Catorce

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Newt

  Azote la puerta furioso al salir. Lancé un puñetazo a la pared, en un intento de calmar mi furia; no funciono.

Alby se lo contará todo.

  Agite mi cabeza y me senté en el suelo.

Bueno, sí se lo cuenta a Tommy eso estará bien. Ya no quiero ocultarle nada, pero me hubiera gustado contárselo por mí mismo.

Unos pasos llegaron desde un lado del pasillo.

—Hey, te estaba buscando —dijo David, sentándose a mi lado.

No lo miré, no quiero que me contagie su alegría. Necesito estar triste y furioso por un rato, es lo que me merezco.

—De verdad, no es un buen momento —dije, con los ojos cerrados—. Lo que me vayas a decir me lo puedes decir más tarde. —Hice un gesto indicándole que se fuera.

Él tomó mi mano y comenzó a jugar con ella.

  —La verdad es que siempre es un buen momento para hablar conmigo —repuso—. Te estaba buscando porque no te vi en el almuerzo y... Estaba un poco preocupado.

No necesite verlo para saber que esta sonrojado, solo de pensar eso me dieron ganas de sonreír.

—Como ves, estoy muy bien. Así que puedes irte.

—No me iré —exclamó—. Seguro de que no has comido nada, y eso que te he dicho un millón de veces que no es bueno para tu salud saltarte las comidas —me regañó.

Lo miré molesto.

—Con todo lo que esta pasando, mi salud es lo menos importante ahora.

Me levanté dispuesto a irme, pero recordé que en la habitación de enfrente esta un intimidante y demente Alby contándole mis secretos a Tommy.

—Tu salud es importante Newt, no sabes cuantas enfermedades afectan nuestro mundo.

—Si tanto te preocupa el bienestar de los demás, usaré mis influencias para trasladarte con los Docs.

Él agitó la cabeza en señal de negación.

—Newt no lo entiendes, te digo todo esto porque me preocupas tú.

Su revelación agitó algo dentro mí. ¿De verdad le importo a alguien...?

—Yo... Eh... —tartamudé.

Un grito de auxilio se escuchó desde la habitación de enfrente. Entré rápido al cuarto y estuve apunto de desmayarme.

Tommy en una esquina esta llorando descontroladamente y en la cama Alby se encuentra apretando su cuello, sus ojos saliéndose de sus órbitas y su cuerpo convulsionando.

Me lance sobre él y sujete sus manos.

—¡Tommy, sostén sus piernas! —grité.

Tommy se acerco e hizo lo que le pedí.

  Después de que logramos detenerlo, poco a poco fui dejando de hacer fuerza y luego al ver que Alby no volvía a intentar nada, lo solté.

—Newt, lo siento... —murmuró Alby, con los ojos cerrados.

—¡Callaté! —le grité—. No quiero oírte.

Caminé hacia David que se había quedado en la puerta.

—Trae algo para que Tommy y yo comamos —le pedí más calmado—, estaremos en "nuestro lugar", ¿Okay?

Él con la cara pálida, solo asintió y se fue. Me giré hacia Tommy.

The Maze Runner (Newtmas) |Paro indefinido|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora