KATE
Estoy resignada, no sé ni cuánto tiempo ha pasado desde que estoy aquí. Mi padre continuó cortando diversas partes de mi cuerpo con su cuchillo y golpeándome. Estoy muy dolorida y duermo sobre mi propia sangre; el olor aquí es inaguantable. Me siento tan débil...
Espero que entre de nuevo a golpearme pero no es así. Siento gritos, disparos, golpes y pisadas. ¿Qué ocurre? Tengo mucho miedo. Se abre la puerta de golpe y veo a James, ¿qué hace aquí? No sé qué pensar pero todos los dolores y el miedo que tenía hace unos segundos desaparecieron por completo. Él no hace nada, sólo está ahí parado, pálido, mirándome como si fuese una pesadilla, hasta que decide acercarse a paso muy lento.—Por Dios, Kate, ¿qué te ha hecho? —pregunta con un hilo de voz apenas audible al borde de las lágrimas.
—James —es lo único que logro pronunciar, ya no me queda voz de tanto gritar, tenía los labios tan hinchados y agrietados por las golpizas, que me dolía mucho abrir la boca.
—Esto es mi culpa, si hubiese ido detrás tuyo... Por favor, Kate, perdóname. No supe qué decir porque yo también te amo —confesó. Quería abrazarlo y no soltarlo nunca.
—Ven —dije y él obedeció, se fue acercando lentamente mirándome a los ojos.
—Te amo Kate, no puedo vivir sin ti, casi me muero cuando supe todo esto —al finalizar la frase me besó, fue un beso lento pero lleno de sentimientos, aunque tuve que detenerlo porque no aguantaba el dolor.
—L-lo sien-to J-ames m-me due-le —confesé, él sólo se limitó a asentir mientras una lágrima recorría su rostro.
Me desató y cargó en sus brazos, no sabía donde colocar sus manos ya que estoy repleta de heridas.
—Avisaré a los policías que te tengo y te llevaré urgente a un hospital —me dijo. Cierro los ojos, aspiro su perfume y me dejo llevar.
JAMES
—¡La tengo! —grito mientras corro hacia los policías con Kate en mis brazos inconsciente.
—Muy bien, el señor Raison tendrá lo que merece, hay pruebas suficientes para que le den cadena perpetua —me comunica el policía y se marchan con ese bastardo a donde pertenece.
—Vamos, cariño. Resiste —le susurro al oído, estaba destrozada, casi irreconocible.
La dejo recostada en el asiento de atrás y me dirijo al hospital. Entro corriendo con ella en brazos gritando.
—¡Alguien que ayude a mi mujer, por favor, está muy mal!
Enseguida vienen enfermeras con una camilla y un doctor.
—¿Qué le ha pasado? ¡Está destrozada! —dice mirándome como si yo lo hubiese hecho.
—¡No me mire así que yo no he sido! El bastardo que la secuestro ya se encuentra tras las rejas —finalicé fulminándolo con la mirada.
—Le suturaremos las heridas y haremos varios estudios para asegurarnos de que no haya daños internos, por favor espere aquí. —Me señala una silla y entra a la sala donde atenderán a Kate.
(***)
Mi cabeza no para de dar vueltas, hace ya siete horas que Kate ingresó, no me dejan verla y tampoco saben darme información. Estoy muy angustiado, pero de algo estoy seguro, no dejaré que se marche, debo estar con ella; sé que es una mujer fuerte y saldrá adelante.
No pienso dormir, me la paso caminando de un lado a otro, salgo afuera y miro las estrellas rogando a mi familia que la proteja.
La noche pasa y ya son las nueve y media de la mañana, el doctor sale y corro hacia él, pero su rostro me informa que nada bueno ha sucedido.—Por favor, deme buenas noticias —le ruego y él mira el suelo.
—Hemos podido salvarla, pero ha tenido una hemorragia cerebral debido a los golpes y tuvimos que inducirla a un coma, al menos hasta que muestre mejoría. Lo siento... —dicho esto se va.
—No puede ser... —susurro al borde de las lágrimas. Tiro de mi cabello hacia abajo y camino sin parar, no puedo creerlo, todo esto es mi culpa, jamás me lo perdonaré.
Camino un par de cuadras en busca de un café y vuelvo para tomarlo a su lado. La observo dormir, es tan hermosa... a pesar de los golpes, ella siempre se verá como un ángel para mí. Acaricio su cara suavemente y deposito un beso en sus tiernos labios.
—Te amo Kate. Debes despertar por mí, te estaré esperando aquí el tiempo que sea necesario, no me iré, te lo prometo —le susurro y deposito otro beso en su frente.
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Mi Profesor de Violín
Teen FictionNinguno de los dos se esperaba lo que sucedería a continuación, pero deberán luchar para conseguir lo que deseen, eso es seguro. ¡No te pierdas esta atrapante historia! ⚠NO ES EL TÍPICO CLICHÉ CURSI. •Libro #1 Obra registrada, cualquier copia o ada...