The Maze Runner (Newtmas) |Paro indefinido|

Dieciocho

Thomas

En cuanto el chirrido de piedra contra piedra de las puertas al cerrarse resonó por toda el Área, escuché el tintineo de la llave en la cerradura y la puerta de mi celda se abrió.

-Vaya, todavía no te mueres -dijo Alby entrando en la celda.

Se veía mucho mejor que el otro día y no pude evitar darle una segunda mirada.

-¿Qué me ves? - espetó.

-¿Nada? - Desvíe la mirada.

-Nada... - gruñó-. ¡Ya sal!

Alby cerro la puerta y bloqueó el pasador cuando salimos. Apoyó la espalda de la puerta del Cuarto Oscuro.

-Que charlita tuvimos ayer - suspiró-. ¿No lo crees, nuevito?

Un escalofrío recorrió mi columna. A partir de este momento ya no se qué esperar de él.

-Eh... sí, lo recuerdo muy bien.

Por favor, que quiera hablar de lo segundo y no de lo primero.

-Nuevito, lo que ví - Sonrió de manera macabra -. Fue horrible, pero algunas cosas fueron muy divertidas de ver.

-¿Qué viste sobre mí? Repetías que me habías visto.

-Estabas con los Creadores. Y los ayudabas. Pero eso no es lo divertido.

¿Ayudándolos? Pensé, sin poder creerme lo. Fue como un golpe directo a mi estómago, pero desde adentro.

-Tienes tanta suerte de estar aquí atrapado - continuó-, y Newt, claro. Afuera, a los maricas como ustedes los torturan hasta la muerte en publico. Es la mejor manera de enseñar a los niños que es lo correcto.

-Eh... ¿Qué dices? -dije con la garganta seca. No se si me alegro de que haya sacado a colación esto, en vez de lo primero de lo que hablamos ayer.

-Es posible, que los recuerdos que obtenemos de la Transformación sean falsos. Muchos piensan eso. Yo tengo la esperanza de que así sea -Se cruzó de brazos-. Aunque fuera un mundo libre de depravados como tú, si es como yo lo ví...

Me dejo más confundido que ayer, pero aún así tengo que preguntarle.

-¿Puedes decirme lo que viste que tiene que ver conmigo?

-Ni que estuviera loco. No voy a correr el riesgo de estrangular me yo mismos otra vez.

-Si soy un ser maligno deberías dejarme encerrado por siempre -murmuré.

Él soltó una carcajada que podría jurar que resonó por toda el Área.

-¿No te das cuenta? -dijo, todavía riéndose mientras se acercaba a mí-. Eres un ser maligno y repugnante que merece morir de la forma más lenta y dolorosa posible. Y por si no te has dado cuenta, ya estas encerrado en este lugar.

Me quedé con la boca abierta sin poder articular alguna respuesta. Estoy seguro de que nunca, incluso antes de que perdiera mis recuerdos, alguien me hubiera dicho algo que pudiera herirme tanto. ¿Como un ser humano puede desearle tanto mal a otro?

-Muy bien, nuevito -dijo, alejandose-. Ve a buscar algo de comer. Tu sentencia de un día ha terminado. ¡Bienvenido de vuelta a tu condena de por vida!

-¡Espera! -grité- ¿Por qué no le has dicho a nadie de lo mío con Newt?

-¿No lo recuerdas? Te lo prometí y yo soy un hombre de palabra.

«-Confiesalo por voluntad propia y te prometo que no le contaré a nadie a menos que no tenga de otra.

-¿Como sé que no se lo dirás a todos en cuanto salga de aquí?