XL

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Pude salir de compras gracias a mi padre y su bondadoso corazón, bueno en realidad gracias a su dinero. Recibí unos cuantos billetes debido que su buen humor seguía perdurando por la visita de su amigo de infancia, las copitas de alcohol en exceso en su sistema fueron de mucha ayuda en poner en marcha mi propósito. Estaba feliz por la ropa nueva de temporada que conseguí comprarme. Tenía algo de moda que podía lucir en alguna salida, llevaba unos meses sin comprarme nada llamativo que destacara entre personas de mi edad, tuve mucha suerte por encontrar una tienda con algún ofertas en esta fecha, pude también adquirir algunos accesorios.

Me dirigía a la mediana heladería que se convirtió en mi favorita hace semanas atrás, descubrí la grandeza de sus existencia un día tratando de localizar a Yein cuando andaba perdida entre las calles de la ciudad tratando de llegar hacia el punto exacto donde menciono que me esperaría. Tenían el mejor helado de la ciudad en mi opinión.

Soñaba con traer al pequeño Yoonsuk conmigo y mostrarle la variedad de helados que existían. Ser una hermana mayor que lo consintiera. Desgraciadamente aún era pequeño, un pequeño que no quería estar lejos de su madre. Yo aún no era lo suficientemente responsable para hacerme cargo de él. En un futuro lo llevaría a muchas partes.

Parada frente de las puertas del local me quedo sorprendida de presenciar lo abarrotada de clientes que estaba. En mis visitas anteriores no solía estar nunca tan lleno de personas como en esta ocasión, ese era un punto por el cual era agradable permanecer en el local la poco aglomeración de clientes. 

Tendría que acostumbrarme a compartir el lugar con los nuevo clientes que seguramente seguirán llegando.

—Sunhee, ¿Lo mismo de siempre? —pregunta la joven muchacha que atiende sonriente y atenta cuando mi turno llega después de formar la cola. Su nombre es Rina, lo sabía de su propia boca después de visitar la heladería en varias ocasiones, ya nos conocíamos. 

Me lleva un segundo contestar su pregunta.

—No, hoy prefiero algo diferente, cambiaré el helado de fresa por uno de menta acompañado con uvas y plátano —era un cambio significativo pero en fin era un cambio, algo nuevo que probar del habitual sabor frutal que solía comprar.

—Un helado de menta. Uvas y plátano. Entendido —dice dándome el ticket de mi pedido—. Espero que encuentres un lugar vacío —desea no muy convencida que pueda lograrlo.

—Eso espero, gracias —respondo tampoco convencida de lograrlo. 

Analizo la mediana área que conforma la heladería con poca esperanza de encontrar una mesa o silla libre en la parte de la barra. En un primer vistazo nada parece estar libre.

Todavía no me rendía. 

En un segundo vistazo nada se resuelve. Sigo manteniendo las mismas posibilidades de no conseguir asiento.

Todavía no me rendía.

En un tercer vistazo mis opciones que estaban cerca de llegar hacia un cero rotundo cambian radicalmente. Aunque no por eso las dificultades se minimizan.

La mesa ocupada en la esquina puede ser mi única opción de permanecer aquí. Min Yoongi ocupaba para él solo aquel sitio que corresponden ocupar a dos personas. Fácilmente podría ir ahí. Si quería comer tranquilamente debería ir con él.

No sabía que tan correcto sería después de nuestro última interacción. Aún seguía fresca en mi cabeza. Un pañuelo que fue usado de aquella manera por alguien distinto a su propietario era bastante obvio conseguir ser rechazo. ¿En que estaba pensando?

No debo ir. Dudo que deba ir. Iré.

Conseguí el valor de ir hasta su mesa y pedir amablemente ocupar el sitio desocupado. Él era alguien cortés, no sería un problema.

Love Letters《》 Min Yoongi (COMPLETA) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora