Moonlight «Axl Rose» ✔

15. Por ti

Narra Axl🌹

Bajamos las escaleras de la casa entre risas y coqueteos.

Calvin Butera nos recibe en la puerta principal, primero me mira a mí y luego a su hija, qué luce algo enojada al verle.

—¿A dónde vais? —Pregunta, alzando una ceja.

Iba a hablar pero Coco me interrumpe —A trabajar —Le responde.

—¿Y tú? —Se dirige a mí.

—Pues...—Me interrumpe.

—Acabas está semana con las prácticas, ¿no? —Asiento— Ve al despacho, tengo mucho papeleo —Ordena con una sonrisa malvada.

Trago saliva y Coco rodea los ojos en dirección de su padre.

Un rato después estoy escribiendo un montón de número en distintos papeles de colores.

—¿Qué tendrá de bueno esa pizzería? —Dice Calvin entrando al despacho mirando su móvil.

—La comida está buena.

Butera levanta su vista de su teléfono y me mira directamente —Hablaba conmigo mismo, muchacho.

Este hombre da un poco de miedo, al principio no era tan malhumorado.

—Yo creo que trabaja para revelarse contra mí.

—No lo creo...—Admito y frunce el ceño— Quiero decir, ella siempre quiso ser independiente —Agrega.

—A parte de eso, pero yo quiero que este concentrada en sus estudios y no matándose a trabajar.

—Tendrá sus razones para hacerlo —Digo con un tono más brusco.

—¿Cuál? ¿Sabes el motivo? Coco es una cabeza dura y...—Me harté.

—Dona su sueldo para gente con leucemia —Aclaro, enojado por el comportamiento de Calvin.

El hombre cierra la boca instantáneamente, y lleva sus manos a la cara.

—Ella quiere ayudar a esa gente, es muy noble. No tienes porque enfadarte...—Digo con un tono más suave.

—Mi hija es increíble —Susurra— Coco es maravillosa —Dice ahora, contento y feliz con una espléndida sonrisa— ¿Por qué no me lo dijo nada?

—Sóloli  sé yo —Explico.

—¿Por qué demonios no me contó que quería ayudar a la gente que tuvo la misma enfermedad que su madre? Podría habérmelo dicho y donar yo mismo una cantidad de dinero al hospital para esas personas y su tratamiento. Debo hablar con ella.

Narra Coco🌙

Cuándo acabo mi jornada laboral, salgo del establecimiento para ir a casa de Phoenix.

En quince minutos estoy llamando a su puerta. Pero lo que me encuentro no me gusta nada.
Mi mejor amiga está en la puerta, llorando a pleno pulmón. Sus dulces y pequeños ojos vidriosos, apenas puede hablar.

No hay nadie en su casa y la abrazo —¿Qué te pasó?

Ella solloza en mi hombro, está agachada ya que es mucho más alta que yo. La conduzco hasta su cuarto, ella se tumba en la cama y continúa llorando.

Me esta preocupando seriamente.

—Tranquila —Digo mientras acaricio su suave pelo de color chocolate.

—Coco, mi familia cada vez está peor. Somos muchos en está casa —Dice con la voz entrecortada— No hay dinero para pagar la hipoteca, ni siquiera las actividades de mis hermanos. Menos mal que la carrera me la pagan mis buenas notas...—La interrumpo.