Decisión

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Hinata suspiró, no era momento de recordar ni mucho menos de confundir la amistad, o mejor dicho, el compañerismo entre ella y Sasuke. Miró de reojo a Sarada que la miraba expectante, sonrió y, girando hacia ella, tomó sus manos.

- Yo creo que, antes de decidir algo tan importante deberías hablar con tus padres, hazles saber lo que te molestó o lo que te lastimó –le dió una cálida sonrisa–. Te aseguro que ellos valorarán muchísimo el que seas sincera e incluso crearán un vínculo mucho más fuerte.

- Yo, no creo que eso sea una opción a estas alturas –Sarada evitó la mirada confundida de Hinata–. Ellos ni siquiera me ven como su hija, eso fue lo que dijo mi papá –las lágrimas comenzaron a brotar de los negros ojos de la pequeña Uchiha–. Mi, mi papá dijo, dijo que en-entre él y mamá no, no había nada. Él di-dijo que no había nada –Sarada apartó un poco las manos de Hinata para tratar de parar las lágrimas que salían de sus ojos–. Si, si no hay na-nada entre ellos entonces, yo ¿yo qué soy?

Escuchar aquellas palabras la dejaron congelada ¿Sasuke dijo eso? No podía creerlo, no podía creer que entre Sakura y Sasuke no hubiera nada. Para Hinata ellos eran la pareja perfecta, se notaba que Sakura lo amaba con locura y Sasuke; bueno, no era muy expresivo pero, el amor que mostraba por Sarada se notaba con la simple presencia de la pequeña ante él. Además, que él acudiera a Hinata para encontrarla era prueba de ello pero, ahora lo que Sarada le había confesado, simplemente no cabía en su cabeza.

- Ya, ya ni siquiera sé si de-debo llamarlo pa-padre –la pequeña no paraba de sollozar y verla de esa manera rompía en mil pedazos el corazón de Hinata, su pequeña sufría el rechazo que ella también sufrió a temprana edad. 

Sabía lo que se sentía ser rechazada y excluida, prácticamente entregada a una desconocida para que se hiciera cargo de ella "Haz lo que gustes. Si no es capaz de derrotar a Hanabi, que es 5 años menor que ella, los Hyuga no la necesitan" Las lágrimas comenzaron a brotar y, sin decir nada más, abrazó a Sarada y la pequeña se encogió más en sus brazos.

- Sarada escucha –decía Hinata, tratando de controlar sus lágrimas–, por ahora no puedo dejar que vivas con nosotros porque estaríamos haciendo las cosas de mala manera, primero tenemos que hablar con tus padres para que me cedan el derecho de tenerte como mi hija –Hinata se separó de la pequeña y secó sus lágrimas–, tal vez el proceso sea largo y difícil pero, si tú estás segura de lo que estás haciendo yo haré todo lo que esté en mis manos para que sea posible –acarició su mejilla maternalmente–. Aun cuando las cosas cambien y decidas quedarte con tus padres, yo te seguiré queriendo de la misma manera y esta casa siempre estará abierta para ti.

- No cambiaré mamá, te juro que mantendré mi decisión hasta el final –decía Sarada decidida y, sin poder evitarlo, Hinata vio en ella al pequeño Sasuke.

El sonido del timbre la sacó de sus pensamientos e hizo sobresaltar a la pequeña Uchiha, ambas sabían de quién se trataba. Se miraron por unos instantes mientras el timbre sonaba insistentemente; Hinata decidió levantarse pero, antes de dar un paso, fue detenida por la pequeña azabache. Cuando los ojos perla chocaron con aquellas orbes oscuras llenas de tristeza, suspiró y besó su cabeza susurrando "Trataré de convencerlo para que te quedes aquí esta noche pero mañana debes hablar con él ¿de acuerdo?" La pequeña respondió con un leve movimiento de cabeza y Hinata partió para poder abrir la puerta.

- Hyuga ¿por qué tardaste tanto? Estuve a punto de derribar la puerta –decía el molesto Uchiha frente a ella pero, sin importar la molestia del azabache, se atrevió a enfrentarlo; no iba a abandonar a su pequeña sólo porque su padre fuera uno de los ninja más temidos de todo el mundo shinobi–¿Qué pasa? 

Lady UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora