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Solo quiero ver el color rojo...

El color rojo que va a derramar el cuerpo de ese bastardo que iba a hacerme daño...

Sentí la frescura del viento invadirme la cara y solo movía mis pies, los cuales corrían sin querer detenerse, y si soy más atento puedo ver que estoy haciendo lo mismo que el profesor Sennen hizo cuando me choque con él el mismo día de nuestro primer encuentro.

Perdí a Mayu de vista en cuestión de segundos.

El aroma apestoso de aquel sujeto cambio a uno más fuerte, había algo tapando su aroma...

Es raro,pareciera que con solo dos pasos que diera ya hubiera llegado con este, pero en realidad corrí, y vi su ropa manchada con sangre, había un cuerpo femenino tirado en el suelo, estaba deshidratado, podía ver perfectamente que este tenía dos puntos en el cuello, los cuales aun soltaban ese liquido escarlata, juraría que podía oler ese aroma.

No entiendo nada.

¿Qué me esta pasando?

Me miro con sus ojos color café, juro que quiero borrar la sonrisa impregnada en su rostro para dejar de ver esos hoyuelos que se le hicieron en las mejillas, es desagradable para mi visión.

— Woow, miren lo que el viento me trajo. - Dijo, su mirada se coloco en la mía, y me vinieron esos recuerdos de nuevo, quiero borrarlos, no quiero pensarlos. — ¿Me buscabas, lindo?

Apreté los dientes, y verlo usar ese seudónimo para describirme me hizo tragarme la bilis, que asco.

— Pues sí, te buscaba, pero no para lo que estás pensando. — Dije con seriedad.

— Pensaba que me extrañabas pequeño, ¿Acaso no tienes bonitos recuerdos de como te enseñaba tu curso favorito?

— Para nada. — Aclaré. — Solo recuerdo el maldito día en que... — Me interrumpí a mi mismo, quiero olvidar todo. — Tsk — Choque la lengua con los dientes moviendo mi rostro a otra dirección. — El punto es que me las va a pagar.

Sentí leves piquetes en el labio inferior, mientras dos de mis dientes me daban una mala sensación de que se querían salir.

Las nubes taparon leve la Luna llena de esta noche negra, sentí compostura por unos segundos, y me di cuenta de que tenía a ese maldito con el cuerpo poca arriba relajándose en el frío suelo que le ofrecía la pista de carros, y yo contemplando sus ojos marrones permaneciendo parado con mis suelas a los costados de sus caderas, tarde menos de dos segundos en percatarme de que tenía golpes en su rostro y sangre corriendo por su labio inferior, el cual temblaba gracias a los golpes que de seguro mis puños le han estado ofreciendo, por algo presiento el doloroso ardor de mis nudillos gritando por ganas de venganza ignorando todo lo demás.

— Tch... — Se quejo, y yo mirándolo con ojos cínicos, ¿Esto es sentirse superior?, ¿Ser el alfa?, ¿Ser el que manda? — E-esto no puede ser posible... — Jadeo. — T-tú eres humano... solo un... patético humano...

— Adivina qué. — Le mire con desdén. — Lo soy.

— ¿Qué demonios eres? — Preguntó apenas guardando aliento.

— Creo que nunca lo sabrás...

La noche de mi venganza, y creo que también la última.

*¨*¨*¨*¨*

Soltaba jadeos sin parar, estoy cansado, y más cuando miro mis manos húmedas en complemento por este líquido de gustoso sabor metálico que ni si quiera es de mi pertenencia, mi ojos estaban atónitos mientras contemplaba mi gran error.

— ¡Yugi! — ¿Mayu?

Me gire desde mis talones y la vi acercándose a carrera junto con Joey y Trístan.

Mierda.

Si pudieran ver las miradas de horror que expresan sus rostros, créanme que quisiera que el mismo demonio me lleve de una puta vez al infierno, estaban horrorizados al ver ambos cuerpos hechos mierda detrás de mí, y yo como si fuera el culpable de las dos perdidas me miraban atentos a cada mancha de sangre recorrer mi ropa y cuerpo, como si me hubiera bañado con este mismo. Siento justo ahora como el vínculo de amistad que teníamos se va trastornando.

Mis rodillas no resistieron más y se estamparon con el suelo y mis manos también haciéndome parecer un chucho, esto no era a lo que me refería con venganza, solo que... no se qué me paso.

— Yu-yugi, ¿Qu-qué has...? — Mayu no pudo terminar la oración.

Ustedes no. Ustedes no tenían que ver eso.

No tuve de otra que dejar que la sal de mis lágrimas se mezclaran con la sangre en mis mejillas, ya no lo soporté.

Los tres se me acercaron aun en estado de shock.

Mi hombro fue sujetado por Joey y los demás junto con él me ayudaron a mantenerme de pie, y aun no entiendo como es que siguen a mi lado a pesar de esto, y no les importo tampoco mancharse la ropa por la culpa de mis prendas.

— Creo que nos debes muchas explicaciones, amigo. — Dijo calmado Trístan.

Yo no dude en aferrar a los tres en un abrazo de grupo, fui un poco brusco al escuchar como sus huesos crujían ante mi acto, pero aun que se quejaron me aceptaron el abrazo sin reproches, los quiero chicos.

*¨*¨*¨*¨*

Les conté la mayor parte de lo que ocurría y la parte que más les impacto fue cuando les mencione sobre lo que paso conmigo y con el profesor Bakura en mi infancia, todo fue aclarado y a la vez me sorprendió mucho que Joey confesará que pasaba casi lo mismo con el Profesor Kaiba, exceptuando que este le había mantenido respeto y no como el pervertido que me tocó.

En pasó de tiempo parecía que el asunto de hace un rato fue pasado casi al olvidó, nos detuvimos a casa de Mayu y nos mojamos un poco entre los 4 con su manguera, no voy a mentir que aun me sentía raro por dentro, pero solo un poco, la mayor parte de mi extrañeza fue después de que matará a ese agresor infantil, en su casa nos lavamos la ropa para luego irnos a mi casa, la noche aun no acababa y los invite a mi casa para divertirnos un rato más, al final el único que peligro del que me advirtió el Profesor Sennen fue ese idiota buscando presas, pero ahora que ya no esta finalmente hay paz.

*¨*¨*¨*¨*¨*

No puedo evitar estar más que impresionado, me encontraba en shock al igual que mis amigos, en la acera enfrente de mi casa estaba mi papá, pero no estaba solo...

No...

El Profesor Sennen literalmente estaba comiéndole la boca a mi papá y este le corresponde con gusto, sin importarles que alguien pase y los vea teniendo sexo con ropa. Siento algo partirse en mi interior justo en el pecho y la rareza que tenía en mi cuerpo hace un rato volvió a aparecer, no mal entiendan, amo a mi padre, pero justo ahora yo quisiera...

Apreté mis puños haciéndolos tronar y sin darme cuenta estaba haciendo lo mismo que antes cuando estaba rastreando al maldito de Bakura, escuche apenas los gritos de mis amigos llamándome, mis lágrimas caían a mares por mis pupilas y se perdían en el viento por la carrera que estoy dando.

No quiero ver a nadie en este momento, pero eso sería dificultoso, antes no sentía su presencia cuando me seguía, pero cuando mire por el rabillo del ojo me percate de unos ojos sangrientos que me perseguían usando la misma forma en la que yo corría.

Profesor Sennen.

Profesor Pervertido || Puzzleshipping || YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora