The Maze Runner (Newtmas) |Paro indefinido|

Diecisiete

Thomas

El Cuarto Oscuro es un gran bloque de concreto con una ventana con barrotes y una puerta de madera con un intimidante pasador de metal oxidado, esta escondido entre unos matorrales que no han sido podados en años.

Newt sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta.

—Solo hay una silla y no hay nada que hacer —me hizo una seña para que entrara—. Que lo disfrutes, cariño.

Lance un bufido al entrar. Confirmado, solo hay una silla vieja que parece que se romperá en cualquier momento y no hay nada que hacer.

Newt cerró la puerta y asomó su linda cara por los barrotes de la ventana.

—Salvaste algunas vidas al romper las reglas Tommy, pero todavía tienes que aprender que...

—Sí, sí, el orden y toda esa estupidez —me quejé.

Se rió.

—No eres malo Tommy, pero a pesar de ser... —miró en ambas direcciones antes de continuar—. Novios, tenemos que hacer las cosas bien. Ahora, reflexiona sobre eso y piensa en mí el resto del día.

Y se fue.

La primera hora fue soportable, una hora después y ya quería golpear mi cabeza contra la pared. Dos horas más y la idea cena con Gally me parecía mucho mejor que estar aquí. Por suerte, llegó Chuck a acabar mi tortura –temporalmente–. Me paso un poco de pollo y un gran vaso de agua.

—Todo volvió a la rutina —informó—. Todos están trabajando y los corredores en el Laberinto. No hay señales de Gally. Ah, Alby ya esta mejor y retomó su papel de líder.

La mención de Alby trajo los recuerdos de cuando se intento estrangular a si mismo.

—Thomas, estoy algo confundido. He estado sintiendo cosas que no entiendo...

—Aja... —¿Me dirá lo que creo que me va decir?

—Me siento triste, extraño mi casa y eso es lo que no entiendo. ¿Como puedo extrañar mi hogar si ni siquiera se donde queda? Solo se que extraño a mi familia, Thomas.

—Te comprendo —murmuré.

—Yo solía llorar, todas las noches.

—¿Sí?

—Como un bebe, hasta unos días después de que tú llegaste, creo que me acostumbre. Esto se ha vuelto mi casa.

—Desde que llegué solo he llorado una sola vez —confesé—. Cuando el último penitente cayo por el Acantilado me derrumbé a llorar, todo me vino encima de golpe. Creo que me ayudó.

Pasaron unos minutos en silencio.

—Thomas, ¿Tú crees que tengo padres?

Me reí, más para alejar la tristeza que trae la pregunta.

—Pues claro que sí, no me digas que tengo que contarte la historia de "cuando papa y mama se quieren mucho..."

—No estoy hablando de eso —dijo entre dientes —. La mayoría de los que pasan por la Transformación recuerdan cosas horribles que ni siquiera quieren contar. Eso me hace pensar, ¿Tengo una familia que me extrañe allá afuera? ¿Ellos lloran todas las noches? ¿Me extrañan?

Mis ojos se aguaron. Nunca se me había ocurrido pensar en los Habitantes como chicos de verdad con familias que los extrañen. Ni siquiera había pensado en mí mismo de esa manera.

—Escuchame, Chuck —intente calmarme— Estoy seguro de que tienes padres. Lo se. Todos las noches tu mama llorando se sienta en tu cama y abraza tu almohada muestra ve por la ventana ese mundo que te arrebataron.

No dijo nada, pero pude escuchar unos ligeros gemidos.

—No te rindas, Chuck. Te prometo que te llevaré de vuelta a tu habitación y tu mama dejara de llorar.

—Espero que tengas razón —dijo con voz temblorosa.

—Te lo juro, Chuck.

Un ardor quemó mi corazón. Él hizo el gesto del pulgar hacia arriba por la ventana y se alejó.

Me levanté y camine en círculos en el pequeño lugar, ardiendo de ganas de cumplir mi promesa.

—Creeme, Chuck —susurré a la nada —. Juro por mi vida que te llevare de vuelta a casa.

:( intenté que me quedara sad, pero siento que fallé. Equis, pronto se viene lo bueno 😏

Acabó de subir mi nueva historia "Seducción natural" es de fantasía, aunque eso va a terminar teniendo de todo. Así que ya saben, si tienen un alma caritativa y un buen corazón, la encontrarán en mi perfil.

Un beso ❤