JAMES
No puedo creer lo idiota que he sido, ella me ha excluido de su vida y todo es mi culpa, la idea era que no sospechara de mi plan pero se me ha ido de las manos, nunca he sido bueno «actuando natural». Compré un departamento grande y bastante lujoso para comenzar desde cero con mi nueva familia y le he dejado mi casa a Joe para que deje de buscar un lugar donde vivir.
Cuando le confirmé que asistiría al trabajo en realidad fui a ver anillos de compromiso y a firmar los papeles para el departamento. Luego me la pasé recorriendo tiendas de muebles, hasta compré ropa de embarazada para Kate y pequeñas ropitas para los bebés en tonos blancos ya que no se sus géneros; es por eso que llegué tarde. Y cuando estaba con mi teléfono sólo arreglaba con los encargados de las tiendas para alistar todo, pero jamás pensé que saldría tan mal.—Amigo, ella no me quiere. ¿Qué haré ahora? Tengo todo listo, el doctor me confirmó que saldría en una semana, pensaba darle una sorpresa romántica y pedirle matrimonio pero salió todo mal —le comento preocupado a Joe, él me mira sopesando su respuesta.
—Tú sigue con tu plan, yo intentaré que ella cambie de opinión pero veré que no sospeche nada. Aún así intenta hacerle entender que en verdad la amas —habló Joe con toda seguridad, yo sólo me limité a asentir pero una idea cruzó por mi mente y palmeé el brazo de mi amigo frenéticamente.
—Iré a comprarle rosas y una caja de chocolates, los más grandes que encuentre, sé que ama esas cosas. Espero que funcione pero por favor, no te los comas tú —digo apuntándolo con el dedo.
Él levanta las manos de manera inocente y me dirijo a mi coche en busca de una floristería y esos benditos chocolates.
KATE
Me despierto luego de dormir pésimo anoche, lo primero que logro divisar es una sonrisa enorme cerca de mi cara. Ahogo un grito del susto pero al aclarar mejor mi vista, vi que se trataba de Joe y me relajé.
—¿Cómo ha dormido Barbie y sus muñequitos? —pregunta en tono burlón.
—No muy bien, desde que alejé a James de mi vida las malditas pesadillas sobre mi padre que solían atormentarme han vuelto. Él era el único que logró hacerlas desaparecer sólo con su presencia... —suelto tristemente.
—Tranquila, estoy aquí para protegerte —declara con una mano en su pecho, la otra levantada y una pierna sobre la silla como si de un héroe se tratase— Además está James, él me ha contado lo sucedido y te puedo asegurar que te ama demasiado. Lamentablemente no puedo decirte las razones de su estúpido comportamiento ya que me pidió que no lo hiciera, pero prometo que no te va a lastimar; y si lo hace, termino con su virilidad —amenaza y yo suelto una carcajada.
—¡Gracias, mi héroe! —exclamo con sarcasmo— Pero él no hizo nada que indicara lo contrario a lo que sospechaba... —hablé en un susurro, más bien pensando para mis adentros, aunque él lo escuchó perfectamente e hizo una mueca de disgusto.
—Él es idiota, no te diré que no, pero créeme que los ama a los cuatro. Jamás lo había visto así por ninguna otra persona, siempre se ha mostrado frío y más con la muerte de su familia. Contigo fue totalmente diferente... Lo tienes atrapado y locamente enamorado.
Si Joe habló con él y dice que es así, probablemente sea cierto, dudo que me mienta. Aún así las dudas me carcomen la cabeza.
4 horas después
Los doctores acaban de irse, Joe está roncando en la silla a mi lado hace más de una hora, según él: "...está pensando la situación muy profundamente..."
Tocan la puerta y con un:—Adelante —de mi parte aparece James totalmente arreglado con un gran ramo de rosas en una mano y una caja de chocolates gigantes en la otra. -Debes ser fuerte, no caigas en la tentación, volverá a lastimarte- dice mi cerebro. -Es tan tierno. Acéptalo de nuevo, una cosa como ésta no se ve todos los días- dice mi corazón; y no podía faltar mi estómago que repetía sin parar: -¡Chocolates, viva!-. Sacudo la cabeza intentando alejar eso y me centro en el ahora.
—Hola, Kate. ¿Cómo te encuentras tú y los bebés? —pregunta con cautela, lamentablemente no logro despegar los ojos de esos hermosos chocolates.
—Muy rico —balbuceo y me ruborizo al instante. Maldito estómago, no hables por mí.
—¿Q-qué? —James apenas pudo formular la palabra debido a las risas que se colaban entre sus dientes.
—Nada —espeto mirando hacia otro lado— Creí ser lo suficiente clara al pedirte que te marcharas anoche, ya basta —dije evitando derramar las lágrimas que estoy conteniendo en este momento.
—Me voy, pero espero que logres comprender que no puedo vivir sin ti.
Dejó las rosas y la caja mi lado, me besó la frente y se marchó dejándome con lágrimas en los ojos y ronquidos de un mamut con sinusitis a mi lado.
Sin esperar más nada, comienzo a comer chocolates como si mi vida dependiera de ello. Estaban deliciosos y eran excesivamente grandes. ¿Cómo pude rechazarlo después de ésto? Intento no pensar en eso, he hecho lo correcto, no puedo arriesgarme a salir más lastimada.
Continué comiendo chocolates y llorando hasta terminarme la caja entera, no sé ni cómo no me ahogué.Ha llegado un momento en el que ya no caen lágrimas, mis ojos parecen estar secos de tanto derramarlas. He llorado durante horas, se supone que no debo someterme a este tipo de situaciones al ser demasiado fuertes pero, ¿cómo no estar así? Para mí, James lo era todo, estar a su lado era como tener la felicidad asegurada, era tener la vida a salvo, si él me abrazaba sentía que ya nada podría volver a hacerme daño. Ahora me siento tan vulnerable, aprendí a vivir junto a James pero nadie me enseñó a vivir sin él; siento que ya no tengo nada que hacer, me siento en un abismo.
Una enfermera viene a pedirle a Joe que se retire, el pobre ya iba por su octavo sueño, dormir y comer es lo único que sabe hacer. ¡Ah, no!, olvide sus idioteces, ¡listo! Esas son todas sus cualidades; aunque no debería quejarme, después de todo es muy parecido a mí.
Sumergida en mis pensamientos y en mi tristeza eterna me voy quedando profundamente dormida, las pesadillas no se hacen esperar para hacer acto de presencia. Ya no sé qué hacer, en mis sueños no soy feliz, y en la realidad de no ser por mis bebés estaría totalmente perdida.
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Mi Profesor de Violín
Teen FictionNinguno de los dos se esperaba lo que sucedería a continuación, pero deberán luchar para conseguir lo que deseen, eso es seguro. ¡No te pierdas esta atrapante historia! ⚠NO ES EL TÍPICO CLICHÉ CURSI. •Libro #1 Obra registrada, cualquier copia o ada...