C. 20

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Al salir mire alrededor, cerca de la escuela pasaba un carnaval. Eso era lo que me gustaba de Nueva Orleans, sus grandes carnavales, desfiles todos llenos de color, música y alegría. Observe encantada el desfile mientras sonreía ya había pasado mucho desde que disfruté de un desfile así, sentí la presencia de alguien más.

- Es hermoso, ¿No? - mire a Jack.

- Si, hace tiempo que no veía uno. - acomode la mochila que se resbalaba de mi hombro.

- Bueno, ¿Qué tal si en vez de estudiar salimos hoy? - rei.

- No, tenemos que estudiar, bueno al menos yo. - retrocedi tome camino a mi auto.

- Vamos Arendell, el profesor te dio un mes. - levantó las manos al aire.

- Lo se, por eso quiero estudiar. - abrí la puerta.

- Paso por ti a las ocho, iremos a un lugar que te gustará. - rodé los ojos.

Subí al auto y me marché, mire por el espejo y sonrei. Al llegar a mi departamento la señprita de la recepcion me detuvo.

- Señorita, le llegó un paquete. - Me acerqué a ella un poco confundida.

- ¿Sabe quien lo envió? - pregunte al mirar que no había nota, sólo un listón color azul.

- No, lo siento. - asenti.

- Gracias. - camine al elevador mientras miraba la gran caja color azul turquesa con un listón en un perfecto moño azul.

El elevador se detuvo en mi puerta, abrí y arroje la mochila a un lado. Subí a mi cuarto y deje el paquete sobre la cama, me senté y lo observe, decidí abrirlo.

Al retirar la tapa estaba una nota blanca que decia: "Disfruta la ropa" atte: Hiccup.

Sonreí, quite el papel que lo cubría. Tomé la primera prenda, era un vestido hermoso, las siguientes eran blusas, shorts y pantalones. Tomé el teléfono y me senté con las piernas cruzadas sobre la cama.

Marqué su número y espere sonriente a que contestará.

- ¿Hola? - escuche del otro lado de la línea.

- Hola, Hiccup sólo llamaba para darte las gracias por la ropa. - mordi mi labio - No te hubieras molestado.

- Sabes que te amo mucho. Y esa es mi forma de agradecerte. -

- Te quiero mucho Hiccup. - escuche una risa.

- Yo también pequeña, mucho. - termine la llamada y recordé que tenía un compromiso esta noche, mire la hora me pase dos horas probandome la ropa el reloj marcaba las 7:30.

¿Porque siempre se me hace tarde? Corrí a la ducha, al salir escogí un atuendo que Hiccup me había regalado, era fresco y lindo. Termine de cepillar mi cabello cuando el timbre sono, tome mi cartera y salí. Mis tacones resonaban en el suelo de madera. Abrí la puerta y me encontré con Jack, vestido formal.

- ¿Lista? - Lo mire disimuladamente, llevaba una camisa negra ajustada desabrochada del botón de arriba dejando ver un poco su pecho. Un pantalón de vestir negro igual ajustado y su saco.

Asenti, salí y entramos al elevador. Ninguno de los dos dijo nada. Subimos a su auto y el conducio por las alegres calles de Nueva Orleans.

- ¿A donde iremos? - rompí el hielo.

- ¿Conoces el Barrio Francés? - me miro de reojo.

- Eh oído hablar de el, pero no lo conosco. - el soltó una pequeña risa.

- Eres de Nueva Orleans y no sabes de el. -

- Por si no lo sabes no eh vivido toda mi vida aquí. - reí y mire por la ventana.

Llegamos a un colorido y hermoso lugar, había demaciada gente por todos lados. Bajamos y comenzamos a recorrer el lugar mientras observaba las calles y los puestos.

- Este, es el Barrio Francés. Limitado por el río Mississippi, Rampart Street, la calle Cancil y Esplanade Avenue. - Yo mire al alrededor. - Deja que un chico de Nueva Orleans te de un pequeño recorrido.

Volvimos a caminar, había demaciados hoteles, bares y discotecas. Se veía perfectamente que era un sitio donde podrías caminar horas y horas. El sitio era hermoso los balcones de esquina con hierro forjado especialmente trabajados y los espléndidos colores que se depositan en las fachadas.

- Este lugar es hermoso, no sabía lo bello que era mi ciudad. - hable observando un gran hotel frente de nosotros.

- Y aun falta, mis calles favorita para recorrer son Saint Louis que tiene hermosos frentes. - señaló a sí derecha donde increíbles edificios se levantaban a nuestra vista. - Royal Street, que por cierto es la favorita de mi madre.

Yo lo mire frunciendo el ceño. - ¿Cómo?

- Ven, vamos. - caminamos un poco más hasta topar con la famosa calle, entramos y ya sabía el por que. - Como puedes ver hay demaciadas tiendas de antigüedades y galerías de arte. - señaló yo sólo miraba asombrada. Las galerías con balaustrados de hierro forjado o de madera eran hermosas.

- Entiendo. - Lo mire de nuevo el me sonrio.

- Sigamos. - tomó mi mano y me jaló hasta la otra esquina de la calle, desfiles pasaban ante nuestros ojos. - A Nueva Orleans le apodan "La Ciudad De La Luna Creciente" Fue fundada por franceses, pero en realidad tiene una rica mezcla de españoles, africanos, caribeños, irlandeses. -

- Oh, ¿Y tu hablas algún idioma de esos? - Lo mire el fruncio los labios pensando.

- Hablo francés y español. Sólo un poco del español. - reí.

- Haber dime algo en francés. - tropecé con una piedra el me sujetó y reímos.

- Bueno, Tu es la plus belle femme du monde. - hablo muy tranquilo.

- ¿Qué significa? - nos detuvimos.

- Que tu eres la mujer más hermosa del mundo. - tomó mi mentón y se acercó yo me separe riendo y lo jale a un lugar que no se donde es.

- ¿Cómo sabré que la traducción es real? Quizá me insultaste y no lo sabía. - camine de espaldas mientras reía y jugaba.

- Traducelo en tu teléfono si quieres. -

- Mmm, esta bien te creeré. Haber dime algo más. - tome asiento en una piedra que estaba justo en medio de una plaza.

- Je veux savoir pourquoi diable êtes-vous si bipolaire. -

- ¡Oye! Yo no soy bipolar - gruñi y tape mi boca.

- Aguarda, ¿Cómo sabes lo que dije? - se acercó a mi yo baje de la piedra y corrí, pero malditos tacones.

- No, no lo se. - levante las Palmas en forma de defensa.

- ¿Entonces? - se cruzó de brasos.

- Bueno si, me descubriste si se hablar francés, también irlandés, y español. - me levante de hombros. - Es una larga historia. - camine por la calle mirando los puestos.

Enamorado De Elsa Arendell JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora