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Aún no pongan la música por favor.

***

El profesor Sennen... Mi padre.

Mi padre...

Es que... No puedo... No puedo creerlo.

- Después de entregarme a él nunca lo volví a ver.

Las palabras de mi padre rebotan en mi mente.

- Tú no tenías la culpa de nada, y decidí tenerte, porque yo si te quería conmigo.

Todo este tiempo tuve a mi madre presente, apoyándome, queriéndome y amándome con todo su corazón, aun sabiendo que no podría hacer eso solo, fue valiente al arriesgarse de esa manera para llegar a lo que es ahora.

Pero creo que nunca debió ocultarme algo tan importante.

Me siento asqueado, me entregué al que ayudo a mi madre a tenerme en su vientre.

-Yugi cielo abre la puerta.

Sus suplicas no me bastan.

- ¡Hijo por favor abre la puerta!

- ¡Déjame solo! ¡No quiero ver a nadie!

- Yugi por favor hablemos de esto con calma, te lo pido.

***
Ya pueden ponerla, disfruten.

***

No importa cuanto Atem, mi madre, me supliqué, él sabe que cederé, por eso salí al exterior por la ventana, ya estaba acostumbrado y no tuve problemas cuando mis pies tocaron el suelo.

Mis piernas no esperaron correr, corría sin rumbo, corría y corría, hasta que mi vista clavo la mirada en la casa de aquel bastardo.

Mis pies presurosos de correr fueron bajando el ritmo, de correr pase a trotar, de trotar pase a caminar, y de caminar pase a parar.

Todo lo vi rojo, sentí cosas que hasta el momento de esa Luna llena jamás he sentido, y que mi cuerpo está volviendo a experimentar.

Sin tener control de lo que hacia ya había tocado el timbre de la casa, segundos pasaron y nadie me abría, volví a tocar el timbre, nadie me abría.

Me moleste.

Gruñi.

Y finalmente grite.

- ¡Maldito bastardo! ¡Se que esta adentro, salga de una maldita vez!

Segundos pasaron y nadie me respondía, el viento me erizó la piel, y me sentí cohíbito con una ligera respiración en mi nuca, que obligó a mis pulmones dejar escapar un hilo de aire entre mis dientes.

Me gire y ahí estaba él, tan autoritario como siempre, y con esos ojos sangrientos que calmaron la necedad por la que estaba cegado, y que prendía cada vez más y más las llamas de mi corazón.

Me calme finalmente, y me sentí igual como en ese día que me obligó a decir "por favor"

- ¿Estás más tranquilo? - preguntó.

Yo asentí.

- Bien, ahora si podemos hablar como personas civilizadas.

- Esa definición de "persona" debería ser solo para mí, usted es un vampiro.

- Al menos yo no parezco "muchedumbre enfurecida"

- Pues mire que me olvidé de traer las antorchas y trinches para acabar con usted, y si no quiere que eso le pase de verdad se lo advierto, aléjese de mí, no lo quiero volver a ver nunca más.

- ¿Qué? ¿Por qué? - Hizo una mueca confusa. - Si fue por lo que paso con tu papá...

- ¡Cállese! ¡Ya le avisé, solo aléjese de mi y de mi mamá!

Su rostro mostró una mueca de fastidio, es demasiado sensible al sonido.

- Yugi no te estoy entendiendo.

- No tienes que entenderme, solo responderme, a ver dime, ¿Pensaste hacerme lo mismo a mi también?

- ¿Qué? Yugi no se de que me hablas.

- Si claro, ahora te haces el inocente para no hacerte cargo de tus responsabilidades, para no hacerte cargo del "¡PAQUETE!"

- Yugi si vas a explicarme algo dímelo en orden.

- ¡ERES MI PADRE!

- ... ¿Qué?

- Después de que tomarás lo que querías de mi mamá y te fueras lo dejaste embarazado... ¡Lo dejaste embarazado de mí!

- Yugi cálmate, admito que si me enamore de Atem pero eso fue en el pasado, yo estoy loco por ti.

- Solo porque no sabias que soy tu hijo.

- Yugi debes creerme, no entiendo de lo que me hablas, yo nunca tuve relaciones con Atem el último día que lo vi.

- ¡No me importa que tengas que decir! No podemos ser algo, eres mi padre. - no evité llorar.

- Yugi créeme, yo no soy tu padre.

- ¡Tu no lo entiendes! Me doy asco, ¡Soy un asco!

Lo empujé dejándome libre el camino para salir corriendo, solo me fui corriendo, esperando perderme en mis pensamientos y en las calles.

Se que no he sido la mejor persona... Alumno... O hijo... Pero...

¿por qué?

¿Por qué me pasa esto a mí?

¿Acaso no puedo ser feliz?

Se dice que la vida te da las respuestas, y la respuesta a mi pregunta es un rotundo No, y voy a tener que vivir con el pensamiento de que no podre amar a ese hombre nunca más, no sé cómo pero voy a ver como lo voy a alejar de mi, alejarlo de mi vida, y está vez... Para siempre.

Profesor Pervertido || Puzzleshipping || YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora