C. 31

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El agente mantenia esa mirada profunda y seria. Eso debe ser es parte de su trabajo pero en ese momento no era buena idea. Jack estaba nervioso y con la mirada del agente frente a frente el nerviosimos aumentaba.

— Vamos, dijimos 10 minutos. Ya habla. — el agente Thompson comenzaba a desesperarse, pero mientras Jack pensaba en enemigos de Elsa.

— En la escuela hay una chica, su nombre es...Astrid...Astrid Borjam. — el peliblanco volvio a tragar saliva. — Ella ah odiado a Elsa desde el primer dia de clases.

— De acuerdo. — el agente anoto el nombre en una hoja de papel. — ¿Sabes mas? ¿Si la amenazo o algo por el estilo?

— No. — nego con la cabeza varias veces tratando de evitar que las lagrimas salieran de sus ojos.

— Esta bien muchacho. Te dejaremos ir, pero cualquier otra cosa avisanos. —

Jack salio de la comisaria y se dirigio a su casa para darse una larga ducha de agua caliente. Con la cabeza baja y el agua cayendo por su cuerpo tonificado se puso a pensar en todo lo que habia sucedido.
Pero cada vez que cerraba los ojos recordaba la escena. Era algo que no lo dejaria tranquilo ppr un buen tiempo.

Salio con la toalla envuelta en su cintura. Las puntas de su cabello goteaban, aun desnudo se dirigio hasta su cama para tomar su pijama, el telefono vibro en la mesita de noche llamando la atencion del desnudo peliblanco, se acerco y lo tomo miro la pantalla unos segundos para despues contestar.

— ¿Quien habla? —

Hola Jacky. ¿Como estas? — inmediatamente reconocio la voz, era Astrid.

— Astrid, ¿Que quieres? —

Solo queria saber como estas.

— Estoy bien, gracias por preocuparte.

— ¿Y Elsa?

¿Porque preguntas por ella?

— Quiero saber como sigue, supe lo de su accidente y solo queria...

Astrid, ¿Tu tuviste algo que ver con el accidente de Elsa?

— ¿Que? Claro que no. Admito que no me cae bien, pero jamas le haria daño. Bueno de esa manera no. — sin saberlo, Jack noto cierta sinceridad en sus palabras.

— De acuerdo Astrid.

Se que no me crees, pero debes hacerlo. Jamas le haria daño a una persona de esa manera, soy una perra no una asesina ni una loca.

— Agradesco tu sinceridad Astrid. Gracias.

De nada, y si hay algo con lo que pueda ayudar. Dime.

Gracias Astrid.

Jack colgo la llamada y tomo asiento en el filo de la cama. ¿Estara diciendo la verdad? No se sabe. Tomo su ropa y se cambio para dejarse caer sobre las sabanas azules de su cama.

Jack.

Ya habian pasado 4 meses desde el accidente de Elsa. La policia investigó a fondo todo le caso, al final se descubrió que fue un accidente solamente, nada estuvo planeado ni fue a propósito. Al menos eso fue lo bueno de todo, Elsa seguia en estado de coma solamente que ya estaba fuera de peligro, la visitaba de vez en cuando despues de la preparatoria.

Hoy iria a verla, solo faltaba 10 minutos para poder salir de la maldita clase de literatura.

— Bien, chicos para el proyecto del semestre final tendran que traer un poema escrito por ustedes mismos a mano, lo podran hacer para alguna persona especial o de lo que quieran. Solo quiero que expresen todo lo que sienten. — eso me dio alguna idea. — Ya pueden retirarse.

Todos salimos, yo salí directamente al estacionamiento. Sentía como el corazón me latía a mil por hora, aunque Elsa este en el hospital me sigue gustando, sigo enamorado hasta los huesos de ella. Gire a la derecha y sentía mucho más los latidos de mi corazón, una sonrisa en mi rostro que no se puede borrar, para algunos se que sere un idiota con la mente en las nubes, un tipo sin sentido en esta vida que solamente le interesa las fiestas, las mujeres y tener a todos a su merced. Pero no, todos tenemos un corazón el cual late por la persona que uno ama, que cuando le hacen algo le duele en el alma. Si, ese tipo de chico soy yo.
El hospital hoy estaba lleno, camine a la recepción y pregunte si ya estaba la hora de visitas. Ella solo me dijo que esperara un momento.

— Bien, joven ya puede pasar. — agradeci y camine hasta el cuarto de Elsa.

Al entrar pude ver que ella se veia mejor, ya no estaba conectada ah tantos tubos como al principio. La habitación solo se escuchaba el sonido del aparato que mantiene a Elsa viva, cerre la puerta con cuidado, me acerque a ella y acaricie su cabello con cuidado, su cabello rubio platinado que en el momento que la conoci le brillaba mas que el propio sol, esos ojos azules ahora estaban cerrados y esos labios rojos que ya han perdido su color.

— Elsa... — susurre. — Se que me escuchas, por favor despierta. Vuelve conmigo, vuelve con nosotros, regresanos esa alegría. — me acerque a su rostro. — Te extraño, te amo.

Bese su frente y segui hay mirandola sin hablar con la esperanza de que ella abriera sus ojos, la media hora paso. Al salir me encontre con Hiccup.

— La extraño, hermano. — susurro mientras nos despegabamos del abrazo.

— Yo tambien.

— Bien, voy a verla. — asenti y camine hasta la salida. Al llegar a mi auto decidi esperar a Hiccup, queria platicar con el un momento.

Subi al auto y espere a que su media hora terminara, al poco tiempo lo vi salir. Me encamine hasta el, se sorprendio un poco al verme aun hay.

— ¿Que sucede? — negue con la cabeza.

— Queria saber si quieres ir a un bar, necesito hablar contigo.

— Claro.

Subimos a mi auto, Hiccup no trajo el de el haci que fuimos juntos al bar cercano al hospital. Entramos y todo estaba lleno, encontramos una mesa al rincón sola y justamente con dos sillas. Tomamos asiento y pedimos dos cervezas. Sabia que con Hiccup podia desahogarme, el era el mejor amigo de Elsa, pero tambien el mío. Jamas pense necesitar tanto a un amigo.

Les pido disculpas por no haber publicado capitulo. Pero lo que sucede es que me quede sin ideas y hasta ahorita se me prendió el foco. Espero y lo disfruten, besos. ❤

Enamorado De Elsa Arendell JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora