Traición

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¡¡A D V E R T E N C I A!!

Al fin ha llegado el capítulo doloroso jaja ^^; esperaba que fuera de una manera menos trágica pero. . . Soy masoquista y te arrastraré conmigo >:D jajaja ok no, pero sí va a doler. Habrá algo de lemon pero muy ligero, no estoy segura de cómo se le llama, lime? soft lemon? jajaja lo que sea xD

Si no te gusta este tipo de situación, sugiero que te saltes este capítulo o la parte de la "acción" jajaja. . . También espero que las imágenes que ponga no sean tan ofensivas (por favor no me reportes Q^Q)9 Jaja de ahí en fuera ¡Disfruta tu lectura!

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Hinata despertó temprano como era su costumbre, tenía que preparar el desayuno para sus tres angelitos. Miró de reojo a Sarada que seguía durmiendo, suspiró y le dio un beso en la frente; la pequeña azabache sonrió pero no despertó. Hinata sonrió de igual manera y se levantó, se dio un baño rápido, se arregló y salió de la habitación con la intención de preparar un gran festín.

Al cerrar la puerta de la habitación volvió a escuchar ruido proveniente del despacho de Naruto y recordó que anoche, al tratar de abrir la puerta, ésta estaba asegurada pero no había razón para que lo estuviera ¿o sí? ¿Estaría tratando un asunto tan importante que tenía que asegurar la puerta? Tendría que ser algo concerniente sólo a los Kages pero, si ese era el caso ¿por qué traerlo a casa? Antes, Naruto y Hinata habían acordado que en casa no habría secretos y que los asuntos del Hokage no saldrían jamás de la oficina en la Torre del Hokage.

Hinata sacudió la cabeza, no podía darse el lujo de empezar a desconfiar de su esposo, no le había dado ninguna razón para ello a pesar del distanciamiento. Eso no quería decir que le ocultara cosas o que incluso le fuera infiel ¿verdad? al contrario, sólo demostraba que el puesto del Hokage era una tarea difícil. Sin darse cuenta, Hinata estaba de nuevo frente a la puerta del despacho de Naruto; no quería, le dolía siquiera pensar que le estuviera ocultando algo. Él, él le había prometido que no ocultaría nada así como ella jamás le ocultaría algo.

- Aah~ espera –Hinata se paralizó ¿ese era Naruto?–¿De nuevo? –"¿Qué? ¿De nuevo?" susurró para sí misma, se sentía la peor persona en el planeta por espiar a su esposo a pesar de que le juró jamás usar el Byakugan en su propia casa pero, ahora creía tener una razón para hacerlo–. Aquí no, es arriesgado. Esta noche, 'ttebayo.

El corazón de Hinata se encogió, un fuerte nudo en la garganta estaba por ahogarla ¿qué estaba pasando? ¿Alguien estaba con Naruto? No, eso no era posible, seguramente él se encontraba entrenando o analizando algún pergamino con sus clones de sombra; siempre hacía ese tipo de cosas desde que era pequeño, incluso discutía consigo mismo. Se alejó de la puerta como si en ella hubiera algo realmente aterrador o asqueroso, como si frente a ella se estuviera abriendo el mismo infierno. Bajó corriendo las escaleras hasta la cocina, tenía que preparar el desayuno y dejar de pensar en lo que acababa de escuchar y ver.

Se quedó recargada en la pequeña barra que había en la cocina, temblaba como si la temperatura dentro de esa habitación hubiera descendido a grados bajo cero; trató de cocinar lo mejor que pudo pero su mente estaba hecha pedazos, su cuerpo no dejaba de temblar y, a causa de ello, se había hecho una herida accidental. Miró su mano, la sangre corría entre sus dedos y ella sólo la miraba salir, como si fuera el espectáculo más fascinante y atrayente del mundo. 

- No, Naruto-kun no puede hacer eso. Él, él sólo está atendiendo asuntos importantes–se decía a sí misma, como si de un mantra se tratase–. E-Era sólo un clon de sombra, un clon de sombra, un clon de, sombra –sintió como todo a su alrededor daba vueltas, su respiración comenzó a volverse más rápida, se sentía agitada y podía sentir los latidos de su corazón en los oídos–. Yo,  yo me he descuidado, me he descuidado. Mi Byakugan, mi Byakugan ya no –el sonido del timbre la sobresaltó y dejó caer el cuchillo que aún sostenía en la otra mano, rápidamente cubrió su herida y se dirigió hacia la puerta.

Lady UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora