C. 28

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— ¿Son mis papas? — hablo con su delicada voz ronca.

— Si, mi amor. — mama se acerco y acaricio su cabello. — Estas muy guapo.

Evan los abrazo y se solto a llorar. Yo tambien, papá me jalo y me unio al abrazo.

Esto era increiblemente raro. Tantos años sin saber de ellos y ahora aparecen.

Evan quedo dormido y mi tia lo llevo a la cama, yo me quede para hablar con ellos.

— Como es eso de que no estan muertos, digo yo crei eso por mucho tiempo. — dije al recordar todo.

— La verdad. — mamá tomo mi mano. — Eso tuvieron que hacer, llevabamos una vida muy complicada y peligrosa.

— Si, tu tio nos habia amenazado. Y teniamos miedo. —

— Pero...¿Por que no los denunciaron? ¿Por que dejaron que mi hermano y yo pasaramos ese maldito infierno? — solte su mano recordando.

— Lo sentimos... — dijo mama ya con un hilo de voz. — No sabes cuanto estamos arrepentidos.

— Ustedes no saben todo lo que pase. Todo lo que soporte por parte de mi tio, tratando de proteger a Evan. — estaba tan molesta que para hablar apretaba los dientes.

— Elsa, hija. — volvio a tomar mi mano. — Solo quiero y espero que algun dia nos perdones. Ahora sabemos que hicimos mal al querer protegerlos.

— No saben cuanto decee haber estado muerta.

— No digas eso cariño. —

— Es que no saben. — limpie mis mejillas y respire hondo. — Para mi, nunca fue vida la que tenia. Pero solo seguia en pie por evan, por el solamente.

Despues de haberme tranquilizado y haberles explicarles todo lo que pase en compañia de mi tio el sueño me vencia, sin saber ya se habia hecho de noche.

— Se pueden quedar aqui. — mi tia salio de la cocina con una taza de cafe.

Yo asenti y fui a la habitacion de evan, me recoste a un lado de el y cerre los ojos tratando de dormir. Un rato mas senti humeda mi cien y sabia que me habian dado un beso, abri un poco los ojos y mire a mama. Y despues volvi a quedarme dormida.

Ya habia amanecido y tenia clases. Me levante para ducharme y cambiarme, desperte a evan y lo meti a bañar, despues yo. Sali secandome el cabello.

— Elsa, vamos papa y mama nos esperan. — escuche a evan. Es tan increible la inocencia de un niño.

A veces quisiera ser una niña de nuevo, sin preocupaciones, sin la necesidad de pensar en que voy hacer cuando sea mayor, ni nada por el estilo. Simplemente sintiendo esa libertad. Pero sin darme cuenta mi niñez paso como agua que lleva el rio, no recuerdo una sola vez que haya reido, jugado con muñecos o haber salido a un lugar despues de haber perdido a mis padres.

Sin saberlo mi infancia habia desparecido de mi vida. Baje despues de haberme arreglado y mire a esas dos personas que tanto me hicieron falta.

— Hija, te ves hermosa. — mama tomo mis manos y retrocedio para mirarme.

— Gracias, mama. — sonrei de lado.

— Creo que ya estas en la universidad, ¿No? — negue con la cabeza.

— No, aun me falta un año. — caminamos al comedor, papa estaba haciendole cosquillas a mi hermano y ahora veo el gran parecido en ellos.

— ¿Y ya sabes que quieres estudiar? —

Enamorado De Elsa Arendell JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora