Cruda Realidad

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Hinata y Sarada tenían una conversación de lo más agradable. Sarada nunca había tenido la oportunidad de hablar a solas con la esposa del Hokage y le daba un poco de tristeza y envidia esa situación. La primera, porque deseaba que su madre tuviera algo de tiempo para pasar con ella de esa forma; la segunda, de Boruto porque tenía un padre que estaba con él, tal vez no siempre como él quisiera pero al menos podía verlo, además de una madre como Hinata.

Hinata observó a Sarada, de repente se había quedado en silencio y vio en ella de nuevo esa mirada de tristeza, seguramente a causa de sus padres; iba a reconfortarla cuando por la puerta entraba Sakura. Se notaba agitada y nerviosa.

- ¡Mamá! –la miró alegre Sarada.

- Ho-Hola Sarada –sonrió nerviosa– ¿Cómo te sientes Hinata?

- Algo adolorida pero, ¿cuánto tiempo estuve inconsciente? –preguntó, apenada.

- Como 9 horas. La pérdida de sangre y todo el esfuerzo que realizaste al pelear hizo que te tomara más tiempo recuperarte –decía la pelirosa mientras se acercaba hasta la camilla.

- Ya veo –suspiró algo avergonzada–. Gracias por venir, Sakura-san.

- N-No agradezcas –sonrió nerviosa–, te revisaré para poder cerciorarme de que va todo en orden y, tal vez puedas salir en menos de una semana.

Sakura comenzó con la revisión y, sin quererlo, Hinata notó algunas marcas en el cuello de la pelirosa. Sonrió con tristeza, al menos Sakura podía disfrutar de su vida de casada con Sasuke sin problemas y a pesar de la distancia.

- Todo está en orden Hinata, te tendré en observación de cualquier modo –decía mientras anotaba sus observaciones en el historial médico que estaba en la parte baja de la camilla.

- Mamá, ahora que papá regresó –habló Sarada, emocionada– ¿Cenaremos juntos esta noche?

- Lo siento Sarada, hoy tengo que terminar un trabajo, tal vez mañana –contestó sin mirar a su hija.

Hinata se sorprendió por aquella respuesta, ¿no estaba feliz de tener a Sasuke a su lado? ¿No quería pasar tiempo con su hija? Se quedó observándola un poco más, tratando de adivinar lo que había detrás de esa excusa tan vaga; tal vez estaba estresada pero, ¿esa era razón suficiente para hacer a un lado a su hija?

- Eso es todo; si se te ofrece algo más Hinata, pondré a una enfermera para que esté al pendiente de ti –dijo mientras la llamaba y le entregaba un aparato a la ojiperla–. Con esto mandarás una señal y ella vendrá en seguida –instruía la pelirosa mientras la enfermera hacía una leve reverencia ante la esposa del Hokage.

- Gracias Sakura-san –sonrió amablemente a ella y a la enfermera.

Sin decir nada más, Sakura se retiró, dejando a una Hinata algo confundida por sus acciones y a Sarada triste al saber que no podrá tener el momento en familia que tanto anhelaba.

- Sarada-chan –habló Hinata al ver como ella mantenía la mirada perdida por donde había salido su madre–, si quieres puedes quedarte conmigo a comer; no voy a poder salir del hospital en un buen rato y no quiero estar sola ¿Qué dices si cenamos juntas? –dijo, tratando de animarla.

Sarada asintió con la cabeza aún con expresión triste pero sonrió por la propuesta que le había hecho; le gustaba pasar tiempo con ella a pesar de que extrañaba a sus padres.

[...]

Sasuke se había alejado, junto con Boruto, hasta llegar al bosque cerca de donde entrenaba con su equipo cuándo era genin; dejó al pequeño rubio recargado en el ancho tronco de un árbol mientras encendía una pequeña fogata ya que la noche se iba haciendo presente, sólo esperaría a que su alumno recuperara la conciencia para poder hablar sobre lo que pasó. Para suerte del Uchiha, no tuvo que esperar mucho ya que el pequeño rubio comenzaba a moverse y abrir los ojos; se notaba que estaba desorientado. No fue sino hasta que vio a su maestro que comenzó a atar cabos.

- ¡Sasuke-sensei! ¡¿Dónde está el Viejo de mierda?! ¡¡Le voy a dar la golpiza de su vida!! –decía, incorporándose furioso y acercándose hasta donde estaba su maestro.

- Cálmate –soltó con su mismo tono monótono el Uchiha.

- ¿Cómo pides que me calme? ¡¿Y CÓMO ES QUE ESTÁS TAN TRANQUILO SENSEI?! ¡¡¡A TI TAMBIÉN TE TRAICIONARON!!!

- A mí nadie me traicionó –y era verdad ya que Sasuke había llegado a la conclusión de que todo esto se había desarrollado por su falta de confianza y por querer negar sus sentimientos desde el principio "Qué irónico, el orgulloso Sasuke Uchiha fue vencido por su amigo y rival de la peor manera" pensó sarcásticamente mientras veía como Boruto seguía hablando sin parar.

- ¿Ya terminaste? Si no te callas no te puedo explicar nada –suspiró, cansado.

- ¿Tú, ya sabías de esto? –preguntó a su sensei, perturbado e incrédulo.

- Sí –contestó con indiferencia.

- ¡¡ ¿Y POR QUÉ NO LOS DETUVISTE?!! ¡¡¡ ¿POR QUÉ NO HICISTE NADA?!!!

- Porque pensé que no me importaba –contestó, mirando pensativo hacia la fogata–, creí que ya había superado esa sensación pero... Parece que era mucho más profundo e intenso de lo que había imaginado –decía, más para sí mismo que para Boruto quién tenía cara de no comprender nada de lo que salía de la boca de su maestro.

- ¿Qué demonios? ¿De qué estás hablando sensei? –miraba confundido e impaciente a su maestro.

- Solamente digo que las cosas se complicaron con sus nacimientos –suspiró cansado e irritado–. Naruto y Sakura siempre han estado juntos y la verdad, no tengo idea de lo que haya pasado para que hubiera algo entre tu madre y el dobe; lo único que sé es que al menos entre Sakura y yo no hubo nada más que despecho, una revolcada y un descuido.

Boruto se encontraba atónito por lo que había dicho su maestro, ¿su padre y Sakura siempre han estado juntos? Él era consciente de eso e incluso también había llegado a sospechar que algo pasaba entre ellos pero su madre le había dicho que no tenía de qué preocuparse porque su padre y ella eran muy buenos amigos.

- ¿Me estás diciendo que no amas a tu familia y que por eso no estás en la Aldea? –Boruto pensó que si su maestro no lograba tener nada de afecto por su familia, ¿qué podría esperar de su padre, que era mucho más estúpido?

Sasuke guardó silencio; silencio que fue malinterpretado por Boruto y sin pensárselo, se lanzó en contra de su maestro, furioso y herido ¿Qué iba a pasar con ellos? ¿Dónde quedaba Sarada entonces? Él sabía que si su padre se alejaba completamente de ellos, su madre se haría cargo. Es una mujer fuerte y se notaba que amaba con locura a sus hijos pero Sarada iba a ser indudablemente abandonada, sin un padre o una madre que la quisiera "¡NO! No voy a dejar a Sarada sola" pensó el pequeño rubio.

- ¡ERES UN MALDITO HIJO DE PUTA! ¡¡IGUAL QUE EL VIEJO DE MIERDA!! –decía sin dejar de atacar– ¡NO PIENSAN NADA MÁS QUE EN USTEDES! ¡¡ ¿QUÉ HAY DE SARADA?!! ¡¡¡ ¿A ELLA TAMPOCO LA QUIERES?!!!

- Yo nunca dije eso –contestó tranquilamente su maestro, lo que hizo enfadar aún más al pequeño rubio.

- ¡CLARO QUE SI! ¡¡TU SILENCIO FUE MÁS QUE SUFICIENTE!! –lanzó un golpe hacia el rostro de su maestro con todas sus fuerzas pero fue detenido por él, sin siquiera inmutarse.

- Estás malinterpretando todo –suspiró mientras detenía el golpe de su alumno–. Sarada es la única razón por la que regreso a la Aldea, es la razón por la que soporto a su estúpida madre y sus tonterías, por ella y...–miró con cierta inseguridad al pequeño rubio.

No estaba seguro de cómo reaccionaría si le decía toda la verdad; tendría que decírselo algún día pero no en este mismo momento, ya que notó cómo había agachado la mirada, completamente destrozado.

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La imagen NO me pertenece. Sólo la uso como ilustración para este bello capítulo, más no me la apropio (y la verdad, es claramente una captura de pantalla de un episodio de Boruto así que jaja, no hay mucho que explicar aquí xD)

No olviden dejar sus comentarios ^^, nos estamos leyendo!! xD

Lady UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora