12. Entre nubes

586 51 11
                                    

Narra Coco🌙

Mi padre está a cientos de kilómetros de distancia, se las arregló para invitar a su novia a nuestro hogar, y a pesar de que estoy en todo mi derecho de echarla, ya que está también es mi casa, sé que sería totalmente grosero de mi parte y disgustaría profundamente a Calvin.

—Perdona por no haberte avisado, Coco —Me sonríe Cindy con nerviosismo.

A diferencia de su hija, ella tiene un cabello castaño y corto, menos los ojos, que son tan azules cómo lo de Pixie.

Pienso que la mujer que tengo frente a mí es la misma con la qué él se ha estado viendo a escondidas en los últimos meses, es aquella  con la cuál ha estado saliendo un año, la que posiblemente se convierta mi madrastra algún día.

El pensamiento forma un nudo en la boca de mi estómago, y a pesar de que quiero abrir la puerta y lanzarla a ella y a su hija a la calle, me resisto; Cindy no hizo nada malo. En realidad, fue mi padre el qué se negó a contármelo.

—Pero tu padre me dijo que estabas pasando una mala etapa con todo esto y me pidió que viniera, nos dejó la llave debajo del felpudo. No sabía si te gustaban las tostadas francesas pero por si acaso compré rosquillas —Explica, aún con una sonrisa nerviosa.

Luego echa un vistazo a mi acompañante, él cuál sigue disfrazado de mosquetero.

—A mí me parece bien —Dice Axl sonriendo mientras se sienta al lado de Pixie sin siquiera mirarla y se engullé unas cuántas rosquillas.

—No tengo mucha hambre —Admito, cabizbaja.

Los ojitos azules de Cindy dejan de estar esperanzados, y asiente tristemente.

—Te conozco, Coco —Interviene Pixie que se pone en pie— No nos quieres aquí, pero vamos a ser una maldita familia. Vámonos mamá, no perdamos el tiempo —Escupe al mismo tiempo que recoge su bolso.

La sangre me hervía.

—Esperad —Alzo la voz, nerviosa y miro a Cindy— Pensándolo mejor, tengo hambre y apuesto que esas tostadas están buenísimas —Agrego mientras le dedicó una mirada de advertencia a Pixie.

Cindy esboza una espléndida sonrisa y me sirve algunas en un plato mientras que nos sentamos en frente la una de la otra, mientras que Pixie se sorprende y hace lo propio.

La futura nutricionista me mira con recelo, yo observo a Cindy incómoda y Axl mira con amor las rosquillas.

Quién iba a decir que una hora después íbamos a estar riendo sin parar mientras que Cindy y yo intercambiamos información y travesuras de mi padre.

—Pues sí, así me enamoró tu padre —Ríe y yo suelto una sonora carcajada.
Por el rabillo del ojo, veo que Axl me mira con una sonrisa ladeada.

Me encuentro feliz la verdad.

—¿Y vosotros sois nov...? —La interrumpo.

—Somos amigos —Decimos al unísono.

—Ah, ya veo —Dice con una extraña voz y da un sorbo a su café, Cindy me guiña un ojo.

Ya sé porque mi padre se enamoró de ella, aparte de ser amable, inteligente y bonita; es una hermosa persona.

—Y cambiando de tema...—Comienzo a hablar mirando a un punto fijo de mi taza de café para luego enfocar a madre e hija— ¿Cuándo os vais a mudar?

—No tenemos prisa la verdad —Confiesa— Cuándo tú te sientas cómoda con ello, Coco —Explica, comprensiva.

Hago una sonrisa ladeada, la idea de tener a una mujer mayor que me de consejos y esas típicas cosas de madre me alegra, pero ella nunca será Alessia Butera, nunca lo fue. Y por otra parte tener que vivir bajo el mismo techo qué Pixie Campbell no me hace ninguna gracia.

Moonlight «Axl Rose» ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora