XII

161 5 0
                                    

KATE

   Me despierto sintiendo los suaves besos de James en toda mi cara, lo miro a los ojos y le dedico la mejor sonrisa que pude al estar adormilada. Me levanto, me dirijo al baño, me aseo y cambio, al salir veo que James se ha ido. -Muy bien, hoy le pediré salir y así estrenaré ese hermoso vestido que compré- pienso recordándolo.
Camino a la cocina donde supongo se encuentra James y tal cual supuse, allí estaba él cocinando algo que olía muy bien.

—¿Qué cocinas, amor? Huele delicioso —pregunto dejando suaves besos en su espalda, él se da la vuelta, me da un casto beso en los labios y sigue cocinando.

—Estofado —responde como si nada levantando los hombros.

Nos sentamos a almorzar rápido para ir a la empresa Houghton's Enterprises, íbamos a salir antes pero era mejor almorzar ya que estaríamos todo el día llenando papeles probablemente.

40 minutos más tarde

—Vamos, Kate —dice James algo molesto ya que decidí cambiarme para dar una mejor impresión al ser su secretaria.

—Ahora sí, estoy lista, vámonos —respondo corriendo al auto.

Ya en la carretera decidí que era hora de decirle que quería salir esta noche con él, espero diga que sí, porque no me gustaría estar el resto del día de mal humor.

—James, quiero preguntarte algo —digo llamando su atención.

—Sí, claro, dime.

—Compré un vestido para salir y me preguntaba si querías ir conmigo esta noche a algún sitio, el que tú quieras...

—No Kate, no saldremos de noche —responde serio.

—Por favor, vamos o iré yo sola, lo compré para ir contigo, no seas malo —insisto haciendo un puchero y como siempre, funciona.

—De acuerdo, iremos a un bar cerca de casa por las dudas. ¿Contenta? —dice rendido.

—¡Sí! Gracias James. —Deposito un beso en su mejilla.

—Llegamos —comenta y baja del auto para abrir mi puerta.

Quedo paralizada con los ojos como platos al ver el edificio, es realmente enorme con muchos ventanales, debe tener al menos quince pisos.
Entramos y mi asombro aumenta con cada paso que doy, es todo un lujo, subimos al ascensor y James presiona el último piso. En minutos las puertas se abren dejando ver un largo pasillo con dos puertas enormes al final, supongo serán de la oficina de James, justo en la entrada se encuentra mi futuro escritorio, la vista es increíble desde aquí.

—Espera aquí, iré a hablar con mi primo —me informa y deposita un tierno beso en mis labios.

Miro la gran ciudad desde uno de los ventanales, las personas parecen hormigas que van de un lado a otro. No sé cuánto tiempo permanezco de ésta manera hasta que oigo las puertas de la oficina abrirse, tras ellas sale James acompañado de un hombre muy parecido a él, pero éste tenía ojos color verde oscuro y era un poco más bajo.

—Kate, te presento a Jared, mi primo. Jared, ella es Kate, mi novia y ahora también secretaria —nos presenta dejando bien en claro el puesto que ocupo en su vida.

—Mucho gusto, Kate. Bueno, si me disculpan debo retirarme —se despide subiendo al ascensor y desapareciendo en él.

—¿Qué te parece si estrenamos mi nueva oficina, cariño? —pregunta James subiendo y bajando las cejas seductoramente mientras me toma de la cintura.

—Claro que no, eres un pervertido —respondo empujándolo, aunque sólo logré moverlo un milímetro.

—Por favor, Kate, vamos... —insiste dejando suaves besos en mi cuello y adentrándonos a su oficina.

—Sólo por ésta vez —digo apuntándole con el dedo a lo que él sonríe y corre a cerrar la puerta con seguro.

Una hora después

Salgo de la oficina de James acomodando mi ropa, me siento en mi nuevo escritorio y comienzo con el trabajo que mi hermoso jefe me ha dado. Sí, luego de todo lo sucedido allí dentro, sólo se arregló y me tendió una pila enorme de trabajo para hacer. -Este hombre está loco- pienso riendo para mis adentros.

(***)

—Vamos, Kate, se nos hace tarde si quieres cambiarte y salir; además son las siete y media, ya es hora de irnos —dice James saliendo de su oficina y llamando al ascensor.

—¡Qué rápido pasa el tiempo cuando tienes tanto trabajo que hacer! —respondo fulminándolo con la mirada y entro al ascensor con él.

JAMES

   Nos encontramos bebiendo la tercera ronda de Vodka, no sabía que Kate podía resistir tanto. Termina su trago y la detengo antes de que pida más.

—Vamos a bailar —pide tirando de mi mano hacia la pista de baile.

—De acuerdo, pero te reto a una batalla de baile —respondo al escuchar que comenzaba una canción electrónica muy movida.

—Vas a perder, maderita. —Ríe burlándose.

—Ya veremos... —respondo besando sus labios y comenzando a bailar.

Termina la canción y gané debido a su ebriedad. Nos besamos, es un beso lento y tierno. Nos separamos por falta de aire, ella apoya su cabeza en mi pecho y así continuamos bailando un tiempo más.

—Vamos a casa, James, estoy muy cansada —dice Kate tirándose sobre mí media dormida.

—Claro, cariño. —La cargo en brazos y así camino las dos cuadras que nos llevan a casa.

Al llegar la deposito suavemente en la cama, se ha dormido profundamente. Le quito la ropa, me acuesto a su lado y me duermo.

Mi Profesor de ViolínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora