Entregue mi historia al hombre que organizo en el concurso, al final solo era entregar la historia e irse, ya que ese hombre trabajaba en una editorial en New York, ni yo me lo pude creer, además de que reveló que el ganador del concurso tendría un pase y una beca para entrar en la universidad de Oxford.
¿Se imaginan?
Al final no fui el único que se inscribió, Transilvania es un pueblo pequeño para mí, y a pesar de eso muchas personas entraron a la biblioteca para participar, y yo que pensaba que a la gente de este lugar no le gustaba leer.
Ahora si que estoy inseguro, ¿Les gustará a los de la editorial mi historia?
*¨*¨*¨*¨*¨*
Al entregar mi historia y despedirme de mis amigos ellos quisieron llevarme a el nuevo local de Hamburguesas, Burger World, lo admito me encantan las hamburguesas, pero, a pesar de mi amor incondicional hacia ellas no dejo de pensar en el profesor Sennen, él esta en cada esquina de mi cabeza, y sin pensarlo dos veces ya me encontraba en su casa, desde ese día de Luna llena escarlata puedo correr como un auto de carreras, tengo mejor aparato auditivo, que se podría decir que oigo, huelo y veo desde más de 30 metros a distancia.
Lo sé, wow.
Pero lo único molesto es que los pequeños colmillos de los dientes que toda persona normal tiene son más filosos, la me lastime las encías por la culpa de estos picos en mi boca.
Subí al pórtico y toque el timbre, tardo unos minutos en abrir, y vi que se sorprendió por mi presencia.
- ¿Eh? ¿Qué haces aquí? - Pregunto al salir de su shock.
Mire por detrás de él, habían dos cajas apiladas, estas eran anchas y algo grandes.
- Aún no hemos terminado de hablar.
- No hay nada de que hablar, Muto.
- Si que hay que hablar, tenemos que aclararnos todo esto que nos pasa.
- No hables en plural, tal vez a ti te pase algo, pero a mi no me incluyas en algo que ni tu sabes expresar.
- Este tema si es de los dos.
- Dame razones.
- Ugh...
Si digo esto, se que me voy a arrepentir, pero esto no es por orgullo, sino porque después de esto las cosas cambiarán en un giro de 360°, ¿Qué pasará después?
- Yo... yo...
- Vete de aquí y déjame empacar. - Dijo serio, y estaba por cerrarme la puerta en la cara, hasta que use mi velocidad y entre rápido y este ya había cerrado la puerta.
Cuando volteo se sorprendió al verme detrás de él, supongo que ahora estamos a mano, después de todo el me hizo lo mismo.
- ¡Espere! esta bien, se lo diré, pero, no lo haré tan fácil.
- No tengo tiempo.
- Me iré y lo dejaré en paz si lo hace.
- ...
- Por favor. - Dije con ojos suplicantes y con una voz algo aguda.
- ...
Suspire, supongo que no quiere oír nada de mí, quizás, este es el adiós.
Me dirigí caminando a la puerta y justo cuando iba a tomar la perilla e irme de aquí vi como puso su mano encima de la mía y colocó en los espacios que dividían mis dedos en cinco hasta entrelazar sus dedos en mi mano, y yo por la sorpresa deje los dedos estirados a centímetros de la perilla.
- Que sea rápido.
Sonreí por lo bajo y me di la vuelta ya con una línea recta dibujada en mis labios.
- Juguemos un juego.
- ¿Qué? - Se vio confuso.
- Será un juego de las escondidas. Usted saldrá de la casa y contara unos 40 segundos, y para cuando entre me tendrá que buscar por toda su casa, si me encuentra antes de que pasen 10 minutos le contare todo, hasta el último detalle. - Lo mire con tranquilidad. - Y finalizaremos todo.
- ...
- ...
¿Qué responderá?
Me mata la curiosidad pero no se lo puedo demostrar.
- ...
- ¿Y bien?
- ¿Y si tu pierdes?
- ...
- ...
- ¿Adiós para siempre? - Conteste. Aunque me queme mi propia alma, será un adiós.
- ...
- ...
- ... bien.
- Empecemos.
Me apartó de la puerta y salió, cuando la puerta me bloqueo el espacio a la salida salí corriendo a buscar un lugar, la velocidad que tenía proporcionada en mis pies me fue de mucha utilidad, lo malo es que no había ningún escondite, ni en el baño, ni en su cuarto, ni en la cocina, en eso recién me doy cuenta de una puerta color blanco que estaba debajo de las escaleras, la abrí y entre, pero al hacerlo vi que habían unas escaleras, ya que habían unas 6 pequeños espacios rectangulares que dejaban ver el césped de afuera de la casa que esta alrededor.
Baje las ocho escaleras y vi algo muy extraño, me acerque más y vi que era un ataúd, era grande, al abrirlo note unas delicadas y brillantes mantas color fucsia que envolvían el borde y la base de este mismo, no había ninguna telaraña y esta muy limpio, supongo que este es su sótano, yo al abrir este ataúd me espante un poco pensando que habría un cadáver, pero cuando la palma de mis manos y mis dedos recorrieron la base del interior del ataúd, sentí algo muy suave, era un colchón: Es una cama.
Una bella cama, perdón, ataúd. - color negro con bordes blancos y un bello forrado fucsia por dentro.
¿Qué hacía esto tirado en el suelo? ¿Acaso el profesor Sennen dormía en esto?
Gracias a mi audición escuche desde un poco lejos que la puerta principal se abría, me había olvidado por completo del juego de las escondidas, sin pensarlo dos veces entre al ataúd y cerré las dos puertas que este tenía dejándome aquí encerrado, levante leve una de las dos puertas de este ataúd para ver si se podía abrir desde adentro y se podía así que la cerré de nuevo.
Este ataúd es grande, y tiene una altura considerable, era tan ancho que hasta podía estirar mis brazos completamente hacía arriba y sin tocar las puertas para salir del ataúd, además, estar aquí adentro es muy cómodo, las mantas y el colchón eran jodidamente suaves y agradables, tanto que me dieron ganas de dormir, lo malo es que aquí no había luz, no podía ver nada, pero al menos puedo respirar sin problemas y sin sentir calor por estar encerrado aquí.
Volví a escuchar unas puertas abrirse y el sonido chirriante de las escaleras de madera; Esta aquí abajo.
Deje de escuchar esos molestos chirridos y la luz del exterior me cegó cuando abrieron las dos puertas del ataúd, y lo vi, la luz detrás de él lo hacían parecer un ángel negro con un destello atrás de él mostrando su presencia, no dude en sonrojarme al verlo.
- Te encontré.
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Profesor Pervertido || Puzzleshipping || Yaoi
FanfictionTransilvania, la ciudad del misterio, donde un joven estudiante de 15 años estudia en la secundaria. Cara de niño tierno y adorable, con mirada Amatista muy poco peculiar, que te hace creer que es incapaz de aplastar ni a una hormiga con un dedo, qu...