Moonlight «Axl Rose» ✔

Epílogo 🌙

Narra Coco🌙

Diez meses después

Paso el labial granate por mi labios y observo atentamente mi reflejo en el espejo. Una chica de veinte años me devuelve la mirada.

Sonrío.

Mi móvil vibra con desesperación y reviso los mensajes.
Phoenix está eufórica porqué hoy vuelvo a casa.

—Coco, ¿estás lista? —Me pregunta Kelsey desde el otro lado de la puerta de mi cuarto con una sonrisa triste.

—En un minuto estaré lista —Le respondo y guardo unas cuántas cosas más en mi maleta.

—Bien, te espero abajo —Me informa mientras sale por la puerta— ¡Por cierto, el coche se lo robé a Louis espero que no le importe! —Grita.

Suelto una risita.

Kelsey era mi compañera de piso y la primera amiga que hice al pisar tierra australiana. Tiene veinte años, unos impresionantes ojos verdes y una sonrisa y cuerpo de infarto.
Y supongo que le robo el coche a Louis suponiendo qué estrellamos el coche que compramos a medias hace dos meses, y el taxi es muy caro hasta el aeropuerto. No creo que Louis le importe mucho, después de todo es su compañero de cama.

Cojo mis maletas y voy al ascensor, Kelsey me sonríe y me ayuda a meter todo al maletero.

Los primeros meses fueron difíciles pero es estoy encantada con los resultados qué he conseguido este curso. Kelsey estudia Filología Hispánica por lo qué ambas estudiábamos un montón pero las noches de los sábados lo recompensaban.

Todas las semanas hablo con Phoenix y mi padre, a veces también me llama Pixie y Cindy, y algunos amigos de mi vieja pandilla.

Estaba emocionada de volver a verles.
Aunque sobre todo a una persona.

Axl.

Me llamo dos meses después, yo pensé que era una broma de mal gusto, pero en verdad era él.
Su padre murió el día que yo me mudé a Sydney, por eso nunca llego al aeropuerto. Con picardía me pregunto que si le estaba esperando allí y le dije que sí, hablamos un poco de todo y luego nos despedimos.

Él en verdad quería haber ido al aeropuerto para despedirse de mí.

—¿Ya estás pensando en ese caliente chico del qué me hablaste? —Kelsey arquea sus cejas con diversión.

—Te mentiría si te dijera qué no, Kels —Le respondo y ella sonríe, entonces sube el volumen de música del coche de Louis.

Quince minutos después, aparcado el coche, Kelsey y yo nos dirigimos a la sala de espera.

—Estoy tan nerviosa qué creo que voy a vomitar —Comenta.

Suelto una risita.

—Gracias por estos meses —Ella toca mi hombro— Te comportarse cómo una jodida y verdadera amiga, Coco.

—Lo mismo digo, amiga —Veo que sus ojos verdes se cristalizan e inmediatamente le doy un abrazo el cuál corresponde con fuerza.

—Te voy a echar de menos.

—Y yo —Lloro y sonrío al ver qué las dos nos vemos igual de tontas emocionada— Mi casa es tu casa, espero que nos volvamos a ver —Agrego.

—Quizás a final de verano pueda ir a Los Ángeles —Comenta con una risita y sorbe por la nariz.

Una vez me despido de mi amiga australiana voy a mi respectivo vuelo.
Me siento y pongo mi cinturón, miro por la ventana, aún no hemos despegado pero pronto lo haremos. Estoy eufórica qué no quiero perderme este momento. Fue la mejor experiencia de mi vida, ya no soy esa Coco que llego llorando, me volví a encontrar, volví a ser la mujer independiente qué no tiene miedo de nada.