¿No me dirás "Oppa"? + jeon jungkook ೃ⁀➷ IDOL

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"I'm gonna fall..."

Repetí los movimientos de siempre, notando que ya los sabía a la perfección.

"...In love..."

"If you keep doing this..."

Continué con los pasos y cambié lugares con Min, sintiendo una fuerte punzada en el pecho cuando pasé junto a ella.

¿Cómo había podido besar a Kai... sabiendo lo que yo sentía por él?

Ignoré la canción por varios segundos, perdida en mis propios pensamientos, y volví a la realidad cuando la letra me recordó a una de mis principales preocupaciones:

"...like sweet caramel..."

Caramelo...

Cabello acaramelado...

Jeon Jungkook.

Él ocupaba gran parte de mis pensamientos desde la noche anterior. Y es que no podía quitarme de la cabeza sus palabras.

"Sé que estoy aquí por accidente... Pero ya está, sea por lo que sea, estoy aquí, oí lo que les ocurre y no puedo ignorar la situación y no hacer nada al respecto. Ya estoy involucrado, los ayudaré."

Dijo todo aquello de una forma tan suave y dulce que sus palabras se escurrieron por mis oídos como una dulce melodía, pero a la vez lo dijo con tanta seguridad y valentía, que golpearon con fuerza en mi corazón, haciéndolo temblar por unos minutos. En realidad, no fueron minutos, sino horas, porque mi corazón aún temblaba al recordarlo.

No pude evitar pensar que se veía hermoso, por cierto, con aquél color de cabello negro. Me gustaba mucho el color caramelo que llevaba hace unos días, pero el negro también se le veía muy bien, en especial con sus aros de plata. Su apariencia era tan viril y su presencia tan deslumbrante que a veces me costaba creer que realmente les temía a las mujeres. Pero era cierto. Es que era tan alto, tan musculoso pero no de forma exagerada, sino normal, como quien no va al gimnasio pero aún así posee un cuerpo fuerte y definido, no como aquellos chicos que parecen un popote andante. Y los rasgos de su rostro son tan... perfectos. Tiene aquellos grandes ojos negros, que también lucen preciosos cuando lleva lentillas azules, aquellos labios rosados y carnosos, no muy grandes ni tampoco muy pequeños, perfectos. Sin olvidar, claro, sus perfectos y blancos dientes de conejito. Adorable.

Terminamos de ensayar y nos tomamos un descanso, echándonos en el suelo del estudio de baile y tomando agua como si volviéramos del desierto. Los ensayos habían salido casi perfectos... Casi. Todas estábamos demasiado preocupadas por el asunto de las intrusas, pero por suerte, nadie en el staff pareció notarlo.

También noté que todas las chicas tenían sus sentimientos a flor de piel, cada una en sus mundos y con sus problemas... Por lo cual decidí que luego de solucionar el asunto de las intrusas, organizaría una noche de chicas para que todas hablen de sus problemas y podamos unirnos más.

- Unnies, voy a tomar un poco de aire. - les dije a las chicas antes de subirme a mi hoverboard y salir por la puerta, oyendo sus asentimientos y sus "Ten cuidado" detrás de mí.

Paseaba por los pasillos mientras comía peperos y pensaba en el plan. De a ratos pasaba sigilosamente detrás de las puertas cerradas, por si llegaba a encontrar a las chicas intrusas.

Entonces, cuando pasaba cerca de nuestro camerino, sentí unos fuertes brazos rodeando mi cintura. Síp, alguien me tomó de la cintura y me alzó como bolsa de papas, arrastrándome dentro de una habitación y entornando la puerta a medias. Fue tan rápido que no tuve tiempo a reaccionar.