BAEKHYUN
Si bien era cierto que quería dormir una semana entera sobre ese colchón para que mis piernas no se rompieran en mi primer intento por caminar después de haber abortado, también quería levantarme de la cama porque el olor a sangre se me estaba haciendo insoportable. Tal vez yo lo sentía demasiado potente porque provenía de mi cuerpo y había estado rodeado de aquel líquido rojo por mucho tiempo. O tal vez yo sí estaba sangrando bastante y a eso se debía el olor.
De todas maneras, no tenía ni siquiera fuerzas para rodar sobre mí mismo para asegurarme de que no había ninguna mancha debajo mío. Lo único que podía hacer era esperar con fuerza a que nadie más entrara a la habitación y el olor a sangre me delatara.
Como ya había pasado con KyungSoo en la mañana.
Hasta el momento, él no había vuelto a aparecerse por el lugar y nadie más se había molestado en reclamarme o hacerme compañía, así que supuse que el de ojos grandes había hecho un buen trabajo cubriendo mi delito. Solo fue hasta entrada la tarde que la puerta se abrió y por ella entró el susodicho.
No tenía mirada de pena -lo que agradecí bastante interiormente- mientras se dirigía hacia mí después de cerrar la puerta detrás de él. Se sentó sobre el colchón, haciéndome sacudir un poco por su peso, y luego se sacó un celular del pantalón.
—Debemos volver a llamar a los chicos. —Me avisó en un susurro—. Hemos podido volver a robarle el celular a YiFan y...
—¿Dónde está SeHun? —pregunté aún acostado, quitándome el cabello de la frente que se había pegado debido al sudor.
—Con YiFan. Lo está distrayendo. —El silencio después de su frase me permitió escuchar el sonido del agua caer en la ducha. Levanté una ceja como preguntándole a KyungSoo cómo carajos había logrado convencer a SeHun de que tuviera sexo con YiFan si ahora lo odiaba—. Lo que sea, debemos llamar de prisa.
—¿Vas a decirle a alguien sobre esto? —inquirí sin poder evitarlo, porque el tema cada vez me estaba preocupando más. Ese olor a sangre no se iba...
—Ellos se van a dar cuenta tarde o temprano. —KyungSoo bufó—. En cualquier caso, cuando lo sepan ya no van a tener nada qué reclamarte. Ya te has deshecho del bebé. —Seguramente una mirada de culpa se cruzó por mi cara, porque la sonrisa del de ojos grandes se ensanchó—. ¿Ya sabes si has matado a una niña o a un niño?
—Para —amenacé con un tono más seguro del que esperaba. El más bajo sintió aquello y, sorprendentemente, me obedeció.
—Vas a estar bien. —Me aseguró él borrando esa sonrisa cínica que lo caracterizaba.
Luego dejó de prestarme atención. Así era KyungSoo: las personas no significaban un verdadero problema para él, a menos que tuvieran piel morena y se llamaran JongIn. Decidí sacudirme la molestia de encima, porque a pesar de que el de ojos grandes tuviera una desagradable manera de echarme cosas en cara, al menos me estaba ayudando a cubrir temporalmente mi delito.
Salí de mi letargo cuando escuché un beep en el altavoz. Me concentré en el teléfono, pensando que escuchar la voz de ChanYeol me sería de gran ayuda. Pero los timbres continuaron y nadie descolgaba al otro lado de la línea. Una vez el buzón de voz saltó, KyungSoo maldijo en voz baja.
Marcó a otro número, moviendo frenéticamente una pierna en señal de ansiedad. También se mordía las uñas nervioso, lo cual se intensificó cuando el teléfono avisó que nadie contestaría la llamada. KyungSoo siguió marcando como loco, mientras yo solo lo miraba desde el colchón con expresión preocupada.
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Margen Penitenciario de Tonalá
Fanfiction《 Te voy a sacar de éste horrible lugar. 》 Eso fue lo que ChanYeol le había prometido a BaekHyun, y a pesar de que las cosas se pusieron complicadas en el proceso, al final cumplió con su palabra. Ahora uno estaba adentro y otro estaba fuera. Debían...