C. 21

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— No no tenemos tiempo, quiero ver mas. — lo tome de la mano y seguimos con nuestro recorrido.

— Pués yo ya tengo hambre, ¿Quieres cenar? —
— Bien sûr. — sonrei. Subimos a una tranvía, estas si las recordaba paseaba en ellas diario junto con mis padres.

— Iremos a... — No deje que terminará la oración.

— Subamos en el Rivertrant Line, ese nos dejara en el Mercado Francés. — señale la tranvía que llegaba a nosotros.

— Bueno, vamos. — sonreimos y subimos. El recorrido fue espectacular. Llegamos y si no conocen el Mercado Frances deben saber que aquí hay variedad de restaurantes.

La calle estaba llena de Restaurantes, Tiendas, Lugares de Música, Artesanía, etc. Llegamos a un café, "El Café Du Monde" al entrar una chica de piel negra nos atendió con una gran sonrisa.

— Bienvenue au café du monde. ¿Les puedo ayudar en algo? —

— Gracias, si queremos una mesa. — hablo Jack yo sólo escuchaba.

— Acompeñenme. — entramos y aun por dentro era mas hermoso. — Como pueden ver es el cafe con el autentico aroma de Nueva Orleans. — tomamos asiento en una mesa de madera con mantel blanco. — ¿Qué les traigo?

— ¿Nos recomienda algo? — pregunto mirando la carta.

— Bien, les recomendaría el cafe Qu Lait con un Bergnet. — frunci el ceño. — Es una especie de Torta frita o buñuelo dulce característico de Nueva Orleans.

— Yo quiero eso. — sonrio y la chica igual.

— Dos por favor. — la chica se retiró y yo mire alrededor sonriendo juntando mis manos por debajo de la mesa. — ¿Te gusta? —

— ¿Es una pregunta sería? Jackson claro que me gusta, me encanta. —

Esperamos unos minutos, después llegó la misma chica con dos platos que olían extremadamente bien. Se me hiso agua la bova en cuanto los dejó en la mesa.

— Que lo disfruten. — agradecimos y comenzamos a comer, ¡Por Dios! esto es el paraíso jamás había comido tan bien.

Después de cenar, tomamos una copa y salimos del lugar despidjendonos de la chica. Miramos el lugar y las luces ya estaban prendidas alumbrado las calles repletas de gente.

— ¿A donde quieres ir? — miro a jack.

— Creo que ya es un poco tarde, ¿No? —

— Por favor Elsa, somos jóvenes. — levanta las manos al aire para dejarlas caer sobre sus piernas.

— Esta bien, Llévame a un lugar mágico. — río.
— ¿Más mágico que esto? Eso es imposible, pero vamos. — caminamos unas calles más y disfrutamos de la buena música que sonaba, bailamos unos momentos y después comprobamos cada cosa que encontrabamos en los puestos.

Parecía que Nueva Orleans jamás descanza, miramos la hora ya pasaba más de la una. Jack me llevo a casa, me despedí de el y cerré todo con llave. Me Di una ducha con agua caliente para ponerme la pijama y dormir, fue un día muy largo y hermoso.

Desperté aun con sueño, la noche anterior habían sido agotante . Levanté la mirada mirando el reloj de mesa, marcaba las 7:30, ¡7:30, demonios ya era tarde! Me levanté dando brincos causando que calle da de la cama.

Corrí al baño y me cepillo los dientes, salí y me puse lo primero que mire, salí acomodandome el cabello con los dedos entre al auto y puse marcha, conduci tan rápido que casi chocaba. Al llegar estacione y salí corriendo a la primera clase pero ya no importaba ya había empezado.
— Señorita Arendell, regrese mañana. — rodé los ojos enojada.

Camine al baño pues no tenía que hacer durante esa hora, comenze a maquillarme sólo lo habitual, labial, rimel. Salí y camine a la cafetería, pedí un café ya que gracias a que no sonó la alarma no desayune nada.

— Elsa, ¿Qué haces aqui? — miro a rapuncel.

— Llegue tarde y la vieja de matematicas no me dejo entrar. — suelto un suspiro. Ella toma asiento frente a mi mientras acomoda su largo cabello rubio perfecto. — ¿Y tu?

— Bueno, estoy convocando a jóvenes a que se unan a la causa de la protección del medio ambiente. — sonríe.

— Suerte con eso. — tomó mi café y le doy un gran sorbo.

— El Café te puede matar. — la miro frunciendo un poco el ceño. — te puede provocar una enfermedad en el riñón.

— Punzi, Punzi dejame, de todos modos iras a mi entierro. — sonrio.

— Por que no mejor tomas té. — niego con la cabeza.

— Amo mi café. —

Después platicamos de otra cosa, la hora se fue y decidí mejor ya no ir a las clases. Salí conduciendo a mi casa. Pero lo pensé mejor y decidí ir a trabajar, no me toca pero no tengo nada mas que hacer.

Trabajo en un pequeño restaurante, sólo las horas libres. Tiana es amiga de mi tia y ella aceptó darme trabajo para sobrevivir al menos hasta que cumpla 18. Es muy buena persona, es una mujer de color y tiene dos hermosos hijos.

— Elsa, ¿Qué haces aquí? Te toca hasta mañana. — mire a Tiana.

— Lo se, ¿No tienes algo? — pregunte esperanzada de que me dijo era que si.

— Bueno, Carolina no vino ya tiene dos semanas que no viene a trabajar y necesito alguien que me ayude. — sonrei.

— Gracias Tiana. — tome el mandil y la libreta para comenzar. — Espero y Carolina se recupere.

La mire asentir, salí tomando las ordenes de varios que estaban. Traía y llevaba bandejas, era muy fácil hacer esto bueno al menos para mi. Al terminar mire la hora, ya eran más de las 10 y las propinas el día de hoy habían sido buenas.

— Bien, ya me voy. Gracias por dejarme tomar el turno de Carolina, Tiana. — la mire y tome mis cosas.

— No hay problema. Descanza. — salí y encendí el auto, puse marcha la calle estaba húmeda había llovido sólo un poco. Al llegar a casa la chica de la recepción me detuvo.

— Señorita, tiene un paquete. — la mire confundida, ¿Será otro de Hiccup?

— Gracias. — Lo tome, era más grande que el otro. Camine al elevador y presione el botón "17". Espere, al llegar abrí mi puerta deje el paquete en el sillón y comenze a abrirlo.

Al quitar la tapa mire la nota que estaba escrita en una linda ortografía.

" Espero y te guste." Jack. — sonrei y saque lo que estaba adentro, era un vestido hermoso. Al sacarlo se calló otra nota, la tome: — "Paso por ti mañana, iremos a bailar".

Sacudi la cabeza, lo saque y lo mire era precioso, era color negro con encajes, sin mangas y tenía la falda ampona, sinceramente estaba precioso.


Enamorado De Elsa Arendell JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora