3 simples pasos para convertirte en un campeón olímpico.

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En el espíritu de los Juegos, aquí hay una simple guía de 3 pasos para convertirte en un campeón Olímpico:

Compra un par de lentes a prueba de fugas.

Los vas a utilizar por horas y horas, así que asegúrate que sean confortables, que no les entren agua y que te veas muy bien con ellos puestos. Piensa de ellos como tu capucha, tu máscara, tu pintura de guerra. Con estilo, confortable y prácticos. Y si, el anti-fog raramente dura más de un par de semanas, así que no los sudes por dentro y no los limpies con los dedos.
Consigue una bolsa para tu equipo de entrenamiento.

Compra una bolsa de natación que pueda contener todos tipo de equipamiento que puedas tener. Patas de rana, paletas, flotadores, lentes, tapones para los oídos y gorros de natación.

Y lo mas importante...

Únete a un club de natación a una edad temprana. Demuestra una gran actitud para el deporte. Trabaja duro, diviértete, pero debes mantener un balance para no quemarte a una edad temprana como muchos grandes nadadores de categorías menores.

Progresa a través de las categorías hasta que consigas clasificar a tu primer nacional juvenil. En el camino tendrás entrenadores que te motivarán de diferentes maneras, que te desafiarán, y que esperarán que tu esperes lo mejor de ti mismo. Aprendes a lo largo del camino que todo se trata de mejorar, cada día, poco a poco, mejorar.

Trabaja duro.

Deja el confort de un pequeño charco y compite contra los peces gordos por la primera vez. Se humilde, date cuenta de todo el trabajo que falta por hacer.

Debes tener padres que no sólo te apoyen en tus objetivos en la piscina, sino también que te lleven a la práctica, te den fuerzas luego de una mala competencia, y que sean de guía durante la mayoría de los períodos de entrenamiento en tu carrera.

Y continúas trabajando en ello, estrechando tus objetivos en tus pruebas principales, aquellas en las que destacas más. Así como el entrenamiento se vuelve más y más especializado, utilizas más tu tiempo fuera de la piscina de manera que gire alrededor de tus metas dentro de ella.

Trabaja duro.

En este punto haces una gran cantidad de trabajo fuera del agua para complementar las innumerables vueltas que haces ente los carriles. Los mejores tiempos no llegan fácilmente en este punto.

Donde antes bajabas segundos, ahora la ventana de mejoras se ha ajustado a décimas y centésimas de segundo y el tamaño de trabajo que esto requiere sigue subiendo. Mayor trabajo para resultados más pequeños.

Dejas de ir a la mayoría de eventos sociales miss out, especialmente los viernes, para asegurarte que estarás debidamente descansar y listo para romperla en el entrenamiento del sábado por la mañana.

Trabaja duro.

Clasificas a tu primer nacional absoluto,  compites en el nivel más alto que el deporte de tu país te puede ofrecer. Compites contra recordistas nacionales, Olímpicos, y campeones mundiales. Ver cómo se preparan te inspira a llevar ti entrenamiento al siguiente nivel.

Eliges tu institución de estudios post-bachillerato basado tanto en las oportunidades académicas como de entrenamiento. Dejando los confines de tu grupo de edad entrenas con un equipo lleno de atletas que comparten un objetivo en común.

Trabaja duro.

Cuando vas a tu primer Clasificatorio Olímpico estás nervioso, pero emocionado. Mucho trabajo te ha llevado a este punto. Quedas corto en formar parte del equipo en tu mejor evento por sólo unas décimas de segundo.

Desalentado, vuelves a casa y debates en dejar el equipo por completo, aún pudiendo manejar otros cuatro años de entrenamiento, sacrificio. Después de una semana fuera del agua te das cuenta de cuánto la extrañas, y cuánto te arrepentirás de no haber dado todo lo que tenías.

Y así te comprometes para otros cuatro años. Tienes numerosas lesiones de hombro, torceduras en los dedos, y más músculos doloridos de los que puedas recordar en tu búsqueda no sólo por formar parte del equipo la próxima vez, sino de ganar el oro, no dejas piedra sin voltear. Descompones tu carrera y tu forma de nadar buscando mejoras milimétricas.

Partidas, vueltas, técnica — nada es dejado al azar. Te tomas un año libre de la escuela y trabajas completamente enfocado en tu entrenamiento.

Trabaja duro.

Las semanas antes de la Clasificación haces tiempos en entrenamiento casi súper-humanos. En los clasificatorios dejas atrás a la competencia para ser parte del equipo.

En el gran escenario te para en el bloque de partida, miras abajo a la línea, confiado de que hiciste todo el trabajo, los sacrificios necesarios, y que estás listo para dejar salir la mejor carrera de tu vida.

Mientras te zambulles en el agua en tu camino al oro Olímpico, camino a tu éxito "de la noche a la mañana", puedes sonreír dentro de ti sabiendo que hiciste todo lo que podrías haber hecho para hacer posible este momento.
¡Así que ahí tienes, una guía súper simple y directa de 3 pasos para convertirte en un campeón Olímpico!

EDITADO: 14/02/18

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