Veintitrés

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 *Aviso importante al final del capitulo*

Newt

—¡Abran paso, larchos! —grite, intentando atravesar a la multitud del pasillo para entrar a el caos de la habitación dónde se encuentra la chica.

—¡Quiero echarle un vistazo!

—¡No! ¡Es mía!

—¡Yo la pedí primero!

   Era imposible saber quién peleaba con quién. El grupo de chicos estaba alrededor de la cama, gritándose unos a otros como orangutanes. Y todo por una chica. Idiotas.

   Le lance una mirada a Alby, necesitábamos sacar a todos estos adolescentes con las hormonas revueltas. Él asintió y luego para mi sorpresa, pegó un fuerte grito gutural digno de la mejor película de terror que pueda existir. Toda la habitación quedó muda al instante, incluso yo. Fue sorprendente y un poco espeluznante.

—¡Los quiero a todos fuera de la Finca! —grito, mirando a todos con una mirada de furia, la vena de su cuello palpitando con rapidez. Este es el Alby que yo conozco —. ¡Ya! —agregó al ver que nadie movía un músculo, hasta estaban aguantando la respiración. Yo lo estaba haciendo.

  Uno a uno fueron liberándose del hechizo y dirigiéndose a la puerta. Lamentablemente la calma solo duró unos tres segundos. Todos comenzaron a salir de manera apresurada, golpeándose unos a otros, escapaban como si los persiguiera un Penitente.

—¡Newt, Minho, no quiero ni un alma en esta casa! —nos indicó Alby, acarreando la multitud como un ganado hacia fuera.

—Jeff, quédate con la chica —le ordené al Doc —. No quiero que nadie le ponga una mano encima, solo tú y poque necesito que la revises.

   El asintió y enseguida se puso manos a la obra.

—Newt, yo sacaré a los larchos que anden por el piso de abajo y tú encárgate de este —me dijo Minho, saliendo sin esperar respuesta.

  Antes de irme, le eche una mirada a la chica. Ella estaba sentada en la cama con los brazos alrededor de sus piernas recogidas, mirando a la nada, como si estuviera tratando de descifrar los misterios del universo.

  Revisé dos veces todas las habitaciones del piso, solo para asegurarme. Nada más encontré a un par de chicos excitados en una conversación sobre la chica. Casi terminaba, solo hacía falta revisar mi antigua habitación.

—¿David? ¿Qué haces aún aquí? —pregunté al entrar y verlo acostado boca arriba en el suelo.

—Pensando.

—¿En qué?

—En el último libro que leí —respondió.

—¿Fue muy bueno? ¿De esos que me dijiste que te dejan en shock?
  Cerró sus ojos y negó con la cabeza.

—Hmm... ¿Entonces?

—Míralo tú mismo —dijo, soltando un suspiro. Señaló la mesa de noche junto a su cama.

   Lo miré con curiosidad, estaba actuando extraño, le hacía falta esa inocencia tonta que lo hace ser David. Me acerqué a la mesa y tomé el libro que estaba sobre ella. Era grande y morado.

—"Enfermedades mentales" por un tal Javier de La Rosa —leí en voz alta —. ¿Y qué tiene? ¿Muy perturbador para un pequeño como tú?

—Aprendí algo nuevo, Newt, y creo que quisiera no haberlo hecho —dijo, todavía con los ojos cerrados. Me acerqué a él para sentarme a su lado —. Yo no pedí ese libro, ellos nunca habían enviado algo que no se pareciera a lo que pedí. Pensé... Pensé que lo habrían enviado para los Docs. Yo lo iba a entregar, Newt, lo prometo. Pero quise echarle una ojeada antes de entregarlo. 

  Una pequeña lágrima se deslizó por su ojo izquierdo. Le hice una caricia suave en el brazo con mi mano, definitivamente lo que encontró lo afectó demasiado.

—No puedo. No puedo. —Se incorporó sollozando.

—David...

—Ve lo tú mismo. Está marcado—dijo, señalando el libro.

   ¿Qué será lo que tiene a David así? No puedo dejar de pensar en eso. Con algo de desconfianza abrí el libro por la mitad, en la página con el marcador.

   "Homosexualidad", tenía como título.

—¿Qué...? ¿Qué es esto?

—Vete un par de páginas más adelante, donde dice "Tratamientos"  —dijo, limpiando su llanto.

  Habla de algo llamado"Deshomosexualización" y una lista detallada de distintos tratamientos para curar esta enfermedad. 

—Tratamiento hormonal, choque farmacológico...  ¡¿Castración?! —Leí en voz alta.

—Sigue —dijo.

—Hipnosis, tratamiento por electrochoque... David, esto es horrible. Por favor no me digas que tienes homosexualidad. 

—Somos nosotros, Newt. —Se volvió a acostar en el suelo—Es una enfermedad. Lo que somos. Somos un virus. 

—No. No. Tonterias —le dije—. Es amor, eso es lo que somos. ¿Recuerdas la canción que me enseñaste? I'm beautiful in my way 'Cause god makes no mistakes —cante lo mas afinado que pude.  

—Es solo una estúpida canción, Newt —dijo, frunciendo el ceño— ¿No lo entiendes? El libro es para nosotros. Debemos curarnos. 

—¡No digas estupideces! Voy a traer a Chuck y vamos a arreglar esto ya —Me levante para buscar a Chuck. Se que el le regresara la sonrisa a mi David. 

—¿Traerás a Thomas también? Así podemos tener una reunión LGBT —dijo, cuando ya me iba.

—¿Quieres que lo traiga? —pregunte, ignorando lo ultimo que no logre comprender. Se encogió de hombros.

—En realidad ya no me importa nada.


Debo quitarlos de nuestro camino, Tom. Solo te necesito a ti. Si todo sale bien, nunca tendrás que saber lo que hice.

  —Teresa.  


  Bien, primero que nada, lo siento (por todo). Mi teléfono se daño y desde ese momento no he podido escribir mas. Les iba a escribir solo una nota explicandoles, pero resulta que la mayoría de este capitulo ya lo había escrito, así que solo hice una kike corrección y le añadí un poquito mas. No creo poder seguir escribiendo hasta que tenga un teléfono nuevo (y como vivo en Venezuela, eso no pasara). Pero gueno, tengamos fe. Y espero poder volver pronto. 

Maldito Maduro.

Un beso ❤️

The Maze Runner (Newtmas) |Paro indefinido|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora