Doy golpecitos a mi pierna usando mis dedos. Trataba de mantenerme serena.
—No pasa nada malo —dice Yoongi nervioso—. La verdad es diferente —reconoce.
Admitía que pasaba algo. Si no era nada malo, ¿Por qué estaba nervioso?
Estaba ahí para escucharlo. El pelinegro me miraba directamente a los ojos. Mi corazón no dejaba de agitarse por la incertidumbre.
—Te escucho. Estaba esperando —digo, eso era lo que llevaba haciendo estos días. Esperar—. Pensé que te tomaría mas tiempo para que te animar a contarme que sucede.
—Lo siento —se disculpa apenado, se encorva, su hombros caen—. No debió ser nada agradable esperar —su tono de voz es apagado pero él continúa firme en lo que planea contar—. Estuve pensando. Pensando mucho.
—Olvida eso —contesto—. Estás dispuesto a decirme que sucede. Es lo importante —trato que Yoongi se sienta cómodo conmigo y no perdiera la valentía.
Respira hondo. Expulsa el aire lentamente de sus pulmones.
—Unos días antes de vernos en la fiesta. ¿Recuerdas en vacaciones? —indica haciéndome permanecer en cronología de los eventos. Asiento. Lo recordaba. Claro que lo recordaba—. Hice una audición para una agencia. No tenía muchas esperanzas de salir elegido, por eso no comente nada.
—¡¿Enserio audicionaste?! —exclamo entre alegre y fascinada. Dejando la mala sensación que tenía segundos atrás—. ¿Te respondieron? ¿Te aceptaron? Seguro te aceptaron, ¿Verdad?.
—Lo hicieron —responde, una pequeña sonrisa ilumina la conversación—. Estoy contento —asiente.
Por supuesto que debe estar contento. Debe festejarlo.
—¡¿Por qué no me lo habías dicho antes?! Eso es genial. Vas en la dirección correcta para cumplir tu sueño —digo sonriente, seguro no podía ni imaginar la mitad de como el pelinegro se estaba sintiendo—. ¿Eso era todo?. Me habías asustado. Deberías mostrarte más contento. Estar superemocionado, lograr que los demás lo noten.
Me estudia como si estuviera perdiéndome de algo. Algo que no logro entender aún. Me estoy perdiendo de algo que todavía no asumo. La preocupación esfumada segundos previos se vuelve a instalarse.
—Tendré que mudarme a Seúl —expresa Yoongi haciéndome entender lo que viene con el festejo de su entrada a lo que sería cumplir su sueño.
Esas palabras colan hondamente en mí, repentinamente me di cuenta de la realidad. El pelinegro quería aclarar lo nuestro. Lo nuestro sería imposible en el futuro.
—Entiendo lo que quieres decir —susurro.
Esperaba equivocarme. Rogaba que estuviera entendiendo mal.
Podía ver que estaba siendo difícil para él. Difícil. Mi corazón empieza a latir desesperanzado.
—Debemos terminar. Nosotros dos no vamos a poder seguir juntos —sus labios tiemblan.
Dentro de mi corazón hay un chasquido.
—Tienes razón —atine a balbucear. Quería decirle que podíamos seguir juntos hasta que él se marchara. Podíamos aferrarnos un poco a este adolescente amor pero sabía que la despedida luego sería más dura. Para él. Para mí.
—Podemos seguir hablando —sugiere meticuloso, meticuloso de poder faltar a lo que pretenda reaccionar—. Entiendo si no quieres—la tristeza con la que dice aquella resuena en mi mente en forma de eco.
No quería que este triste, no cuando debería estar contento.
—Claro, seguiremos hablando, seremos amigos hasta que... te vayas —acepto tratando de disimular las voz chillona que amenaza con salir y evidenciar mi sentir. Las lágrimas no tardarían en salir—. Me tengo que ir, Yoongi. Nos vemos luego.
Lo miro por última vez antes de echarme a correr. Ver su rostro desencajado, su mirada no ayudaba nada. Reflejaban muchas cosas.
No pidió que me quedara.
Corrí sin detenerme. Las lágrimas no se detenían deslizándose por mi rostro. Sólo quería alejarme.
Quería estar sola.
Experimentaba eso del corazón roto. Un corazón roto por mi primer amor. El dolor que el primer amor era el único capaz de provocar.
El amor podía doler mucho y cavar en ti un hoyo. Lo estaba descubriendo.
Un muy doloroso hoyo en mi joven corazón. Ese dolor era el recordatorio de este juvenil amor.
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Love Letters《》 Min Yoongi (COMPLETA) ✔
FanfictionMin Yoongi le escribirá cartas con el poco romanticismo que lo caracteriza. Harto del pesimismo él escribirá. Pero no es que a ella le preocupe mucho el romance. Sunhee, sabrá que las letras escritas en esas cartas es la música que proyecta la voz...