The Maze Runner (Newtmas) |Paro indefinido|

Quince

Thomas

  Volví a cuando vi esos ojos azules por primera vez, cuando ella salió de la caja. Traté de imaginarme esos ojos en su cara dormida.

  Me concentre en su pelo negro, la piel blanca y perfecta, sus labios gruesos... ¡¿Que estas haciendo?!

  Una fuerte sensación de reconocimiento aleteó en el fondo de mi mente. Solo duró un segundo, luego volvió desaparecer. Se que de verdad sentí algo.

—Sí, la conozco —murmuré. Newt se levanto rápido de su silla.

—¡¿Que?! ¿Quien es ella?

Volví a mirar a la chica. Parece dormida, como si pudiera despertar en cualquier momento.
—No tengo idea —volteé a mirar a Newt —, pero la conozco de algún lugar.

Cerré mis ojos y busque su cara en la oscuridad de mis recuerdos. ¿Quien es esta chica?

—Creo que en realidad no... —comencé.

   Teresa.

Pegué un salto en mi silla y busqué por la habitación. ¿He oído algo?

—¿Que pasa Tommy? —me tomó de la mano—, ¿Te recordaste algo?

—No, yo... —susurré. Miré a la chica confuso —. ¿Newt tu dijiste algo antes de que yo me levantara?

Él negó con la cabeza. Por supuesto que no.

—Es que me pareció oír algo... A lo mejor fue dentro de mi cabeza. ¿Ella tampoco dijo nada?

—¿Ella? —me miró confuso y luego sus ojos se iluminaron—. No, ¿Que fue lo que oíste Tommy?

Definitivamente me estoy volviendo loco.

—Newt, te juro que escuche un nombre; Teresa.

—¿Teresa? Oh Tommy, seguro fue algo que se libero del bloqueo de tu memoria  —saltó de alegría —. Ese debe ser su nombre, ¡tiene que serlo!

Me dio un rápido beso.

—Newt, fue muy raro. Fue como que si ella hubiera hablado, pero en mi mente.

  Thomas.

  Literalmente tiré todo lo que estaba en mi camino y me alejé lo más que pude de la cama. Una voz de chica, susurrante, dulce y tranquila. La he escuchado. Estoy seguro.

—Tommy, ¿Que rayos te pasa?

—Ella... Me esta hablando. Aquí —toque mi cabeza—. Acaba de decir mi nombre...

—¿Qué?

—¡Te lo juró Newt! —grité, no se en que momento había comenzado a llorar —. Estoy escuchando su voz, pero en mi mente.

—Tommy, siéntate —me llevo hasta la silla— ¿Qué estas diciendo?

—Newt, estoy hablando en serio. No es una voz..., pero sí lo es.

  Tom, nosotros somos los últimos. Todo terminará pronto. Tiene que ser así.

  Las palabras sonaban en mi mente. Siento que el peso de el universo esta comprimiendo mi cerebro.

  Tom, no te vuelvas loco por lo que voy a decir.