Profesor Pervertido || Puzzleshipping || Yaoi

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— Regresaré mañana en la noche. — No lo veo pero puedo sentir su sonrisa desde el otro lado de la línea.

— Me alegra escuchar eso papá. -— Me respondió.

— Espero no te hayas metido en problemas mientras no e estado. 

No soltó ninguna sonrisa burlona, tal vez si no hizo nada, me alegra, ya que e visto a Yugi cambiar un poco su forma de ser, eso es bueno, pero no me agrada que este cerca de Yami, él no sabe nada pero de igual modo no quiero que se acerque a Yugi.

A mi ya no me importa Yami, me perdió después de que me dejo solo y preñado,  e tratado de iniciar mi vida de nuevo pero se me a estado haciendo algo difícil, pero eso tiene que cambiar.

— Cuídate Yugi. 

— Cuídate papá. — Me despidió y colgó.

Guarde mi celular y regrese al comedor donde encontré a Heba organizando unos papeles, en este hotel nos hemos estado quedando hasta que termine el viaje, y la verdad es que tenerlo de compañía me ha hecho un bien mayor.

— ¿Como se encuentra Yugi? — Pregunta.

— Muy bien, al parecer a estado tranquilo.

— Con lo travieso que me contaste que es. — Respondió sonriendo.

— Si, pero es un buen chico en el fondo.

— Tranquilo, lo sé.

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— ¿Tú y el profesor Sennen, el mismo que quieres expulsar de la prepa, el mismo chupa sangre y tú... son novios? — Pregunta Mayu con sorpresa.

— Se que es poco creíble, ni yo me lo creería, pero la verdad no lo puedo catalogar como relación, ni si quiera me a pedido para estar, y quise preguntarte a ver si sabías algo del tema.

— La verdad no puedo decirte mucho Yugi, yo tampoco estoy en ninguna relación y tampoco e estado en una, de hecho cierto tarado me robo mi primer beso. — Me mira seria unos segundos.

— Ah sí, perdón por eso, no sabia lo que me pasaba.

— Pasado Pisado amigo. — Me sonrío. — Si te soy sincera si es que quieres que esto vaya en serio tal vez si sea útil que te diga para estar. A no ser que solo quería desvirgarte.

— ...

Ya me entraron los nervios.

¿Y si tiene razón?

Ella puso los ojos en blanco al ver como mis labios se entre abrían y mis ojos temblaban por sus palabras.

— O-oye, no es para que pienses así, solo es mi manera de pensar, yo no estoy criticando tu... "relación", pero si tanto te preocupa deberías de hablar de eso con él no conmigo. Aunque agradezco que me consideres.

Tiene razón.

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Ya es otro día y he citado a Yami a mi casa, me contesto el mensaje hace poco, y no me sorprende que este en mi puerta en tres... dos... uno...

¡DING-DONG!

Fui a abrir la puerta y ahí lo vi, no trae puesto sus lentes, y verlo en camiseta es algo totalmente diferente a lo que es verlo todos los días en clase con camisas blancas o negras, y los pantalones ajustados que dejan ver la figura de sus piernas, su cuerpo es tan delgado pero a la vez fornido, y verlo desnudo la otra vez fue como ver una escultura artística, una embriagante escultura.

Lo deje pasar y cerré la puerta.

Este me sonrió al verme pero su expresión cambio al ver que no le devolví la sonrisa.

— Vaya, alguien hoy no esta muy contento.

— Tenemos que hablar Yami.

— ¿De qué se trata? — Se sentó en el sofá de dos plazas sin quitarme la vista de encima.

Yo me acerque y me senté a su lado.

— Sobre lo nuestro. — Le respondí.

— ¿Te arrepentiste? 

— No, no es eso, solo quiero hablar de... un pequeño tema de inseguridad.

— ¿Cuál?

— ¿Lo nuestro es serio?

Este encarno una ceja y puso una mirada como si no me creyera que dije esa pregunta.

— ¿Por qué me preguntas eso?

— Bueno...

Me siento ridículo hablando de esto, y más con él, sobretodo si esta tan cerca

— Después de que nos acostamos... ahm...

— Ve al grano Yugi.

No se por qué siento que su lengua y labios saborean mi nombre con detalle cada vez que pronuncia mi nombre de pila.

— ¿Somos novios si o no?

— Claro que lo somos.

— ¡Ya me suponía que...! — Me calle. — ¿Disculpa?

— Somos novios Yugi, ¿Por qué me preguntas eso?

— Porque después de acostarnos no me lo preguntaste. 

Mis labios apenas soltaron palabras que se entiendan en mi última oración, porque ahora que lo estoy diciendo me suena muy ridículo y estúpido, pero en otra parte de mis pensamientos me hubiera gustado que me lo preguntará.

— ¿Solo por eso?

— ...

Mis mejillas me empezaron a arder por la culpa de los nervios que hicieron que mi corazón latiera y aumentará mi calor hacía mi cara, pero sentí que se me enfriaron un poco por su tacto de manos al tomar mis mejillas para obligarme a que lo viera.

Odio que haga eso, cuando lo veo me siento pero que Anastasia estando enfrente de Christian Grey.

— Me lo hubieras dicho amor. — Me sonrío.

Me sobresalte al escuchar ese seudónimo que uso para mencionarme.

— Lo hubiera hecho, pero la verdad es que pensé que para tu punto de vista ya sería algo obvio.

— La verdad sí pero, de todos modos... aunque llegue a haber una probabilidad de que no haya demostrado que me hubiera gustado que me lo dijeras... en el fondo si me hubiera gustado... y más si eso proviene de ti.

La sonrisa no se le borraba del rostro, y cuando sus labios se consumieron en los míos no dude en dejarme llevar.

Me había consumido profundamente en mis pensamientos que al momento de abrir los ojos mi mirada choco contra la amatista de mi padre.