Lady Uchiha

Tensión

Sasuke seguía caminando y, mientras más avanzaba, más inmerso iba en sus pensamientos ¿por qué se había puesto feliz de ver a Sarada en brazos de Hinata? Se estaba volviendo más sentimental conforme ideas extrañas iban cruzando su cabeza ¿Hinata ser la madre de Sarada? ¿Hinata despertando con él cada día de su vida? ¿Hinata, Uchiha? 

- Tsk, putas cursilerías –suspiró y trató de calmar todo el torbellino de emociones que desató el simple hecho de pensar en Hinata con su apellido.

- Sasuke ¿qué haces tan tarde por aquí? –salió Shikamaru a su encuentro–¿Buscas a Naruto?

- Sólo vengo a entregar esto–lanzó sin ningún cuidado el cuerpo del vándalo–. Y sí, necesito quejarme con alguien sobre la decadente seguridad de la aldea.

Shikamaru se apresuró en acercarse al cuerpo que había dejado caer el Uchiha, se preocupó de que estuviese muerto pero, notó que aún respiraba así que supuso que lo había introducido en un genjutsu o algo por el estilo. 

- ¿Queja de seguridad? –se incorporó y lo miró algo confundido.

- Sí, hace cuatro o cinco días que atacaron a Hyuga y ahora, intentan secuestrar a mi hija–soltó Sasuke molesto– ¿Qué demonios les pasa?

- Qué problemático –suspiró Shikamaru, tallando un poco sus párpados–. Gracias por hacerte cargo Sasuke, de cualquier modo, hablaré con Naruto mañana a primera hora.

- ¿No está aquí? –miró a Shikamaru, analizando todo gesto que surgiera junto a la posible respuesta que fuera a darle, buscaba algo que le pudiera dar señal de que en verdad no se encontraba ahí y que no estaba encubriendo el amorío de Naruto con aquella pelirosa.

- No, de hecho no tiene mucho que se fue, tal vez lo encuentres de camino –soltó Shikamaru mientras hacía lo mismo que Sasuke, evaluando y tratando de asimilar toda la información que le proporcionara el azabache.

- Hmp–fue la única respuesta que obtuvo del Uchiha antes de darse la vuelta y volver por donde había llegado "Tsk, que problemático, solo espero que de verdad lo encuentre en el camino y no en otro lugar" suspiró Shikamaru y, tomando al bandido, fue a entregarlo al departamento de inteligencia para poder sacarle información y luego encerrarlo. 

Al perder la presencia del Nara, Sasuke salió por una de las ventanas de la Torre del Hokage. Saltaba entre los tejados para poder llegar hasta la residencia Uzumaki lo más rápido posible, algo le decía que tenía que llegar pronto o algo serio se desataría.

Por otro lado, Hinata miraba sorprendida a la pequeña Uchiha ¿qué le estaba pidiendo? ¿Qué pasaría con Sakura? La verdad era que estaba encantada con la idea, tener a Sarada como su hija la hacía realmente feliz puesto que no dejaría que nadie se atreviera a dañarla, incluso si aquello conllevaba tener que enfrentarse a Sakura, Sasuke o hasta contra Naruto. De verdad había creado un lazo inquebrantable con Sarada aunque siempre pensó que era unilateral y que todo el amor que le tenía sólo era visto como simple afecto pero, al darse cuenta de que la pequeña azabache también la estimaba de una forma especial, se sintió realmente feliz y agradecida.

- Sarada, yo. . . 

- ¿Hinata? –fueron interrumpidas por una voz proveniente de la casa que estaba a sus espaldas–  ¿qué estás haciendo? ¡Sarada-chan! ¿Qué hacen las dos afuera? Pescarán un resfriado 'ttebayo.

Hinata se tensó al escuchar la voz de su esposo ¿qué hacía tan de repente en su casa? Pero se sintió ridícula "No seas tonta Hinata, es tu esposo y es obvio que tiene que regresar a su hogar"

- ¡Séptimo! Disculpe las molestias –decía la pequeña Uchiha mientras se acercaba con Hinata, tomada de la mano.

- No es molestia 'ttebayo, aunque ¿qué hacen las dos tan tarde en la calle? –preguntó el rubio, más a su esposa que a la pequeña que venía con ella.