Diecinueve

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Newt

Nunca me había sentido tan vivo.

 Que yo recuerde, Tommy fue mi primera vez. No el primero con el que me acuesto (He estado con otros dos aparte de Tommy), sino el primero con el que de verdad sentí placer sin tener que sufrir mucho.

 No logré conciliar el sueño fácilmente, porque dos cosas no me dejaban relajarme. La primera: obviamente que es el dolor, pero más que un dolor es... un vacío. El vacío fue lo que quedo después de que Tommy saliera de mí, es cómo si me faltara una pieza. Y lo segundo: lo que Tommy y yo hicimos hace un rato. Si no fuera por el vacío, no me lo creo. Parece un sueño, fue malditamente perfecto. Él es malditamente perfecto.

Estoy loco por él.

🌙

 Un ligero ruido de arrastre me despierta. Todavía está oscuro afuera, pero me parece que falta poco para el amanecer. Reviso mi reloj para asegurarme; faltan casi 45 minutos para el amanecer.

Vuelvo a escuchar el ruido, pero más cerca. Y esta vez sí lo identifico. Alguien está trepando el árbol.

 ¡Alguien esta trepando el maldito árbol!

 Me incorporo, quedando sentado en la cama improvisada. Miro a Tommy, y luego me miro a mí mismo. Los dos estamos completamente desnudos, con solo una pequeña sabana cubriéndonos. No se como carajos voy a explicar esto.

  Me coloco mi ropa interior, lo más rápido que mi cuerpo adolorido me permite, y tapó –lo menos sospechoso posible– la mitad inferior de Tommy (Ya sabes, que no se le vea nada, pero que no parezca una monja). Y salgo a nuestro balcón, que también es la entrada a nuestra humilde casa, que también sirve de baño, y que también tienes que utilizar si quieres seguir subiendo por el árbol.

 Y me encuentro con Minho subiendo ágilmente con una lámpara de mano sosteniéndola con su boca. 

 Si David estuviese aquí, diría que es asqueroso y antihigiénico.

Él me ve, y sonríe lo mejor que puede mientras sigue subiendo.

—Minho —lo saludo, una vez que llega a arriba. Pone la lámpara en el suelo antes de contestar.

—¿Por qué hicieron una pijamada y no recibí invitación?

—¿Qué?

—¡No te hagas el tonto! —Apunta con el dedo mi pecho—. Sabes muy bien de lo que hablo. Y me enteré por boca de otro. ¿Donde quedó nuestra amistad?

  ¿Sería mala idea seguirle el juego?

—No seas llorón —digo, quitándome su dedo de mi dirección—. Pensé que esas garlopadas no te gustaban.

—¡Pues por supuesto que sí! —dice, elevando la voz—. Y no puedo creer que me hayas cambiado por el novato.

—¿Quién cambio a quien por el novato? —pregunta Tommy adormilado desde adentro.

—¡Buen día, larcho! —lo saluda Minho con energía—. Acabo de terminar con Newt, es un perro sin sentimientos. No te recomiendo que salgas con él, ta cambiará a la primera.

The Maze Runner (Newtmas) |Paro indefinido|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora