No sabía como llegamos a esta situación. Jugábamos jenga.
Creía ser buena este juego. Creía porque iba perdiendo contra Yoongi. Era mala perdedora, estaba molesta.
—He ganado por segunda vez —dice riendo mientras voy acomodando la torre incapaz de aceptar el resultado—. Deberías aceptarlo, soy completamente superior a ti. Soy un rey en este juego. Estoy sorprendido de mis habilidades —hace un gesto de superioridad frente al cual aprieto los dientes.
—No tienes que ser tan creído sólo porque me has ganado —respondo molesta, ni siquiera oculto mi enfado.
—Diré una palabra: Perdedora.
Estas derrotas me caían mal . Tenía que ganar al menos una vez.
—Propongo algo —suelto en el prepósito que pueda obtener mi revancha. Esperaba que aceptará, así poder salvar mi dignidad.
—El rey vencedor va escuchar —tiene interés en mi propuesta.
Tanto orgullo por sus victoria me volverá loca.
—Juguemos una última partida. Apostando algo de por medio. El juego será volverá interesante de esa forma —explico.
Yoongi no objeta nada.
—Está bien. Ganaré no tengo porque preocuparme —estaba seguro de si mismo—. Debimos apostar desde el comienzo. Prepárate para perder tu dinero.
Dinero, no tenía tanto dinero.
—Yoongi, soy tu novia tenme un poquito de consideración —pido cuando barajeo las posibilidades de quedarme sin ahorros. Puede que no haya sido buena idea mi propuesta.
—Eso no tiene nada que ver con ganar o perder. Definitivamente voy a ganar —asegura, lo dará todo—. Si estuvieras en mi posición sé que no dudarías en querer ganarme sin piedad —tenía mucha razón.
De esa manera empezamos la partida, esperaba las energías positivas del universo estuvieran conmigo.
Yoongi hace el primer movimiento y saca el bloque con facilidad, hago lo mismo cuando es mi turno. Continuamos sacando uno a uno en cada jugada hasta que la torre empieza a tambalear. Entró en pánico cuando se repite mi turno. Quito el bloque que elegí, la torre parece que caer pero se mantiene, respiro aliviada. El pelinegro intenta sacar ahora el bloque de la torre altamente peligrosa con mucho cuidado. Sabía que podía lograrlo porque, no podía confiarme
Que se caiga. Que se caiga, ruego internamente.
Mis poderes mentales funcionan por primera vez en la vida, la torre cae sin poder evitarlo. La gravedad estuvo a mi favor.
Me lleva procesar que he ganado.
—¡Maldición! —se lamenta Yoongi sujetando el bloque que lo hizo perder.
Mi festejo llega.
—¡Gane! —grito, doy un chillido de felicidad.
Revuelve con una mano sus cabellos lamentándose, culpandose de haber aceptado otra partida.
Hago un pequeño baile en forma de victoria, seguía sin poder asimilarlo.
Dos panoramas diferentes se desarrollan.
—¿Qué vas a querer? —pregunta Yoongi cortando mi festejo—. Si pides algo luego no lo cumpliré. Apúrate.
Él me salía con esas reglas. Sin embargo yo ya tenía mi pedido bien analizado.
—Dime alguna frase bonita a la cara —en su perfecta voz sonaría precioso—. Eso es lo quiero por mi victoria.
—No lo haré —niega rápidamente.
—Lo tienes que hacer aunque no quieras. No te puedes negar. Cumple tu palabra.
Yoongi me mira rendido aceptando su derrota, acepta su derrota mucho más rápido que yo.
Espero atenta que cumpla mi pedido. Ya me siento doblemente ganadora.
—Eres horriblemente bonita —suelta usando un tono de voz plano que no convence a nadie, ni a él mismo—. Listo. ¿Contenta? —pregunta esperando que de por válido su hazaña poco vigorosa.
Por supuesto que no era válido.
—¿Esa es su idea algo lindo? —acusó sin creerlo—. Esto no cuenta. Lo que has dicho no es nada bonito —protesto—. Repítelo. Tienes otra oportunidad.
Suspira frustrado.
—Eres arte... —se detiene negando con la cabeza.
Algo me hace sentir que ira enserio. Tengo la certeza.
—Eres arte —retoma lo anterior—. Arte abstracto. El arte abstracto no se caracteriza por ser bello.
Tan rápido como termina huye de la mesa dejándome descontenta.
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Love Letters《》 Min Yoongi (COMPLETA) ✔
FanfictionMin Yoongi le escribirá cartas con el poco romanticismo que lo caracteriza. Harto del pesimismo él escribirá. Pero no es que a ella le preocupe mucho el romance. Sunhee, sabrá que las letras escritas en esas cartas es la música que proyecta la voz...