Profesor Pervertido || Puzzleshipping || Yaoi

3

Estoy de camino a casa, en verdad que estoy cabreado... nunca un profesor me ha humillado de esa manera, y lo único que recuerdo es ese maldito, estúpido, y odioso rostro burlón que desprendía ese profesor patán de la Literatura, pero esto no se va a quedar así, me voy a vengar de él pero, ahora no es el momento, primero quiero averiguar lo ocurrido esta tarde en la clase de ese metiche... cuando estuvo tan cerca de mí y tener que ver esos dos dientes afilados, se-sentí miedo... nunca había visto algo como eso en toda mi vida, pero de algo si estoy seguro, y es que esos dientes que ese hombre tenía eran de verdad... no se como, pero me voy a enterar de lo que esta ocurriendo y descubriré el por qué de esos dientes.

Aunque eso signifique que tenga que retrasar el plan de votar lo de la preparatoria, no importa cuantas clases tenga que soportar con este tonto, primero descubriré lo que esta ocultando... y luego le diré adiós.

Me tarde un poco en llegar a casa, pero al final llegue, y me encontré a mi papá, él es de tez morena, ojos amatista y la cabellera igual a la mía, yo e vivido con papá desde siempre, según él, desde que mamá me dio a parto ella nos abandono, dejando a mi padre con toda la carga, pero eso no me importa mucho, ya que yo le tengo mucho amor y cariño, y eso nunca va a cambiar, él es Atem Muto, mi adorado papá.

— ¡Papá, llegué! — Grite un poco mientras me adentraba en casa, era pequeña pero es muy cómoda, y eso es lo importante.

— Yugi, me alegra que llegarás, porque tengo que hablar seriamente contigo. — Menciono algo serio de brazos cruzados.

— Ahm si, ¿Qué pasa pa? — Pregunte y agarre una manzana que había en la mesa mezclada junto con otras frutas en el bol de vidrio, obviamente me comeré la manzana.

— ¿Me explicarás por qué la directora me llamo molesta otra vez por el mismo tema de siempre?

Tocí, nota chicos, nunca coman manzana mientras tu padre te regaña.

— Ahm n-no entiendo de lo qué me hablas papá. — Mencioné algo nervioso.

— No quiero mentiras Yugi, no quiero discutir contigo, en verdad que no quiero, pero tienes que ser sincero, ahora respóndeme, ¿Volviste a espantar a otro profesor con tus travesuras? — Mencionó calmado y sentando se en el sofá.

Suspiro pesado mientras me tiraba en el sofá, en verdad que no me gusta decirle ninguna mentira a mi papá, y mentirle es algo que nunca hice.

— Lo siento papá. — Mencione rendido.

— Yugi, ¿Por qué esa ambición de asustar a tus profesores?

— ... yo... ahm e-es algo que no lo puedo decir papá.

— Yugi no me voy a enfadar contigo, nunca te e regañado y mucho menos hacerte daño, y este día no va a ser la excepción, sabes perfectamente que puedes contar conmigo, yo siempre te voy a apoyar.

— Papá y-yo... lo siento no puedo decirlo. — Mencione nervioso y angustiado, para luego agarrar mi mochila e irme corriendo de la sala para irme a mi cuarto, mi papá me llamo y me persiguió pero antes de que me alcanzará cerré la puerta de mi cuarto con seguro.

— ¡Yugi!, ¡Yugi abre la puerta!, no hemos terminado de hablar aun.

— Lo siento papá, estoy cansado, por favor déjame solo.

— Yugi — Mencionó algo triste y serio.

— Déjame solo por favor. — Escuche sus pasos alejando sé de mi cuarto, yo me tire en mi cama mirando el techo, creo que otra vez no bajaré a cenar, no quiero hablar de este tema con mi papá.

En efecto, mi padre me sigue insistiendo en que baje a cenar, pero como sabe que no quiero hacerlo me dejo la comida enfrente de la puerta, yo la recibí y me dispuse a comer el sandwich que me preparo y un vaso con jugo de naranja, puede que no quiera bajar para cenar con él, pero no significa que no tenga hambre, es solo que quiero estar solo, el querer hablar de este tema me pone muy mal... y, me trae malos recuerdos a la mente, cosas, que no quiero recordar y volver a pensar, porque me provoca un gran dolor en el pecho.

La noche paso rápido, aun era muy temprano, prácticamente eran como las 5:30 a.m, me tuve que levantar a esa hora, ya que mi papá se va a trabajar a las 6:00 a.m, puedo escaparme a la preparatoria sin problemas, también desayune, así que no necesito comprar nada en la cafetería, y como la preparatoria aún no abre hasta las 6:30, no había nadie por los alrededores, este día es muy nublado, creo que lloverá pronto, por suerte el patio de la entrada escolar tiene unas bancas con una pileta en medio de todo, mientras estaba el lugar levemente rodeado de un poco de vegetación, yo me acerque al borde de la pileta, como era algo grueso no se me hizo dificultad en sentarme con comodidad dejando mis cosas en el suelo al lado de mis pies, y me puse a pensar, cada vez que mi padre quiere hablar de aquel tema que tanto me abruma, siempre tengo ganas de soltar lagrimas, porque me hace recordar aquellas horribles cosas que pase en quinto de primaria, en ese momento no era así de molesto y travieso como me ven ahora, antes, antes era diferente, antes solo era inocente y bueno con todos, parecía que tenía... una vida perfecta, pero, pero todo tubo que cambiar, y todo por culpa de ese... de ese ¡MALDITO PROFESOR DE LITERATURA, DE ESE MALDITO QUE...! ¡Mierda!, ya deje salir estas malditas lagrimas, y en el cielo se escuchan estruendos, aunque, no me importa si acabo mojado o algo, so-solo quiero olvidarme del pasado, pero... pero yo no, no puedo evitarlo.

Estaba tan concentrado en llorar bajo este feo cielo gris, y no me dí cuenta de que cierta persona que no quiero cerca, estaba observándome, y fue cuando escuche pasos acercándose a mí.

— No es buen lugar para estar Muto. - Menciono alguien, volteé mi mirada con lagrimas cayendo de mis ojos, y vi esos ojos rojos penetrantes, era el profesor Sennen, quien me miraba algo serio. — ¿Por qué estas llorando? — Me pregunto mientras se me acercaba.

— ¿Y... y a usted qué le importa? — Mencioné tratando de limpiarme las lagrimas con el dorso de mi mano, y él se sentó a mi lado. — Déjeme solo.

— No es necesario que me respondas así. — Se acomodo los lentes con una de sus manos subiendo la parte del medio de estos.

— ¿Entonces para que pregunta? — Le dije molesto casi gritando aun con lagrimas traicioneras queriendo salir de mis ojos. — ¡ES MÁS, LÁRGUESE DE MI VISTA!

— No tienes que gritar, no todo lo resolverás a gritos. — Dijo tratando de calmarme, y ya comenzó la lluvia, la lluvia nos caía a ambos encima, mojándonos la cabellera y un poco de la ropa. — Mejor entremos y ahí... — Lo interrumpí.

— ¡NO, DÉJEME SOLO MALDITA SEA!, ¿¡QUÉ ACASO NO TIENE LOS LENTES LIMPIOS POR ESTA MALDITA LLUVIA PARA VER MI DOLOR!?, ¿¡QUÉ NO VE QUE QUIERO DESAHOGAR MIS PENAS A SOLAS!? — Mencione a gritos y con molestia, y mis lagrimas me volvieron a traicionar, no era solo la lluvia lo que invadía mi rostro.

— Ya cálmate Muto.

— ¡NO, USTED CALME SE MALDITO PROFESOR DE MIERDA, Y DÉJEME EN PA-...! — Me calle en seco, y no era porque quise, mis palabras habían sido calladas, y tampoco podía soltar más gritos de dolor, mi boca estaba siendo tapada, sus labios, invadieron los míos, me estaba besando, mis ojos estaban como platos, y por mi shock, no me di cuenta de que me recostó en el borde de la pileta, encimándose en mí.

Sus labios son suaves. Y los mueve lentamente contra los míos.

La lluvia seguía cayendo, y yo aquí sorprendido y confuso, no puedo creerlo, "Mi primer beso", fue robado, por mi profesor de Literatura, el mismo, que callo mis llantos y pesares, pero fue cuando reaccione, lo empuje, me separe del beso de forma brusca mientras intentaba tener control de mis pies con algo de miedo, agarre mi mochila y di unos pasos alejándome de él.

Jadeaba, estoy... estoy más que impactado, él solo me miraba serio, y esos ojos rojos que tiene me dan cada vez más miedo, no parecían rojo brilloso como la otra vez que lo tuve cerca para contemplarlos, esta vez estaban opacos.

— U-Usted esta loco — Mencioné y me fui corriendo, por fortuna el conserje de la escuela ya estaba abriendo las puertas de la preparatoria, y me fui corriendo de ahí para ir al baño a secarme por la lluvia que me empapo por completo, estoy confuso y nervioso, ¿Qué acaba de suceder?