¿No me dirás "Oppa"? + jeon jungkook ೃ⁀➷ IDOL

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«Salto, camino, salto, giro, salto, cruzo pierna y salto nuevamen...»

- ¡Mierda! - solté frustrada, y lo intenté nuevamente.

Estaba hace más de cuatro horas practicando una nueva coreografía. EunJu había terminado de explicármela y no quise perder tiempo, porque era increíble y estaba muy ansiosa por bailarla, pero habían algunas partes que me costaban un poco.

Repetí nuevamente esa parte que llevaba media hora intentando perfeccionar. Pero nuevamente perdí el equilibrio en el giro y el salto que le seguía a este me salió mal.

Lo volví a intentar. No pensaba rendirme, la palabra “perder” no existe en mi diccionario mental.

«¿Perder? ¿Y qué significa eso?»

- Toc toc... - oí una reconocida pero poco frecuentada voz masculina, grave y particular, y giré mi vista hacia la puerta, sobresaltada, para encontrarme con su alta y delgada figura posada sobre esta de una forma sexy y seductora.

- K-k... ¡Kai-oppa! - corrí hacia él, intentando como pude, acomodar mis desordenados y transpirados cabellos. - ¿Q-qué haces aquí? - pregunté un tanto alarmada por su sorpresiva visita.

Soltó una risita y me dio palmaditas en la cabeza.

- Tú, torpe Jiminie... - «Rayos, otra vez llamándome torpe...». - ¿Acaso no te dije que estaba en Seúl y que quería hablar contigo? - giró la mirada y se sacudió el cabello - Es importante Jiminie...

- Oppa... Sabes que te quiero, pero sabes que odio que me llames tor...

- También te lo dije en tu Vlive el otro día... - sonrió de lado. - Te dije que pensaba invitarte a salir.

- ¿EH? - así que era él...

Por alguna extraña razón, sentí una punzada en el pecho. Yo deseaba que fuera alguien más... ¿Pero quién?

- Aunque... debo admitir que estoy un poco celoso, últimamente este niño anda demasiado a tu alrededor y... - continuó hablando, pero yo seguía sumergida en mis pensamientos. - ¿¡Jimin-ah!?

Sacudí mi cabeza y alcé la vista, para encontrarme con la preocupada mirada de Kai. Sus ojos marrones mostraban confusión y sus labios rosados y carnosos estaban entreabiertos, dejando escapar un delicioso aroma a rosas...

- ¿R... rosas? - dejé caer mi cabeza levemente a un costado, analizándolo.

Él dio un paso peligroso hacia adelante, consiguiendo que aquella deliciosa fragancia se filtrara aún más por mis fosas nasales. Mi mirada subió hacia sus ojos marrones, los cuales se habían oscurecido y bailaban con un brillo que jamás había visto en Kai. Noté de soslayo como su pecho subía y bajaba, agitado, y su respiración se volvió más entrecortada. Su aliento a rosas me tenía encandilada, son mis flores preferidas y nunca fui capáz de resistir el perfume de las mismas, y adoraba poder saborearlo porque también existen chicles con sabor a rosas y...

Chicles...

«¡Lo tengo!»

- ¡Mis chicles con sabor a rosas! - exclamé, sin notar que Kai acababa de posar una de sus manos en mi cintura y que estaba lentamente cerrando sus ojitos. Los abrió de repente y me observó perplejo, sin comprender del todo de lo que estaba hablando mi persona. - Sí sí, - continué, ignorando su expresión ofendida. - ¿recuerdas? Te los dí aquél día en esa fiesta... Por eso me resultaba tan familiar el olor...

Estaba completamente perdida en mi mundo, fascinada con los chicles sabor a rosas, hasta que Kai soltó un suspiro, logrando dirigir toda mi curiosa atención hacia él.