Otra oportunidad; Sekaiichi Hatsukoi (Yaoi)

43. How long will I love you?

43. ¿Cuanto tiempo te amaré?

Los años habían tomado lugar. Una nueva casa, las nuevas escuelas, amistades que venían e iban, sentimientos y emociones que se modificaban con el pasar de las estaciones. Nada era igual, y estar a punto de entrar a la Universidad, era un cambio que dejaba ver el gran pasar de los años.

—¿Qué haremos?—Preguntó con algo de preocupación, aquella dulce doncella.

Así como las estaciones habían transcurrido, su florecer había sido inevitable. Esa princesa dueña de la atención y protección de todos en esa casa, estaba por partir. Hace un año que había entrado a la Universidad, era uno de sus sueños lograr un intercambio en el extranjero, con esfuerzo lo consiguió aunque esto fuera algo doloroso para todos en la familia, igual la apoyaron. Sin embargo eso no era lo que realmente le preocupaba, más bien era esa pareja de viejos que solo lograban ponerla a pensar.

—¿De qué hablas? Debemos bajar a cenar— Pronunció con obviedad el peli-negro, encontrándose a unos pasos de ella, deteniéndose ante la obstrucción que provocaba su hermana a mitad de las escaleras.

—No, tonto. Hablo de ellos, de nuevo están peleando.— Hizo una seña con su mano, indicándole por donde ver. Akira se colocó a su altura, observando a través de los tubos de la escalera esa escena en el primer piso que dejaban al aire sus queridos padres. Esto ya se había hecho costumbre, y no era nada bueno.

—¿Y ahora por qué? Esto cada vez es más frecuente, ¿Cuántas veces van ya a la semana? ¿Dos, tres?—

—No lo sé, realmente no puedo escuchar bien. —Desordenó un poco sus cabellos al frustrarse por no poder escuchar—Esto ya está preocupándome, ¿Crees que se separen? ¡Yo no pienso tener padres separados!— Expreso cayendo casi en el colapso ante esa idea.

Masamune y Ritsu o como ellos los llaman, papá y mamá. Ellos siempre han peleado, pero no pasaba de un desacuerdo donde alguno de ellos sólo terminaba con mala cara para que, al término de unos minutos, se borrará sin dejar rastro. Sin embargo, las cosas estaban cambiando y en el último mes, era muy evidente.

—Calmate Hikari, eso no pasará. Quizás sólo se trate de otra diferencia con el trabajo.—

—¿Tú crees? ¿Cuándo fue la última vez que pelearon así? Hace tanto que no veía a papá tan molesto.—

—No lo sé, ¿En año nuevo? Es extraño que peleen pero, se les pasará. Creo que estas preocupándote de más.—Palmeo la cabeza de su hermana, tratando de calmarla. Cuidar de ella, era algo que jamás cambiaría. Una vez se fuera, sería difícil no tenerla a su lado.