Enfrentamiento

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Corrieron entre los árboles para tratar de alejarse todo lo posible de aquellos ninjas; estaban a punto de llegar a la salida del bosque cuando Hinata notó que volvían a organizarse. Les ordenó a los chicos ocultarse rápidamente para tratar de ganar algo de tiempo además de planear algún tipo de estrategia con la que lograran escapar y llegar sin problemas hasta Naruto.

- Ahora niños, estamos cerca de la salida pero no creo que esos ninja nos dejen escapar fácilmente. Lo que haremos será...

- Espera mamá –interrumpió Boruto– ¿Dónde está el Viejo?

- ¡Boruto! No llames así a tu papá –lo regañó mientras ponía a Himawari sobre la rama en la que estaban reunidos–, seguramente está peleando en otro lugar y protegiendo la aldea.

- Pero mamá, ¡somos su familia! ¡¿No somos más importantes?! –alzó un poco la voz, molesto. Hinata no sabía cómo responder ante ello.

Por un lado, estaba consciente de todo lo que representaba tener el puesto de Hokage, y también de todos los sacrificios que estuvieron dispuestos a afrontar Naruto y ella cuándo llegó el momento de decidir; estaba consciente de todo ello pero por otro lado, su pequeño tenía razón ¿Era necesario abandonar a su familia de esa manera? Ya casi no iba a casa, no comía los almuerzos que le preparaba su esposa con tanto esmero y cuando llegaba a presentarse en su hogar, siempre pasaba de ellos excusándose que se encontraba cansado pero que luego los recompensaría; no estaba siendo justo con ella y sobre todo, con sus hijos.

- Boruto, tenemos que salir de aquí primero –habló Sarada al notar la preocupación y tristeza en la madre del rubio–. Hinata-san, ¿cómo saldremos de aquí?

Hinata miró a Sarada y le sonrió; activó nuevamente su Byakugan para saber dónde se encontraba el enemigo y poder pensar con más rapidez. Los ninja comenzaban a situarse cerca de la entrada de la Aldea.

- Escuchen, voy a hacer más clones para atacar a los ninja, ustedes deben actuar rápido y huir. Traten de no separase y escabúllanse hasta llegar a la Torre del Hokage.

- Pero mamá, ¡no podemos dejarte! –soltó Boruto, alarmado.

- No hay opción. Debo protegerlos, a los tres –les sonrió y creó otros tres clones de sombra–. Sarada, lleva a Himawari, y Boruto...–Hinata puso las manos sobre los hombros de su hijo– Debes protegerlas; yo sé que eres muy fuerte y no sólo por ser el hijo del Hokage sino porque eres un buen niño y muy pronto todos verán el excelente ninja que eres. Todo gracias a tus propios méritos además de tu esfuerzo –dijo orgullosa a su hijo.

Boruto sintió como las palabras de su madre llegaban hasta lo más profundo de su ser; sus ojos se llenaron de lágrimas pero asintió con la cabeza. No iba a decepcionarla.

- Ahora, a mi señal deberán salir de aquí sin detenerse por nada del mundo. Cuento con ustedes –les sonrió.

- Mami, no quiero dejarte –lloraba Himawari. Hinata se enterneció al ver a su hija de esa manera así que, limpiando las lágrimas de su pequeño rostro, cerró cuidadosamente algunos puntos de chakra para dejarla inconsciente.

- Prepárense –les dijo mientras ponía a Himawari sobre la espalda de Sarada; se posicionaron y Hinata se quedó detrás de ellos para cubrir su salida– ¡AHORA!

Hinata y sus clones salieron de lado contrario a los niños, logrando distraer a los ninja que habían reaccionado al percibir movimiento cerca. Sin dudarlo, comenzaron a seguirla hasta adentrarse de nuevo en el bosque. Logró llevarlos hasta una parte más abierta para poder deshacerse de ellos fácilmente pero, frente a ella apareció nuevamente el ninja que guiaba todo el ataque.

- Es usted muy valiente Lady Uzumaki –el ninja se acercó a ella para comenzar el combate–, pero me temo que su esfuerzo fue en vano –sonrió confiado y burlón, lanzando golpes despiadadamente.

Aquel ninja era muy fuerte; Hinata no hacía más que bloquear y desviar sus golpes. A pesar de que su taijutsu era bastante bueno, no tenía ningún tipo de ninjutsu que complementara sus ataques. Su técnica de Puño Suave había logrado bloquear puntos importantes de la red de chakra de su oponente e inhabilitar sus ataques pero, al notar la aparente ventaja de la esposa del Hokage, los demás ninja también comenzaron a atacarla.

El combate era demasiado intenso y ella ya no tenía condición; su chakra se iba agotando rápidamente por haber utilizado varios clones de sombra y no poseía ningún tipo de arma ninja. Había logrado esquivar y eliminar a varios oponentes, inmovilizándolos temporalmente. No quería matarlos porque debía obtener información que ayudara a prevenir a la aldea de otros posibles ataques además de que no le agradaba la idea de matar cuando ya estaban inhabilitados.

Seguía luchando, reduciendo el número de ninjas enemigos de una manera sorprendente para ser una ninja retirada y de nivel chunin pero, luego de inmovilizar a los últimos cinco ninjas, una lluvia de shuriken y kunai se hizo presente tomándola por sorpresa y haciéndola utilizar su técnica Protección: Ocho trigramas, sesenta y cuatro palmas. Sin embargo, por su reacción algo tardía, varios shuriken se incrustaron en su hombro y brazo izquierdo así como en su abdomen.

Luego de esquivar la segunda lluvia de armas con éxito, logró escapar y esconderse entre la maleza, tratando de llegar al final del bosque pues estaba perdiendo mucha sangre y si no tenía cuidado, podría perder la vida.

- Lady Uzumaki, ya no tiene a dónde huir y está herida. No quiere hacer enviudar al Hokage tan pronto, ¿verdad? –decía el ninja en tono burlón y sarcástico. Hinata activó su Byakugan para encontrar al enemigo– Es una oponente bastante formidable Lady Uzumaki, pero no puedo creer que la esposa del Hokage no haya podido evitar la captura de sus hijos, otra vez.

Lo dicho por el ninja alarmó nuevamente a Hinata quien, con el Byakugan activado, miró hacia la dirección por donde habían escapado los niños y logró ver como dos ninjas se acercaban a ellos. Se llenó de una gran desesperación e intentó ponerse en marcha para poder salvarlos pero sus heridas hacían que todos los movimientos que realizara fueran sumamente dolorosos y la pérdida de sangre comenzaba a debilitarla cada vez más.

- Ya basta de juegos –soltó el ninja, apareciendo espontáneamente frente a ella, lanzándole un golpe que apenas había podido esquivar.

La serie de golpes que devino ya no podía esquivarlos; su chakra se había agotado y sus reflejos eran muy lentos. Estaba desvaneciéndose pero no iba a rendirse tan fácilmente, tenía una razón para vivir; no podía abandonar a sus hijos.

- Sus últimas palabras, Lady Uzumaki –dijo el ninja mientras sonreía, victorioso.

- N-nunca lograrás tu co-cometido – jadeaba mientras trataba de ponerse en guardia para resistir un poco más.

El ninja se abalanzó rápidamente contra ella; Hinata trataba desesperadamente de moverse pero su cuerpo ya no le respondía, lo sentía tan pesado y entumecido. Estaba preparada para recibir el golpe final pero éste nunca llegó. Su visión era ya borrosa por lo que no pudo distinguir quién se había interpuesto entre el ninja y ella; lo único que había logrado ver, con algo de dificultad antes de caer inconsciente, fueron unos destellos azules y el extraño sonido de las aves al revolotear.

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La imagen (en este caso, GIF ^^;) NO me pertenece. Sólo la uso como ilustración para este bello capítulo, más no me la apropio (y la verdad desconozco quién sea el autor pero, aún así, los créditos son de él/ella)

No olviden dejar sus comentarios ^^, nos estamos leyendo!! xD

Lady UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora