DESCONOCIDO
—¿Estás seguro de que ella se encuentra allí? —le pregunto por milésima vez, no quiero llevar todo mi equipo y que Kate no se encuentre donde me dijeron.
—Por supuesto, está hospitalizada, acaba con ella y los demonios que lleva dentro —ordena él. Éste hombre está loco, generalmente no le hago favores a cualquier persona, pero viendo que no solamente él la quiere muerta lo haré.
—De acuerdo, debemos tener todo planeado, conseguiré un teléfono y manos a la obra —digo y ellos ríen de manera malévola.
—Excelente —susurran al unísono y se miran con maldad, yo sólo ruedo los ojos ya que parecen unas copias baratas del señor Burns. No sé qué tanto se creen, me mandan a asesinar a una persona y ya piensan que son una mafia.
KATE
James acaba de ir a la empresa, él debe trabajar, si no es por él, que sea por nuestros hijos; además ya estuvo demasiado tiempo aquí conmigo. Aunque he de admitir que no me agradó mucho que cediera tan rápido, pensé que sería más difícil. Sólo se marchó dejando a Joe a cargo, lo cual fue una mala idea porque él ahora se piensa Superman o algo así, ya que observa todo con cautela y saca la cabeza por la puerta reiteradas veces por si hay «peligro acechando» como él dice.
—Debes ir a trabajar nuevamente James, ya has estado demasiado tiempo aquí… Te lo agradezco, pero es necesario que lo hagas. —Realmente no me agrada la idea de que no asista aunque él sea el dueño.
—Ya te he dicho que aún no —responde mirando hacia otro lado, ha estado un poco extraño últimamente.
—Por favor, por los bebés —insisto, él suspira y me mira algo nervioso. ¿Qué le sucede?
—De acuerdo, te dejo a cargo de Joe. —Mira a Joe y se dirige a él— Cuida de ellos —dice apuntándome con su dedo y vuelve su rostro hacia mí— Adiós Kate. —Y así se va, sin siquiera un beso o al menos un saludo más cariñoso.
*Fin del flashback*
—Kate, ¿te sucede algo? Pareces triste —pregunta Joe preocupado caminando hacia mí y sentándose en una silla que se encuentra al lado de la cama.
—No, estoy algo cansada, eso es todo.
—¿Qué te parece... si voy a comprar... ¡comida!? —grita como un niño pequeño— Vamos, escoge lo que tus bebés quieran y voy a comprarlo.
—De acuerdo, ¿lo que sea? —pregunto con emoción, y él asiente con un brillo especial en los ojos. Desde que nos hicimos amigos vimos que tenemos mucho en común y el gran apetito es una de las cosas que nos caracteriza a ambos.
—¡Sí, vamos decídete! —insiste desesperado.
—¡Milanesas con papas fritas! —grito aplaudiendo como niña pequeña.
—Oh querida, me has leído la mente, no tardo. —Me da un beso en la mejilla y sale literalmente corriendo a comprar.
Este pequeño tiempo a solas me hace pensar en James. ¿Y si ya no me quiere?, ¿y si sólo está conmigo por los bebés? Es mejor no pensar en todo eso, no en este momento... pero, ¿cómo no hacerlo? Si ha estado tan extraño... Pensé que tendría que insistir más para que accediera, pero sólo se fue sin un te amo; te quiero; o un beso siquiera... No, nada.
Quedo sumergida en mis pensamientos y el sonido estruendoso de la puerta abriéndose me hace volver a la realidad. Joe volvió con lo que le pedí de la misma forma en la que se fue: corriendo como salvaje.
Decido que cuando James vuelva hablaré con él, no quiero estar con una persona que no me ama.
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Mi Profesor de Violín
Teen FictionNinguno de los dos se esperaba lo que sucedería a continuación, pero deberán luchar para conseguir lo que deseen, eso es seguro. ¡No te pierdas esta atrapante historia! ⚠NO ES EL TÍPICO CLICHÉ CURSI. •Libro #1 Obra registrada, cualquier copia o ada...