejas en un gesto de indiferencia y volvió a centrar su atención en el plato, donde aún descansaban unos trozos de carne. Los hizo girar en el plato con el tenedor, aburrido, y exhaló sonoramente por la nariz.