Diecinueve y tres cuartos

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Newt

—Bien —dijo David, recuperando el aliento —, hora de cenar —Su cara estaba rojiza. No rojo tomate como siempre que alguien que no conozca lo mira mucho o cuando ve a un chico sin camiseta (Casi siempre a Tommy), sino un rojo más suave, con más energía.

—Oh, ahora te acuerdas de mí. —Me crucé de brazos. Este par a veces puede ser un lío total —. Pensé que me dejarían aquí varado hasta que muriera de soledad.

—No puedes morir de soledad —me corrigió. Sonrió y se sentó a mi lado—. Pero puedes morir solo.

—¡Pero pude haber muerto!

—Claro que no, yo no lo habría permitido. —Me miró con el ceño fruncido, como si fuera insólito que siquiera imaginara lo contrario.

—¿Por qué?

—Tú... —Aquí viene mi David rojo tomate—. Ya sabes, me... Tú eres... importante para mí.

—Eso es lindo, Davy. —Creo que ya comienzo a entender por que los Creadores no me envían nada—. Eres como el hermanito que siempre me hizo falta.

Alzó la cabeza y me mostró su sonrisa, radiante y sincera como siempre.

—Newt, ¿quieres ser mi hermano mayor?

—¿Cómo así?

—Ya sabes, puedes elegir a tus amigos o a tu novio. —Jugaba con sus dedos, señal de que cree que parecerá tonto lo que esta diciendo—. ¿Por qué no poder elegir a tu familia también?

—Hmm... A veces tienes ideas raras, Davy. —Despeine su cabello castaño—. Pero me gusta la idea, hermanito —agregué, sonriendo. 

—Hermano mayor... —pronunció despacio cada sílaba, como si las saboreara.

Ellos lo enviaron para mí.

—¡Ya bajen de una vez que tengo hambre! —se escuchó a Chuck desde abajo. David se levantó resoplando y sacó la cabeza por la ventana.

—¡Se supone que subirías detrás de mí! —le gritó de vuelta.

—¡Iba a hacerlo, pero estoy muy cansado, y tengo hambre, y además, es demasiado esfuerzo!

—Este gordito... —murmuró David—. ¡Ya bajamos, pequeño flojo!

Los Creadores me enviaron a David.

🌻

Tommy se unió a nosotros en la cena. Se le veía algo cansado, pero aun así, no pudimos evitar asaltarlo a preguntas: ¿Y qué tal te fue? ¿Minho explica bien? ¿Descubrieron algo importante? ¿Y los calzones de corredor...? Y a todas las preguntas el solo asentía o gruñía. Luego de varios gruñidos, dejé de insistir, me imagino que debe de estar muy agotado. Pero los chicos o no se dan cuenta o son unos fastidiosos. Entonces, tengo que regañarlos para que dejen a mi pobre novio en paz. Así que, para sacar plática, relaté mi día. Lo que consistió en reclamarle a los chicos por haberme abandonado toda la tarde.

—¡Pude haber muerto con Soledad! —les reclamaba yo—. Eso es importante.

—¡A nadie le importa que Soledad te haya querido violar! —replicó Chuck con la boca llena. Y ahora que me doy cuenta, él está igual de sonrojado que David—. Ya todos sabemos que paso hoy, estuvimos ahí, y fue completamente aburrido. Así que, por favor deja de repetirnos tu drama de telenovela barata.

El silencio callo sobre la mesa. Me quedé con la boca abierta, procesando lo que había dicho.

—Que a ti no te importe no significa que al resto tampoco —repliqué, luego de pensarlo un minuto, muy despacio, más de lo necesario.

The Maze Runner (Newtmas) |Paro indefinido|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora