Love Letters《》 Min Yoongi (COMPLETA) ✔

LXXXIX

Logre que Yoongi aceptará mi invitación de visitar a casa. Lo convencí luego de rogarle por unos minutos y mencionar lo contenta que estaría que conociera mi hogar. Acepto. 

Aprovechar la ausencia de mis padres en su visita semanal al restaurante de mi tía casi en el centro de la ciudad, esta fue la oportunidad perfecta. Solíamos tardas unas horas en el negocio de la hermanda de mi padre. Ellos bebían y charlaban mientras mi papel era escuchar sus anécdotas de adultos e intervenir cuando se me permitiera participar de la conversación. Solía  beber varios vasos de té en ese transcurso, luego correr hacia el baño era inevitable. Sin embargo esa costumbre que me involucraba hoy cambio. Aceptaron que permaneciera en casa luego de alegar tener montones de tareas para mañana, lo cual no era del todo cierto.

Nuevamente nos encontramos en una situación donde ninguno de los sabía muy bien como debería manejarse. Estábamos los dos muy juntos viendo el desarrollo de una película que habíamos elegido no tan convencidos en la sala. 

El ambiente era algo tenso, podía percibirlo. Por lo menos yo estaba tensa y dándole vueltas en mi cabeza a un tema. El tema de los celos invadía mi cabeza, no había antes hablado tanto o puesto a pensar de ellos con seriedad o en una forma compleja. 

En un impulso atrapo el control que reposaba inmóvil cerca. Apago la televisión.

Yoongi voltea a mirarme confundido, extrañado.- ¿Qué pasa?.-dice.

Muerdo el interior de mi labio cuando me doy cuenta que he dado un total giro de escena en la que nos encontrábamos. 

—Estaría celosa si alguna chica se te acercará mucho —confieso. Últimamente estaba soltando cosas sin hacer caso que mi razón pedía que debía analizarlo de nuevo antes de anunciarlas.

—Estarías bastante celosa —dice. No puedo saber si Yoongi lo decía bromeando, intentaba molestarme o era serio.

Yo estaba siendo honesta en mis declaraciones. No sabia si siempre sería de esta manera o en un futuro mi carácter iba madurar y hacerme entender que sentir estaba equivocado. Posiblemente sería lo segundo. No lo sabía. Pero en este momento no es así.

—Sí, es cierto. Lo estaría —murmuro. 

No sé en que momento sus rostro llegó a estar tan cerca del mío. No he procesado ese instante, no lo tengo registrado. Su mirada cae en mis labios. Yo no me quedo atras, soy yo quien cierra el espacio que nos separa. El pelinegro sujeta mi cabeza por detrás, la mantiene firme. Correspondo el beso con necesidad. Una necesidad que recién aparece y crece.

Cuando Yoongi consigue dejar mi boca. Sigue cerca, el aire caliente de su respiración golpean mis labios. Abro los ojos despacio, ya luego trataría de recordar en segundo los cerré.  Estoy embelesada. Acarició su cara con mis dedos suavemente, deslizándolos sobre su mejilla parece estar disfrutándolo, me encanta. Esta vez es él quien da un nuevo beso corto y empuja de mí lo suficientemente fuerte para hacerme caer de espaldas sobre la suavidad del sofá. Se esta atreviendo.

Apoya sus manos a cada lado de mi cabeza, para luego acariciar mi cuello de forma gentil, recorre mi hombro y brazo sobre la tela de mi camiseta manga larga hasta dejar su agarre en mi cadera. Vuelve a juntar la blandez de sus labios con los míos, continuar besándonos.

Antes arrepentirme o la timidez gané  introduzco mis dedos debajo de su camiseta palpando la piel de su estómago. Yoongi se estremece.  Se detiene, se deshace de su camiseta de un tirón. Planta un beso en mi cuello y se atreve a dejar besitos subiendo por mi mandíbula. Esos mimos que dejan sus labios son placenteros.

Deslizo mis manos hasta su espalda, siguiendo mis instintos. Puros instintos.

—Esto es completamente otro nivel —susurra—. Es irreal.

No musita palabras dulces mientras continúa besándome. Tenerlo suspirando, soltando algún gruñido y temblando ligeramente debido a mis besos me fascinaba.