C. 9

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¿Por qué un adolescente que es responsable no puede divertirse de vez en cuando?
Esa pregunta deberían hacérselas todos los días los adultos.

Después mi muy buena charla con mi papá subí a mi habitación sin encender ninguna luz y teniendo las ventanas y cortinas cerradas, me acosté sobre el colchón y solo lleve mi mirada al techo imaginando inconscientemente el rostro de Elsa, sonreí y seguí así por un buen rato.

El ruido en la puerta de mi habitación me saco de mis pensamientos.

— mi amor...— la suave voz de mi madre inundó mis oídos. — ¿Estás hay?

La puerta se abrió de a poco y al darse cuenta de lo oscuro que estaba encendió las luces rápidamente, su mirada llegó hasta mi donde hice una mueca y tape mi rostro con mi antebrazo ante la cegadora luz.

— Mamá, apaga la luz. — gruñi y me removí de mi lugar.

— Jackson, por dios me asusté. — se dirigió hasta mi, se sentó a la orilla de la cama poniendo su mano sobre mi pie. — Cariño, solo vengo a decirte que no te preocupes por tu padre. El solo quiere lo mejor para ti.

Sus ojos azules claros que con amor me miraban estaban tristes, una pequeña sonrisa se formó en su rostro. Me enderece en mi lugar bajando la mirada.

— Lo se, pero mamá...— levanté por un segundo la mirada. Pero la desvíe casi inmediatamente. — Mi padre a veces es muy duro conmigo, no sé si no se da cuenta de todo el esfuerzo que le meto a los estudios, la dedicación en el equipo de fútbol...— un nudo se formó en mi garganta.

— Claro que lo hace — su blanca mano se posó en mi mejilla dándole una suave caricia — a su manera pero lo hace.

— Solo quiero que un día tan solo un día me diga que se siente orgulloso de mi, no solo por llevar buenas calificaciones si no por todo. —

— Ese día llegará, ya lo verás. — me acercó más a ella donde me abrazo como cuando tenía cinco años y lloraba por un pequeño raspón en mis rodillas.

Esos abrazos que aunque duren unos minutos sientes que duran toda una vida, de los cuales no quisieras perder nunca, con los que vives con miedo de que de pierdan, por qué aún que nos cueste admitirlo nadie es para siempre y nadie vivirá tanto tiempo como quisiéramos.
Es hay donde comprendes que si tienes a tu mamá tienes todo.

(•••••••••••••)

— Jackson, ¿me estas escuchando? —

— ¿Eh? — sacudi mi rostro a la peliplateada parada justo frente a mi. — lo siento, estaba.... — rasque mi nuca nervioso

— No te preocupes, solo estaba diciendote que... — mordio su labio inferior bajando la mirada nerviosa. — nada, solamente olvidalo quieres.

Sacudio su mano en forma de despedida dando media vuelta para alejarse, inmediatamente la tome de la muñeca haciendola girar.

— ¿que pasa, dime? — insistí pero tan solo se soltó de mi agarre.

— Nada, fue una estupidez, de verdad no tiend importancia. Nos vemoz jack. — volvio a irse, ahora me siento como un idiota por haberme quedado como un tonto cuando me estaba hablando y no le puse atencion.

Es como si su tan sola prescencia hiciera que el mundo se detuviera.

Las clases terminaron.

Enamorado De Elsa Arendell JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora